Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 9 de junio de 2012

El camino de Capriles a Miraflores / Por Douglas Zabala

A uno de los primeros que vieron caminando y casi descalzo, es a quien todo el mundo recuerda como hace 2012 años y 3 meses con sus días, después de un largo peregrinar por sus ideas y a pesar de los agravios y las ofensas, terminó demostrando que él, junto a los débiles, eran la verdad, la vida y el camino. De manera que nadie se desespere, ni se espante y mucho menos se de por vencido; ante aquel que presume estar ungido por Marte, Elegua, Oggun, Oshosi y las mismísimas animas de las sabanas; porque hasta él mismo sabe, que los dioses no ayudan al que va hacer derrotado.

Sin ir muy lejos y tan distante en el tiempo, otros que aquí anduvieron de la seca a la meca por aquellos caminos pedregosos de la Caracas mantuana, visitando casa por casa hasta el último vecino, fueron Miranda, Bolívar, Andrés Bello, Isidoro López Méndez, Lino de Clemente, Miguel José Sanz y Germán Roscio, buscando convencer a pardos, mulatos, criollos, esclavos, cimarrones y así hasta el último caraqueño, que se atreviera a montarse en la carreta nacionalista y libertaria, que cabalgaría a rienda suelta desde el Ávila hasta el Potosí.

Quienes también iniciaron un camino; que en las primeras de cambio los condujo como prisioneros a los temidos cuarteles de El Cuño, Palenque y el Castillo Libertador de Puerto Cabello, los días de la terrible dictadura de Juan Vicente Gómez, fueron aquella pléyades de jóvenes encabezados por Jóvito Villalba, Guillermo Prince Lara, Pío Tamayo y Rómulo Betancourt Bello, cuando aquel 14 de febrero de 1928, lo que habían iniciado con una “inocente” coronación de la bella Beatriz Peña y la instalación de la Casa del Estudiante, lo transformaron en el primer acto de rebeldía estudiantil del siglo XX. Dejando con esta acción, una honda huella en ese transitar del pueblo venezolano, en sus luchas por las libertades democráticas.

A pesar de lo difícil del combate, los que también decidieron largar el fuelle en la búsqueda de un camino por las libertades políticas para los venezolanos, fueron Pompeyo Márquez, Leonardo Ruiz Pineda, Fabricio Ojeda, Hugo Trejo, Wilfrido Omaña, Salom Meza Espinoza, Alberto Carnevalli y Jesús Ángel Paz Galarraga, cuando ante la más férrea persecución política, supieron asumir la dura clandestinidad militante, pagando con cárceles, exilios y con sus vidas, en muchos casos, el precio de acabar con la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez y conquistar el régimen democrático; nada fácil, convulsivo, insurgente, pacífico, alternativo y de paso lleno de expectativas quebradas; por gobiernos que devinieron en representar y defender más sus intereses excluyentes y no de quienes un 23 de enero de 1958, amanecieron en las calles caminando y luchando por sus derechos.

También y esto es historia reciente, y por no dejar, contada por sus protagonistas hoy gobernando. Según cuenta el cuenta cuentos de Miraflores. Ellos desde el juramento del Samán de Guere hasta los días del “por ahora”, también anduvieron recorriendo por los caminos de sus cuarteles y después del carcelazo sufrido, las calles de Venezuela hasta lograr su objetivo. Objetivo que hoy a todas luce ha resultado un gran fracaso y una inmensa frustración para los ciudadanos; una vez que derrotada la propuesta de reforma constitucional, se obstinaron en atapuzarle al país, un modelo de socialismo fracasado en el mundo y por supuesto el impuesto, al arruinado pueblo cubano.

Asi las cosas, no es la primera vez ni será la última, cuando a los venezolanos se nos invita a transitar una nueva senda; pero tal como andan las cosas, hoy podemos afirmar, que al camino que nos convoca Capriles, es el mismo por donde todos nosotros y todas nuestras generaciones pasadas han venido andando: el camino de la lucha y la paz, del reencuentro y del progreso, el camino de la esperanza y la vida. Y eso lo vamos a lograr, de ello soy un convencido; porque sin ánimo de seguir haciendo comparaciones históricas, este candidato no es frijolito, pero les aseguro que el 7 de octubre, después de su enorme caminar junto al pueblo, dejará amarrado su caballo en Miraflores.