Por: Charles Shapiro
Fui embajador de Estados Unidos en Venezuela entre 2002 y 2004, por esa razón nunca ha dejado de sorprenderme la cantidad de venezolanos que apoyan a Donald Trump y llevan su gorra roja orgullosamente. Con esto no pretendo decirles por quién votar. No soy venezolano y no he vivido la odisea que ustedes han experimentado.
Pero el mitin de Trump en el Madison Square Garden de Nueva York, el domingo 27 de septiembre, fue la gota que derramó el vaso. Un “comediante” llamando a Puerto Rico “isla de basura flotando en el océano”. El tipo que aseguraba que la candidata Kamala Harris era el “diablo” mientras agitaba una cruz. El comentarista Tucker Carlson insultando a las mujeres en general y a Harris en particular. Todo este escenario con el cierre de Trump golpeándose el pecho, usando apodos insultantes, amenazando a sus enemigos y mintiendo, al igual que lo hacía Hugo Chávez.
Muchos venezolanos, justamente frustrados tras 25 años de chavismo, piensan que Trump va a deshacerse de alguna manera de Nicolás Maduro. Pero si miramos su historial en la Casa Blanca, sabemos que amenazó y fanfarroneó, pero al final no hizo nada.
Trump es un bully
Como todos los bully retrocede cuando se enfrenta a alguien más fuerte y decidido que él. Le encantan los dictadores como Putin, Xi y Kim Jong-Un. Y casi dictadores como Victor Orban. También monarcas como Mohammed Bin Salman. Despotrica del comunismo, pero cree que Kamala Harris es comunista.
Tengo la sensación de que los venezolanos creen que Trump se refiere a “otros” cuando el expresidente asegura que Maduro vació prisiones e instituciones mentales y envió a todas esas personas a Estados Unidos. Pero lo cierto es que está hablando de ustedes.
Cuando dice -incorrectamente- que bandas venezolanas han tomado complejos de apartamentos en Aurora, está hablando de ustedes.
Cuando dice que el índice de criminalidad ha bajado en Venezuela porque desde ese país han exportado sus criminales a Estados Unidos, está hablando de ustedes.
Y cuando el “comediante” habla mal de Puerto Rico, puedes estar seguro de que Trump y su círculo íntimo, piensan lo mismo de Venezuela. Y eso te incluye a ti, aunque te hayas convertido en ciudadano estadounidense y hayas hecho una vida de bien en este país.
Ese domingo por la noche Stephen Miller, el asesor más cercano a Trump, dijo que “Estados Unidos es para los estadounidenses, y siempre lo será”.
Como presidente, Trump no deja de preguntarse por qué no migran más noruegos. Esos son los inmigrantes que él quiere. Del norte y oeste de Europa. No latinoamericanos como ustedes.
La figura de Hugo Chávez sigue volviendo a mi memoria. Fue elegido presidente en 1998 de forma libre y justa.
Cuando estuve en Caracas, me encontré a muchas personas que habían votado por él, pero luego dejaron de apoyarlo asegurando que olvidó sus promesas.
Me reuní con Chávez muchas veces cuando era embajador de Estados Unidos. Siempre me hizo esperar a mí y a todos los demás durante horas. Luego, cuando me atendía, conversaba por 90 minutos, cuando la verdad es que 30 habrían sido suficientes.
En cada una de esas ocasiones ocurría más o menos lo mismo: yo le hacía tres preguntas mientras él daba respuestas largas y farragosas, la mayoría de las cuales ya había oído en nuestra reunión anterior o en su programa “Aló Presidente”.
Pero había un tema recurrente, que volvía una y otra vez : “Sólo yo puedo resolver los problemas del país”.
Chávez cerró medios de comunicación independientes. Socavó la independencia de las instituciones gubernamentales. Se negó a compartir los ingresos fiscales adeudados a los gobernadores de la oposición. Llamó enemigos a la oposición y encarceló a sus líderes. Sus bullys en moto atacaron e intimidaron a la población civil. Y se jactaba de lo mucho que duraban sus discursos y del supuesto tamaño de la multitud.
¿A quién les recuerda esto? A Donald J. Trump
La boina roja de Chávez se ha transformado en una gorra roja MAGA, con esas letras grandes que recrean la frase “Make America Great Again” (Haz a EE.UU. grande de nuevo, en español).
Compañero venezolano-estadounidense, en tu comprensible deseo de librar a Venezuela del chavismo, te invito a que no votes por el autoritarismo que tanto daño le ha hecho a tu país.
Charles Shapiro: diplomático estadounidense desde 1977. Fue director del Instituto de las Américas; presidente del World Affairs Council of Atlanta y embajador en Venezuela
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