Son más de 200 las mujeres acusadas y detenidas para participar en las protestas poselectorales
Presas políticas, feminicidios, mujeres con derechos sociales, sexuales y políticos vulnerados y una legislación sin normativa que no las protege debidamente es el panorama que enfrentan las mujeres que viven en Venezuela.
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“Las organizaciones feministas no hemos logrado decirle a la mitad de un país que las mujeres no tienen lugar en la toma de decisiones de un país, aunque vivimos en una sociedad matricentrada”, dijo Ciordia al ser consultada sobre la situación de las mujeres dentro de la política.
Para Sairam Rivas el problema no sólo es la ausencia de las mujeres dentro de los espacios políticos sino que además las que están sufren muchísimas presiones que, según reveló la activista, les lleva a plantearse si deben seguir o no en su labor.
Las mujeres y los presos políticos
La presencia de madres, esposas, hermanas, hijas y abuelas en las vigilias y protestas por la liberación de los presos políticos se ha vuelto una constante, sobre todo después de las detenciones realizadas en el marco de las protestas poselectorales que llevó a más de 2000 detenciones arbitrarias.
La coordinadora de Cepaz dice que si bien los presos políticos hombres son más comunes, las mujeres no se quedan por fuera de ser víctima de los abusos. Ciordia recordó que son más de 200 las mujeres acusadas y detenidas para participar en las protestas poselectorales y reiteró que hay muchas que han sufrido tratos crueles y humillantes, así como otros abusos dentro de los penales.
Por su parte, Rivas dice que durante el proceso de acompañamiento que han tenido con las mujeres y familiares de los presos políticos han notado como entre ellos reina el miedo y el desconcierto.
“Tenemos que decirle que no pueden caer en la amenaza ni en los chantajes de los cuerpos de seguridad del Estado que hoy más que nunca están a la orden del día, que le hacen llamadas a los familiares de presos políticos para que no hablen, no denuncien y no digan nada de los tratos crueles y las violaciones a los derechos humanos. Le decimos que es importante denunciar”, denunció.
Para Rivas trabajar con los familiares y orientarlos para que se mantengan presionando a las autoridades hasta dar con los detenidos es muy importante. “Lo primero que vemos es el miedo, la normalización de la violencia. Hemos decidido acompañar a las mujeres y a las madres y decirles que no es con el miedo y con el silencio como se logra la liberación de un preso político”, sentencia.
Un marco legal sin aplicación y sin normativa
Aunque en el año 2007 se aprobó la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y durante tres últimos quinquenios se ha venido actualizando la falta del reglamento de la ley impide que la norma se cumpla a cabalidad.
“La ley está chévere el problema es como se ve eso en la vida real. Aunque la ley se aprobó en 2007 y se modificó en 2021, ha tenido mejoras importantes, pero una cosa que le falta es un reglamento para su aplicación y eso hace que en muchos casos haya vacíos que se interpretan como no corresponde”, apunta Ciordia.
La coordinadora de Cepaz añade que en una sociedad donde las fuerzas de seguridad y la administración de justicia tiene mucho desconocimiento en cómo se procesa y se procede en el caso de los temas de género es difícil lograr avances. “Si no se cumple con el marco legal, debido a la falta de reglamento de educación y presupuesto no estamos haciendo nada”, concluyó.
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