Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

10.3.12

Entre Cotiza y las primarias / Simon Garcia

Expropiarnos la democracia:

La agresión a Henrique Capriles durante su visita a Cotiza fue un mal paso de la estrategia oficialista. La malandrada hizo que la mirada del país volviera a la figura del candidato de la Unidad. En las fotos y vídeos se pudo apreciar cómo un grupo extraño al barrio inicia el intento de saboteo. Los objetivos de esa violencia son los de provocar una respuesta similar, criminalizar la disidencia, intimidar a quienes desean un cambio y favorecer la abstención presentando el proceso electoral como un escenario bélico.

Ese uso abusivo y arbitario de la fuerza tiene otro cometido. Es un desesperado manotazo para evitar que la política del cambio y el progreso entre en comunicación directa con los habitantes de un conjunto de emblemáticos barrios caraqueños, que durante mucho tiempo se comportaron como bastiones rojos. Si ese enlace ocurre con normalidad, la base de la polarización y sus falsas divisiones volaría hecha trizas, en particular el mito del enfrentamiento entre pobres y ricos como eje de una autonombrada revolución que en vez de soluciones trae matones.

El incidente también demuestra que de las antiguas banderas, como la democracia participativa o la lucha contra la corrupción, solo quedan girones. En vez de discutir con ideas y argumentos el mensaje de progreso, unificación y convivencia que trae Henrique Capriles, pretenden taparle ojos y oídos al pueblo, imponer sus versiones, expropiarle la democracia a los vecinos y comportarse como los amos de la sociedad.

El aviso es claro: El comportamiento de las brigadas rojas en Cotiza es el modelo de orden que sembrarían en los próximos seis años en el país, si los ciudadanos no enfrentamos la aspiración continuista de una persona. Un inútil afán por perpetuarse en el poder sin promesas nuevas y creíbles, con una desgastada capacidad de soluciones, con una carga repleta de fracasos para meternos a todos en el túnel sin salida que llevó a Cuba a una tumba.

Lo importante es que la agresión no pudo acabar con el recorrido y pudimos ver un candidato que con serenidad y coraje continuó su visita. Esa agresión fue otro golpe al vacío. Capriles no se enganchó en una réplica furibunda y desmedida, dando un ejemplo de un modelo de conducta que no reproduce la polarización y la trifulca que siempre benefician al Gobierno.

La pistoleteada contra Capriles permitió fijar la opinión mayoritaria de que el Presidente y su Ejecutivo son los primeros responsables de asegurar que las actividades de esta campaña, que ha iniciado Capriles tan exitosamente por oriente y que se mantendrá hasta octubre, cuente con las garantías que establece la Constitución Nacional para el ejercicio de los derechos políticos. La seguridad del candidato presidencial de la Unidad y de sus acompañantes está en manos del Gobierno Nacional.

La fuerza de la paz

El país se mueve entre dos imágenes, la de Cotiza y la de la fiesta cívica de las primarias. El Gobierno empuja al país hacia Cotiza sin percatarse que su violencia, como su ineficacia o su corruptela, aceleran y expanden las demandas de cambio. Capriles nos invita a ensanchar el camino hacia la paz y el progreso.

Todo el país, agotado por la peleadera, quiere una tregua y el retorno a la paz, la convivencia entre quienes piensan distinto y la unión para acometer soluciones. Pero, "hace falta mucha fuerza para conseguir la paz" como cantaba Alí Primera. No basta con buenas intenciones. Es necesario que la fuerza de la paz sea superior a la de la violencia, no solo en términos éticos y civilizatorios sino en términos de votos. El 7 de octubre es una batalla por la paz y contra los violentos.

Henrique Capriles es la bisagra entre el país que está en las trincheras de un largo enfrentamiento y el país que las observa, porque se resiste a formar parte de ese tipo de conflictos. Es la pista tendida para un reencuentro entre venezolanos; sin indagar de donde vienen, porque importa más hacia que sociedad quieren ir. Capriles es la opción para recuperar pacíficamente el futuro de país que hemos perdido.


Twitter: @garciasim

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