
A la par que se conocía la suspensión de la Cumbre de las Américas que se realizaría entre el 1 y el 5 de diciembre en República Dominicana por falta de consenso en la región, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se preparaba para recibir a sus pares y otros funcionarios de Estado en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE).
El encuentro se llevó a cabo en Santa Marta e incorporó a Europa con el propósito de diseñar un nuevo modelo de integración internacional, pero ya se esperaba que el mandatario neogranadino, con el apoyo de Venezuela, intentara convertir la Cumbre en un frente anti Estados Unidos, a propósito del despliegue militar en el Caribe ampliado al Pacifico cerca de las costas colombianas, y quizás llenar el vacío de la Cumbre de las Américas.
La presencia del presidente de Brasil, Lula Da Silva, uno de los pocos jefes de Estado presentes, y quien ha criticado el operativo aeronaval de EEUU, aunque mantiene diálogo abierto con Washington, sería un refuerzo a dicha intención de Petro.
Transcurrida la Cumbre Celac-UE, distintos análisis arrojan más sombras que luces al no resultar lo esperado, al punto que el encuentro previsto para el domingo 9 y lunes 10 de noviembre solo duró un día. De 60 países invitados -33 de la Celac y 27 de la UE- según reportes de medios internacionales, sólo nueve estuvieron representados por sus jefes de Estado o de Gobierno; entre ellos Pedro Sánchez, de España, y Lula. Luego, el informe final de 52 puntos no fue firmado por todos los países asistentes, incluyendo Venezuela para no desairar a Rusia.
«Petro no logró que fuera una Cumbre antiimperialista», coincidieron un internacionalista y un politólogo consultados por Efecto Cocuyo.
Sin poder de convocatoria
“Creo que la primera impresión es que la Celac no existe. Esos intentos de crear organismos internacionales, con el propósito de fomentar el tema político ideológico, han sido un gran fracaso; lo vemos con la Celac y Unasur. Están destinados a desaparecer. En segundo lugar se demostró que, a pesar de los esfuerzos por llamar la atención a nivel internacional, Petro no tiene ningún poder de convocatoria. Es vergonzoso que el único presidente de la Celac que asistió fue Lula Da Silva”, señaló el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras.
Ni siquiera el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, que debía recibir el traspaso de la presidencia pro témpore de manos de Petro para ejercerla a partir de marzo de 2026, canceló y en su lugar asistió el canciller. También lo hizo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuya presencia se consideraba importante. Algunos analistas y medios hablaron de “presiones” de EEUU y otros de que los países no quisieron prestarse para el “show” de Petro.
Contreras no duda que, entre otras razones, la añadida asistencia a la Cumbre de solo tres jefes de Gobierno de Europa – que seguramente se arrepintieron, dice- provocó que la Cumbre terminara antes de tiempo
“Percibieron que se trataba de una actividad para tratar el tema de la situación militar en el Caribe y prefirieron no prestarse para eso, más aún si en pocos días se celebraria la cumbre ambiental en Brasil (COP 30), que también esperaba a muchos jefes de Estado y de Gobierno”, añadió Contreras.
No fue “antiimperialista”
Pasada la Cumbre, una nota de El País de España llamó la atención sobre otra situación presentada en el encuentro internacional que pareció haber pasado por debajo de la mesa: la administración de Nicolás Maduro, representada por el canciller Yvan Gil, no firmó la declaración final por estar en desacuerdo con el capítulo dedicado a la guerra en Ucrania al malponer a su gran aliado Rusia.
Miraflores, según la reseña periodística, a través de Gil, parecía solo interesado en promover el capítulo 10 del documento final referido al rechazo del despliegue militar de EEUU en el Caribe, ampliado a ataques en el Pacífico que totaliza hasta ahora 20 botes destruidos con 76 tripulantes muertos. Maduro habría exigido una condena contundente de los países a los “ataques letales” con la excusa del combate al narcotráfico, pero los europeos no acompañaron el tono.

Pese a ello, la representación venezolana habría acordado firmar el documento hasta que pidió negociar, sin éxito, el punto 14 en el que los bloques de países expresaron su preocupación por la guerra en Ucrania y “su inmenso sufrimiento humano”. La actitud fue calificada de “doble rasero” por la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, porque mientras se denuncia la violación del derecho internacional por parte de EEUU, Venezuela se niega a reconocer el ataque armado por parte de Rusia contra Ucrania.
Miraflores procura el apoyo de Rusia frente a lo que considera es una amenaza de EEUU de invadir su territorio y provocar un cambio de gobierno en Venezuela.
“La Cumbre dejó en evidencia el riesgo que corre el liderazgo del presidente Petro, quien además fracasó en su intento de que la Cumbre le plantara cara a (Donald) Trump. Sin duda Petro intentó ambientar en días previos y durante su discurso desenfrenado para llamar la atención, para lograr un mayor acuerdo contra EEUU, pero no le salió como esperaba”, sostuvo el politólogo colombiano, Rubén Erazo.
Al ser consultado sobre si Lula Da Silva habría respaldado a Petro con su presencia, el también consultor político expresó que el mandatario brasileño, como líder regional, prioriza sus intereses geopolíticos, por lo que procura mantener buenas relaciones, no solo con Petro sino con Rusia, China y EEUU.
“El presidente Lula tiene repercusión internacional, pero no lo veo alineado totalmente con el presidente de Colombia; fue importante su presencia, pero una Cumbre antiimperialista no fue”, sostuvo Erazo.
¿Hacia dónde va la Celac?
Desde Venezuela hubo voces que rechazaron que en la Celac-UE se “intercediera” de alguna manera por regímenes no democráticos como Venezuela y Cuba pero no se pidiera la liberación de más de 800 presos políticos en Venezuela, la mayoria producto de la represion post electoral de 2024.
El excandidato presidencial y diputado electo de la Asamblea Nacional (AN), Henrique Capriles, dijo apoyar todas las iniciativas de diálogo en la región como la Cumbre para tratar de evitar confrontaciones en América Latina, que reitero, solo traerán un mayor sufrimiento, pero a la vez pidió a través de un comunicado público, que la denuncia sobre el “secuestro a los valores democráticos y el derecho de la gente a decidir su futuro” en elecciones, no queden “en la nada”.

“Este es el momento para que los países de América Latina, el Caribe y Europa, demuestren que la diplomacia, el diálogo y la negociación, si pueden rendir frutos. Se necesitan acciones que trasciendan a comunicados y a fotos oficiales. No se puede dejar de lado la crisis política de Venezuela, que hoy afecta a toda la región”, reza el comunicado, divulgado el domingo 9 de noviembre.
Para Erazo, precisamente la falta de resultados concretos de Cumbres anteriores, especialmente en el área económica, al que se le suma el fracaso de la reciente ante la escasa convocatoria, ha marcado la historia de esta comunidad regional fundada en 2011 por líderes como Lula y el expresidente venezolano, Hugo Chávez, por lo que no le augura un futuro muy prometedor.
Indicó que la presencia de la UE como bloque sólido y una sola moneda en uso, contrasto con la escasa presencia de una Celac cuyo origen es ideológico (izquierda), lo que hace que cambios de gobierno en países como Argentina, Ecuador, Bolivia e incluso las posturas de Chile, alejados de la izquierda suramericana, la afecten.
“Su futuro dependerá en gran medida de lo que termine ocurriendo en Perú, Colombia, donde se aproximan elecciones presidenciales e incluso en Venezuela. Las próximas corrientes ideológicas en los próximos meses y años determinaran hacia dónde va la Celac”, agregó.
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