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domingo, 10 de noviembre de 2024

Política de Trump hacia Maduro y su atrincheramiento en el poder: una incógnita que aún no se despejará dicen analistas


Política exterior de Trump hacia Maduro y su atrincheramiento en el poder: una incógnita que aun no se despejará dicen analistas

A propósito de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ya se manejan varias hipótesis sobre lo que podría ser su política exterior hacia Venezuela, a partir de los comicios del 28 de julio en los que el Poder Electoral declaró ganador a Nicolas Maduro sin mostrar las actas de votación. 

Las expectativas se dividen principalmente entre quienes piensan que Trump será más radical frente a Maduro por no reconocer que fue derrotado por la oposición y decidir juramentarse el 10 de enero y los que no esperan que el tema Venezuela sea una prioridad, comparado con lo que ocurre en otras latitudes como las guerras en la franja de Gaza y Rusia contra Ucrania.

Para analistas consultados por Efecto Cocuyo no hay certezas sobre lo que será el comportamiento del magnate a partir de su toma de posesión, el 20 de enero de 2025, propenso según se advierte, a “dar sorpresas”. 

Todo dependerá, se ha señalado, de los asesores con los que cuente el nuevo mandatario estadounidense y a quien designe como subsecretario de Estado para manejar las relaciones con América Latina, puesto que el contexto mundial es distinto, aunque se considera que un reconocimiento a Maduro como presidente es “improbable” . 

Posición incierta 

El presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras, destaca que durante la campaña electoral Trump hizo mayor énfasis en el tema migratorio, desde el punto de vista de personas que estarían llegando a EEUU a cometer delitos “con generalizaciones lamentables”, y casi nada sobre el tema político, lo que hace aún más incierta cuál será su posición respecto de la administración de Maduro, a partir de lo ocurrido el 28 de julio. 

“No hay nada distinto que haga pensar que las relaciones puedan cambiar para bien entre Estados Unidos y Venezuela. La política hacia Venezuela es bipartidista, es decir, compartida por demócratas y republicanos. Tengo información de que una gran porción de los venezolanos que viven en  Estados Unidos votó por Donald Trump, quizás porque se piense que puede tomar mayor acción hacia el gobierno venezolano, por lo que ese podría ser un elemento que influya”, sostuvo. 

Durante su primer mandato (2017-2021), Trump reconoció al gobierno interino de Juan Guaido, luego de que fuera juramentado por la Asamblea Nacional que declaró la vacante absoluta del cargo de presidente de la República en 2019. Un duro golpe asestado a Miraflores en su momento, fue la detención y deportación del empresario colombiano, hoy ministro de Industrias de Maduro, Alex Saab, para ser enjuiciado en EEUU por delitos como lavado de dinero. 

Antes, en diciembre de 2017, la justicia norteamericana condenó a Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas (sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro) a 18 años de cárcel por narcotráfico.  Tanto Saab como los Flores fueron liberados por la gestión de Joe Biden al ser canjeados por presos políticos en Venezuela.

Nueva administración 

La que comienza en enero es una nueva administración, aun cuando se trate del mismo presidente. Lo primero es que las circunstancias actuales y la situación geopolítica mundial son diferentes. Hay variables distintas en la ecuación como la invasión rusa a Ucrania, la escalada del conflicto palestino-israelí, entre otras. Lo segundo es que el presidente Trump tendrá otro gabinete con visiones probablemente distintas a las que acompañaron a los funcionarios de su anterior gobierno”, advirtió en coincidencia el consultor político, Luis Toty Medina Gil.  

El CEO de la firma consultora Poliestrategia apuntó que el caso de Venezuela también habría que introducir la coincidencia de los presidentes Vladimir Putin y Trump en algunos aspectos geoestratégicos para ambos países, entre lo que podría incluirse el tema Venezuela.

“Creo que habrá mucho pragmatismo y se privilegiarán los intereses internos de cada gobierno, especialmente los energéticos, por encima de los asuntos domésticos de Venezuela, pese a que esos temas tengan impacto en la región, siguen siendo de naturaleza interna.   Por eso estimo que se mantendrán las licencias de operación a las transnacionales petroleras, por ejemplo. Y se abrirá un compás de negociación bilateral directa y sin mediadores para el resto de los temas binacionales”, agregó. 

Es muy recordada la frase de Trump: “Todas las opciones están sobre la mesa”, en alusión a una supuesta probabilidad de intervención militar en Venezuela, si Maduro no aceptaba ir a elecciones democráticas, que no trascendió del terreno de las especulaciones y fue criticada por su poca viabilidad. 


¿A quién reconocerá Trump? 

Para el consultor político y el internacionalista es difícil anticipar en estos momentos a quien reconocerá Trump como presidente de Venezuela porque el magnate “es impredecible” , por lo que habrá que esperar a la juramentación de Maduro, pese a las denuncias de fraude electoral y luego la de Trump para saber la postura oficial del nuevo gobierno estadounidense. A menos que el presidente electo este 5 de noviembre, despeje la duda antes. 

“Creo que va a ser una decisión tomada bajo el entorno en que asuma el presidente Trump en enero. Lo más probable es que espere a ver cómo evoluciona la relación con Miraflores y de ahí podría no reconocer a alguno de los dos o reconocer a Edmundo González para ejercer presión sobre el régimen de Venezuela, pero reconocer a Nicolás Maduro como presidente creo que será muy improbable”, expresó Medina Gil. 

Contreras señala que el tema petrolero no será determinante para un reconocimiento a Maduro y apuesta a que el republicano mantenga en general las sanciones contra el gobierno venezolano y a la vez, las licencias otorgadas a la empresa Chevron por la administración Biden, para que siga operando en Venezuela. Aunque tampoco descarta que Trump pueda hacer una revisión de las medidas al no haber sido eficientes para recuperar la democracia en Venezuela. 

Negociaciones bilaterales tras bastidores hicieron posible la celebración de las primarias opositoras en 2023 y la candidatura de Gonzalez Urrutia en las presidenciales, pero no impidieron lo ocurrido el 28 de julio. 

Tanto Edmundo González como la líder opositora María Corina Machado felicitaron a Trump por la victoria. Machado le subrayó que siempre han contado con su apoyo para una transición democrática en Venezuela. Maduro, a través de la Cancillería, también hizo lo propio pero pidió respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos en las relaciones bilaterales. 

“Trump tendrá mucho poder, la mayoría en la cámara de Representantes y en el Senado, por lo tanto tendrá la posibilidad de implementar las políticas que prometió en la campana y más, no tendría ningún tipo de excusa. Además tiene mayoría en la Corte Suprema norteamericana, así que tiene el camino abierto”, advirtió Contreras. 

Énfasis en la migración 

“Las veces que Trump se refirió a Venezuela durante la campaña fue para hablar de algunos venezolanos que han estado delinquiendo en Estados Unidos. Así que no siento que pueda haber, bueno ojalá me equivoque, nada positivo hacia Venezuela en esta materia. Por otro lado, muy complicado el medio oriente y Europa, que seguramente van a estar gravitando más que el tema venezolano”, señaló Contreras al ser consultado sobre si la situación venezolana será prioridad para Trump en este segundo mandato. 

Trump ha dicho que expulsará a migrantes en condición de ilegales y ha propuesto que quienes se dirigen a Estados Unidos sean retenidos en México hasta que se resuelva su entrada legal a territorio estadounidense. Analistas no ven viable una deportación masiva de quienes están en ese país, indocumentados, por el impacto que podría tener en la economía.

Según reseña de EFE Trump visitó Aurora, ciudad de Illinois, a principios de octubre, dibujándola como una ciudad “invadida” por el Tren de Aragua, una banda criminal transnacional de origen venezolano, pero las autoridades locales han refutado la narrativa, acusando al republicano de estar “exagerando gravemente”.

“Con respecto al tema migratorio, Trump ha sido muy directo y ha reiterado que iniciará un proceso de deportaciones masivas apenas tome control de su oficina. Se prevé que esto generará mucha tensión entre los migrantes, principalmente los que están en condición de ilegales y quienes aún no tienen un sólido estatus migratorio en los Estados Unidos. Sin embargo, cabría esperar que llegado cierto punto, esta política sea revisada o incluso detenida”, dijo Medina Gil.  

Ello, explicó, porque Trump fue elegido, entre otras cosas, porque la economía es el principal problema que ponderan los estadounidenses y existe una valoración positiva de su gestión económica anterior, por lo que una deportación masiva sostenida durante un periodo muy largo causaría, a su juicio, un impacto muy fuerte en la economía interna de EEUU.

“Los inmigrantes son una parte muy importante y numerosa de la fuerza laboral de este país, el primer impacto sería un descenso apreciable en la productividad y un proceso inflacionario muy fuerte. Nadie quiere algo como eso”, añadió. 

Efecto Cocuyo.

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