Redacción (ALN).- El líder opositor de Venezuela Juan Guaidó, a quien casi 60 países reconocieron hasta el pasado diciembre como presidente interino de la nación caribeña, reconoció en una reciente entrevista que hubo «algo de ingenuidad» en su intento de desalojar al chavista Nicolás Maduro del poder.
«Puede ser que haya habido algo de ingenuidad», dijo Guaidó en una entrevista con el programa Los Informantes de la televisión colombiana Caracol. «(Hubo) más errores de lo que no hicimos o de lo que no ejecutamos más rápido» para enfrentar a Maduro, agregó.
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Guaidó entusiasmó a los simpatizantes de la oposición en Venezuela cuando proclamó en enero de 2019 un gobierno interino que recogió apoyo internacional y unió a las fuerzas del antichavismo bajo una causa común.
Y, pese a que el apoyo interno parecía ser importante, no logró seducir a los trabajadores públicos ni a las Fuerzas Armadas, cuyos jerarcas se declaran públicamente como «profundamente chavistas» y leales a Maduro, quien gobierna desde 2013.
Guaidó sueña con regresar a Venezuela
El opositor, que reside en Miami desde finales de abril pasado tras huir de Venezuela, también dijo que sueña con regresar a su país.
«Yo estoy hoy en este país no porque quiero, sino porque me expulsaron», dijo sobre su estancia en Estados Unidos, donde está con su esposa e hijas.
Con todo, expresó que, si bien espera volver «muy pronto» a su país, desea hacerlo de manera «segura».
«No le voy a regalar un rehén más a Maduro, no voy a permitir que secuestren mi voz que representa parte de la lucha de estos años en Venezuela», explicó.
«Tengo mucho que aportar»
Asimismo, el exdiputado afirmó que tiene «mucho que aportar» a Venezuela, pese a que ya no desea «un cargo» público.
«Siento que tengo mucho que aportar, pero más que un cargo, quiero volver, quiero regresar a un país en democracia», insistió.
Pero, reiteró, no lo hará si pone en riesgo su integridad o la de los suyos, al tiempo que recordó que al menos 26 miembros de su equipo de trabajo fueron detenidos o tuvieron que dejar el país.
En ese sentido, apuntó que cualquier ejemplo que ofrezca sobre los posibles consecuencias de su retorno en este momento a Venezuela «puede quedarse corto».
Y, pese a que el apoyo interno parecía ser importante, no logró seducir a los trabajadores públicos ni a las Fuerzas Armadas
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