Se alega interés público, cuando la empresa apenas representa el 0,3 por ciento del tráfico aéreo en España
No sólo por la ilegalidad de que miembro del Gobierno español recibiera y permitiera entrar a España a una de las 25 dirigentes del Gobierno de Venezuela sancionadas por la Unión Europea, sino porque esa dirigente está vinculada a la aerolinea Plus Ultra, la misma a la que el ejecutivo socialcomunista acaba de rescatar con 53 millones de euros de dinero público, con la peregrina justificación de que es ‘estratégica’ para el turismo español.
Todo indica que, en este manejo del dinero que pagan con gran pesar los sufridos contribuyentes españoles, alguien ‘se lo lleva crudo’.
Lo han contado este 10 de marzo de 2021 en el programa de Carlos Herrera, en la Cadena COPE, pero son Beatriz Triguero y Joaquín Hernández quienes han levantado la liebre y lo cuentn con todo detalle en el online Vox Populi.
La noticia oficial, anunciando que el Consejo de Ministros había aprobado este martes el rescate a la aerolínea Plus Ultra con 53 millones de euros a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), parecía de lo más inocente.
La propia mientra Montero, en la rueda de prensa posterior, explicó que la aerolínea, «que opera vuelos internacionales a algunos destinos de Latinoamérica y emplea a 345 personas de manera directa», había recibido este respaldo financiero al ser considerada como «estratégica» por la importancia que tiene el transporte aéreo para España y su contribución al turismo.
Lo acongojante, como detalla Vox Populi, es que según las estadísticas de Aena, Plus Ultra aporta poco más del 0,3% de las conexiones aéreas.
En concreto, la compañía registrada en España operó un total de 823 vuelos en los aeropuertos españoles en 2019.
Esto la situaba en la posición 166 por tráfico, muy por detrás de otras aerolíneas también españolas como Iberia, Vueling, Air Europa (que también ha sido rescatada con 475 millones) o Evelop, que contribuyen a garantizar la conectividad en el corto, medio y largo radio.
Hay otras aerolíneas «pasándolo mal» con un peso más importante en el mercado aéreo.
Y abundan las compañías que cubren las mismas rutas que Plus Ultra, por lo que «su desaparición no supondría un problema» en términos de conectividad.
Es decir, que Plus Ultra no tiene nada de ‘estratégico’ para el turismo español.
Y ahora viene lo bueno: el énfasis en la condición de ‘empresa española’ es también falso o por lo menos dudoso, porque casi la mitad de las acciones de Plus Ultra pertenecen a la sociedad Snip Aviation S.L., presidida por el venezolano Rodolfo José Reyes Rojas.
Se trata de un empresario cercano a la órbita del presidente Nicolás Maduro, que ha estado en el punto de mira de la Asamblea Nacional Venezolana por un posible caso de corrupción.
Los propietarios y los directivos de la compañía nunca han escondido sus buenas relaciones con el Gobierno venezolano. Durante un discurso en 2018, el actual presidente de la aerolínea, el español Fernando García Manso, daba las «gracias» públicamente a Nicolás Maduro tras la inauguración de la ruta directa entre Madrid y Caracas.
«Sin su ayuda hubiese sido casi imposible realizar el proyecto».
Los accionistas venezolanos de Plus Ultra -Reyes Rojas, El Arigie Harbie y Roselli Mieles- están vinculados empresarialmente con Camilo Ibrahim.
Este magnate venezolano de origen árabe guarda buena relación con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y la esposa de Maduro, Cilia Flores. Así lo aseguran fuentes que citan a empresarios del país suramericano y a funcionarios del área de contrataciones públicas del Gobierno chavista.
Los cuatro empresarios conforman el consejo de administración de al menos una sociedad, Alimentos Los Páramos S.L..
Esta se registró el pasado 31 de diciembre de 2020 en el registro mercantil con el objeto social de «comercialización al por mayor y al por menor de todo tipo de alimentos y, en especial, de café en grano, molido, trillada o en cualquier otra forma, así como la fabricación, manipulación, envasado y tostado de todo tipo de café», según ha podido comprobar este periódico.
Además, Rodolfo José Reyes Rojas y Camilo Ibrahim fueron citados en 2018 por la Asamblea Nacional Venezolana por «presunta corrupción» dentro de programas de ayuda social, de la mano del colombiano-libanés Alex Saab.
El Gobierno estadounidense ha señalado a Saab como principal «testaferro» de Maduro en el lavado de dólares y adjudicación fraudulenta de millonarios contratos oficiales.
En concreto, según acusa Washington, Saab lideró una trama de contratos sobre materiales de viviendas prefabricadas «sociales» importados de Colombia y Ecuador que nunca llegaron a montarse o lo hicieron con sobrecostes.
Los accionistas venezolanos de Plus Ultra -Reyes Rojas, El Arigie Harbie y Roselli Mieles- están vinculados empresarialmente con Camilo Ibrahim. Este magnate venezolano de origen árabe guarda buena relación con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y la esposa de Maduro, Cilia Flores.
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