El primer país golpeado por el virus y en confinar a su población fue además uno de los pioneros en generalizar el uso de códigos QR para controlar los desplazamientos, identificar los casos contacto y aislar a los enfermos.
– Códigos QR –
Los chinos pueden difícilmente escapar al ritual de escanear un código de barras con su celular y dar pruebas de su honestidad, con una aplicación que entrega un pase “verde”, sinónimo de buena salud.
Este proceso se exige a la entrada de un edificio, de un comercio o de un parque, así como para tomar el avión, el tren o el taxi.
El celular descifra un código, generalmente constituido de mosaicos de cuadrados negros sobre fondo blanco –código QR–, lo que permite dejar un rastro digital de su paso por un lugar preciso en un momento determinado.
Si una persona está enferma, sus casos contacto pueden identificarse rápidamente. En China, las aplicaciones de rastreo anticovid están directamente asociadas a un número de identidad.
En el celular, un “código sanitario” de color aparece: verde (ningún problema), amarillo (obligación de permanecer en cuarentena en casa) o rojo (cuarentena en un lugar previsto para ello).
– ¿Cómo funciona? –
En China, hay una multitud de aplicaciones anticovid en función de las ciudades y las regiones, pero todas no recaban la misma información.
La aplicación del gobierno se basa en datos de geolocalización facilitados por los operadores y analiza los movimientos en los 14 días precedentes.
Esto permite saber si un individuo ha estado en una zona de alto riesgo o se ha cruzado con un enfermo de covid-19.
Otras aplicaciones utilizan fuentes diferentes como reservas de billetes de tren o de avión.
– ¿Es obligatorio? –
La aplicación de rastreo no es obligatoria, pero, en la práctica, es casi imposible acceder a un espacio público o desplazarse si no se tiene.
En 2020, la prensa informó del caso de un criminal huido desde hacía 24 años que acabó entregándose, ya que se volvió casi imposible desplazarse sin una aplicación ni un celular.
En China, a las pocas personas que no disponen de teléfono o a los niños pequeños se les da un código QR para colgarlo del cuello.
Durante un control, las autoridades sólo tienen que escanearlo para asegurarse de que no proceden de las llamadas zonas de riesgo.
– ¿Es eficaz? –
En primera línea contra el coronavirus a finales de 2019, China es actualmente uno de los pocos países que recuperó un ritmo de vida casi normal por, entre otras medidas, el uso generalizado de mascarillas y las pruebas masivas de diagnóstico.
“Su eficacia se explica por todo esto, no sólo por la aplicación”, señala a la AFP Jean-Dominique Séval, especialista en economía digital china y director de Soon Consulting.
La aplicación dispone de un historial de pruebas de diagnóstico y de vacunas. Y los metadatos permiten identificar y aislar a los enfermos, lo que “tranquiliza a todo el mundo”, según Séval.
– ¿Un modelo chino? –
En base a su experiencia en la gestión de la epidemia, Pekín aboga por la adopción de un código sanitario universal en todo el mundo.
Y China lanzó el lunes un “pasaporte sanitario” para permitir la reanudación de los viajes al extranjero.
Pero “la puesta en marcha puede ser larga y complicada”, ya que se necesitan previamente acuerdos entre países, advierte Séval.
El pasaporte sanitario está diseñado para mostrar y autentificar datos sanitarios de pasajeros, como los test para detectar el covid (PCR y anticuerpos) o su estado de vacunación.
El presidente chino, Xi Jinping, propuso esta iniciativa en noviembre durante la cumbre del G20.
– ¿Vida privada? –
La gran mayoría de los chinos están contentos con el sistema de rastreo.
Los código QR ya se usaban ampliamente antes de la epidemia para pagar con el celular en China, donde el dinero en efectivo ha casi desaparecido.
Sin embargo, la cuestión de los datos personales también se plantea en el gigante asiático, apunta el especialista.
“No podemos decir que sea completamente un ‘Gran Hermano'”, pero tampoco se puede hacer cualquier cosa, estima Séval.
Los códigos QR son además el “medio de ataque ideal de los ciberdelincuentes”, advierte Roman Zaikin, experto en ciberseguridad de la empresa CheckPoint.
“Un código QR malicioso es indetectable a simple vista”, pero una vez escaneado, ya es demasiado tarde, explica Zaikin.
Los códigos QR son además el “medio de ataque ideal de los ciberdelincuentes”, advierte Roman Zaikin, experto en ciberseguridad de la empresa CheckPoint. “Un código QR malicioso es indetectable a simple vista”, pero una vez escaneado, ya es demasiado tarde, explica Zaikin
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