Se trata de un giro sorpresivo si se toman en cuenta las reiteradas amenazas de su predecesor, el fallecido líder populista Hugo Chávez, de nacionalizar Empresas Polar SA, a la que acusaba de acaparar alimentos con el fin de sabotear la revolución bolivariana que Chávez encabezaba.
Maduro se reunió esta semana con Lorenzo Mendoza, el máximo ejecutivo de Polar y la bestia negra de Chávez, para que colaboraran para tratar de resolver los problemas alimentarios. Un día antes, Mendoza se reunió por separado con el vicepresidente Jorge Arreaza, que también es el yerno de Chávez.
Después de las reuniones, el gobierno de Maduro prometió un aumento de 20% en los precios de productos clave de la canasta alimentaria como pollo, carne de res y lácteos, que son controlados por el Estado.
Se trata de un reconocimiento implícito de que los controles de precios que buscaban contener la inflación han impedido que los proveedores cubran sus costos y, por lo tanto, afectaron la provisión de alimentos.
"Ahora vamos a trabajar", dijo Maduro refiriéndose a su reunión con Mendoza en un encuentro con agricultores en Barinas, el estado donde nació Chávez. "Él se comprometió y yo me comprometí. Tú a trabajar y yo a gobernar, y todo el apoyo que necesites estamos listos para apoyarte también", aseveró.
Las medidas apuntarían a una distensión, al menos por el momento, entre el nuevo gobierno y el golpeado sector privado venezolano, y ofrecen indicios de una emergente independencia de Maduro, quien trata de escapar de la imponente sombra de Chávez.
El esfuerzo por hacer las paces con el empresariado se explica por los profundos problemas económicos y sociales que dejó Chávez, quien falleció en marzo luego de una batalla contra el cáncer que duró casi dos años. A pesar de años caracterizados por altos precios del petróleo, Venezuela sufre de escasez, una inflación alta y una producción interna débil luego de años de nacionalizaciones. El país importa 75% de lo que consume.
"Las empresas solían reunirse con gente del gobierno que no tenía el poder para tomar decisiones de ningún tipo, pero ahora se están reuniendo en la oficina" del presidente, indicó Ismael Pérez Vigil, presidente ejecutivo de la Confederación Venezolana de Industriales, o Conindustria. "Es evidente que los niveles más altos del gobierno se tienen que haber dado cuenta de que el sector privado no puede ser marginado en este tema de suministrar al país. No hay otras alternativas".
Mendoza dijo que los funcionarios prometieron entregar todo el maíz y el arroz que la empresa necesitaba para mantener su producción. "Confío plenamente en lo discutido en la reunión…de solventar los problemas y el respeto mutuo", a partir de lo conversado en el encuentro con el mandatario, afirmó el empresario en comentarios a la televisión estatal.
Algunos analistas advirtieron, sin embargo, que el gobierno tenía que construir un puente específicamente con Polar para detener la crisis alimenticia, pero eso no significa que vaya a hacer lo mismo con otras empresas privadas. Pero hay señales de progreso. El ministro de Finanzas Nelson Merentes ha llevado a cabo reuniones con líderes empresariales, incluyendo representantes de la filial de la española Telefónica SA, TEF.MC +0.22% para analizar los problemas cambiarios.
Mejorar la economía será una tarea crítica para Maduro, que casi perdió las elecciones de abril a pesar de contar con mucho más recursos que el candidato opositor.
Por KEJAL VYAS y SARA SCHAEFER MUÑOZ / Wall Street Journal
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