Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 29 de septiembre de 2025

CANTO A MARACAIBO Por Douglas Zabala

 


          

   I

En tiempos de luna y canto, 

vivía un señor de encanto, 

Zapara, guardián y dueño 

de selva, río y caimán. 

Mas no del rayo encendido 

que cruzaba el cielo herido, 

ni del trueno al rugir 

que hacía la selva latir. 

              II

Dicen que un día furioso, 

por amor tan prodigioso 

de Maruma, su adorada, 

pisó fuerte la morada. 

Así nació la hondonada, 

donde hoy el lago reposa, 

lágrima sagrada y alada 

de historia poderosa. 

            III

Alfínger, hombre extranjero, 

curioso y aventurero, 

preguntó a los pobladores 

por el nombre de esos lares. 

Maracaibo, le dijeron, 

y sus ojos lo entendieron. 

Con firme y noble decisión, 

fundó ciudad y canción. 

               IV

Ambrosio Alfinger llegó, 

y con empeño fundó 

el pueblo que floreció. 

Ricardo Aguirre y Molero, 

con su gaita y su esmero, 

cantaron con pasión 

tu historia y tradición. 

               V

Bajo el sol que nunca duerme, 

camino calles de antaño, 

donde el alma cada día 

se engrandece como el alba, 

con recuerdos que guían 

nuestro paso en la historia. 

              VI

Lago inmenso, fiel testigo 

de la gesta de

Manrique y Padilla. 

Bolívar dejó contigo 

independencia y coraje, 

libertad como equipaje, 

puerto, gaita y pescadores, 

Maracaibo, pá vos, yo tengo

siempre canto y oleaje. 

            VII

Los enlosaos murmuran 

las historias del Saladillo, 

y en cada esquina perduran 

risas, juegos y brillo. 

La Chinita nos ampara 

con su luz y su encanto, 

guía firme que no para 

de alumbrar nuestro canto. 

             VIII

Desde la VOC resuena 

la gaita que nos despierta, 

verso y tambora plena, 

fe que es nuestro emblema. 

Cantores de mi tierra, 

voz que vibra en la arena, 

palmas, marullo ardiente, 

malecón de colores. 

Yepes y Lossada presentes, 

nobles trovadores, 

Baralt escribe en el viento 

nuestros sueños y valores. 

               IX

San Juan de Dios me recibe 

con credo en los labios, 

y la Chinita percibe 

mi promesa sin agravios. 

Maracaibo, tierra mía, 

patria sin desvaríos. 

              X

Maracaibo noble y leal, 

tu Chinita es nuestra guía, 

del sendero a transitar, 

Udón canta con Calcaño, 

Astolfo le da su voz, 

y en tiempos más tempranos 

Delgado y su ayuntamiento

alzaron la libertad pá vos. 

           XI

Lago, puerto y libertad, 

con Urdaneta en la orilla, 

la ciudad en su verdad 

se alzó firme y sin rodilla. 

Fundación de alma grande, 

Maracaibo, vos soy 

llama que brilla constante. 

              XII

En este canto soberano, 

pongo toda mi hidalguía, 

y como buen venezolano,

te lo digo con orgullo.

Maracaibo, yo a vos 

te quiero más cada día. 

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