
La capital zuliana produce entre 1300 y 1400 toneladas de basura al día. Por fallas en el suministro de combustible, unas 1000 toneladas permanecen sin recolectar. La alcaldía exhortó a la ciudadanía a mejorar la disposición de los desechos y evitar su acumulación en las calles.
Maracaibo. Desde hace más de 15 días se ha registrado una alarmante acumulación de basura en Maracaibo, capital del estado Zulia. Las fallas en el sistema de recolección, sumadas a la inadecuada disposición de residuos por parte de los ciudadanos en las principales avenidas, han agravado la situación.
Más allá de los retrasos operativos y logísticos, la situación refleja un problema estructural de educación cívica y conciencia ecológica. La falta de cultura ambiental, el desconocimiento de las normas de recolección y la ausencia de consecuencias efectivas ante el incumplimiento han hecho de la basura un elemento cotidiano en el paisaje urbano.
El sociólogo Manuel Vivas analizó este fenómeno desde el comportamiento social de quienes no cuidan la ciudad ni el medio ambiente.
“Las ciencias sociales califican estos comportamientos sociales como autodestructivos. En el caso de la gestión de residuos, existe una falta de herramientas de recolección o disposición de los mismos para los ciudadanos y esto es una correlación entre el actor, que es el marabino, con la municipalidad que debe rendir cuentas sobre este servicio”.
Educación y conciencia
Las conductas autodestructivas son definidas por la ciencia como aquellas acciones que un individuo realiza, consciente o inconscientemente, y que le generan daño. En este caso, afectan también al entorno colectivo.

El experto recalcó que investigaciones señalan que factores ambientales, sociales y personales, como el aislamiento o traumas infantiles, pueden contribuir a estas conductas.
“El marabino no está consciente del tema ecológico, no diría que es un tema cultural, sino de incentivo legal y logístico por parte del estado. La mala disposición de la basura es mera falta de conciencia, por eso hay que abordar el área educativa, si hay educación ambiental y además, la municipalidad da herramientas de recolección con mayor tecnología, habrá un equilibrio”,
explicó Vivas.
Desorden que preocupa
Norberto Perozo, presidente del Instituto Municipal del Ambiente (IMA) de Maracaibo, reconoció que la crisis ambiental es una preocupación constante y reiteró su llamado a la conciencia colectiva.
“La ciudadanía tiene que tomar conciencia. Nosotros trabajamos para concientizar a la sociedad, pero es difícil muchas veces lograr una armonía entre las comunidades, el comercio y el medio ambiente”, refirió.
El IMA, un organismo dependiente de la Alcaldía de Maracaibo, enfoca sus esfuerzos en las 12 cañadas más vulnerables de la ciudad —Morillo, Fénix, Arreaga, Hamburgo, Lara, Zapara, Caribe, Silva, Chocolate, Caimito, Macuto y Caribe Dos— mediante intervenciones manuales y con maquinaria. Perozo lamentó que la gente siga arrojando basura en estas quebradas, poniendo en riesgo su salud y seguridad.
“Hemos encontrado lavadoras, neveras, partes de vehículos, televisores en las cañadas que terminan obstruyendo los canales de salida causando desbordamientos. En el caso del plástico, es otro sistema porque él flota y con la presión del agua, el resto de la basura se sedimenta y tapa las salidas”, explicó.
Perozo coincidió con Vivas en que la ciudadanía aún no es plenamente consciente del daño que causa.

“La conciencia y la educación debe comenzar en el hogar, con nuestros niños, enseñarles que debemos conservar el medio ambiente. Las escuelas y universidades deben apegarse a un plan de reciclaje que luego se transforme en productos terminados. Tenemos que trabajar unidos si queremos lograr inversión, pero sin reciclaje no vamos a tener una Maracaibo limpia y verde”, alegó.
Una bolsa mal puesta basta
El presidente del IMA también alertó sobre las consecuencias sanitarias del mal manejo de residuos, la tala indiscriminada de árboles y la quema de basura, práctica altamente tóxica.
“Todo comienza con una bolsa y cuando venimos a ver tenemos hasta cinco toneladas mal dispuestas. Hay que respetar los días de recolección porque tener la basura acumulada en las avenidas por mucho tiempo genera moscas, zancudos y animales carroñeros”.

Pese a los esfuerzos de concientización, el IMA, junto a fiscales ambientales y la policía ecológica, ha comenzado a aplicar sanciones que van desde 80 a 120 unidades tributarias, incluso a camiones que vierten residuos en botaderos clandestinos.
Sin combustible
Marco Rivero, presidente del Instituto Municipal de Aseo Urbano (IMAU), informó que desde hace 45 días enfrentan problemas para surtir gasoil a las 54 unidades recolectoras de la ciudad. Actualmente, solo el 70 % cumple la jornada diaria.
“Estamos atravesando algunas dificultades con la recolección de los desechos sólidos debido a las fallas en el suministro de gasoil. Hace mes y medio que no surtimos a precio justo (0.50 centavos de dólar), no se consigue la cantidad que se requiere y en el mercado negro está en 1.50, entonces las empresas en vez de sacar todas las unidades, sacan seis o menos y eso ha traído bastante retraso en el servicio”,
expuso.
Durante el primer trimestre de 2025, la frecuencia de recolección pasó de dos a tres veces por semana, pero con la escasez de combustible, de las 1400 toneladas de basura que produce Maracaibo cada día, unas 1.000 quedan en calles y barrios por falta de cobertura.

Rivero recalcó que los camiones compactadores no están diseñados para recoger residuos como ramas, cauchos, electrodomésticos o animales muertos.
“La colectividad debe entender que ese tipo de desechos el IMAU no se los puede llevar porque no se pueden compactar, se dañarían los camiones. Tengan por seguro que nosotros vamos a recoger los desechos en Maracaibo, esta situación la vamos a superar, pero pedimos colaboración con este tipo de materiales”, sentenció.
Moscas, el gran problema de Maracaibo
Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, advirtió sobre la proliferación de moscas en la ciudad, vectores de enfermedades infecciosas, especialmente bacterianas como salmonella y amibiasis.
“Las moscas contaminan alimentos, frutas y superficies comunes en la cocina como vasos, tazas y eso hay que lavarlo con agua y jabón. Pueden transmitir la bacteria que produce el cólera; la salmonella typhi, que produce fiebre tifoidea; salmonella no typhi, que produce disentería; algunas infecciones por áscaris y tracoma”, dijo la infectóloga.
Detalló que una mosca vive 28 días, puede poner hasta 8000 huevos y se reproduce en materia orgánica como excrementos, restos de comida y frutas descompuestas. Su ciclo completo puede durar entre 7 y 10 días.

“Las moscas ponen sus huevos en materia orgánica humana, restos de comida, estiércol y frutas en descomposición de donde se alimentan las larvas. Este ciclo peridomiciliario dura entre siete a 10 días. Una mosca puede poner hasta 8000 huevos a lo largo de su vida, así que el alcance es altísimo. Por eso, es sumamente importante la correcta disposición de excretas, desechos y mantener limpios y tapados los contenedores de basura en casa”, advirtió.
Valenzuela refirió que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 50 % de la población mundial aún evacua al aire libre. Esto favorece la proliferación de moscas.
“La prevención está en el saneamiento ambiental y la correcta disposición de los desechos, un trabajo que es en equipo de las autoridades sanitarias locales y las comunidades. Porque sabemos que las quebradas se usan como depósito de desechos, como baños y no es lo correcto”, finalizó.




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