Según el Barómetro, la "felicidad neta global" es del 40 por ciento. El 31 por ciento de la población mundial tiene fe en que el 2012 será un año con mejores proyecciones económicas que el 2011, mientras el 34 por ciento espera que sea peor; el 27 por ciento restante no espera ningún cambio.
La desesperanza frente al tema económico la lidera Europa, seguida por Norteamérica. El estudio revela que la dura crisis económica que allí se vive es la causante de dicha actitud negativa.
De los 50 países encuestados, 34 son mayoritariamente pesimistas, 15 son mayoritariamente optimistas y en solo uno, India, los optimistas son la misma cantidad que los pesimistas.
La tendencia global ratifica que el dinero no da la felicidad. En pesimismo, está liderada por Francia, donde el índice de esperanza neta tiene un porcentaje negativo de menos 80 por ciento; en optimismo está en la punta Fiji, en el Pacífico sur, con el 85 por ciento, un país que tiene una renta per cápita anual de 4.510 dólares (8'500.000 pesos), y le sigue Nigeria, con el 84 por ciento, y 2.170 dólares per cápita (4'123.000 pesos).
Otras naciones están en un punto medio, como EE.UU. y China, en las cuales el índice de esperanza es del 21 por ciento.
"Quizás el sentimiento de 'ser feliz' es también un rasgo cultural", se aventuran a decir los estudiosos de la Red Mundial WIN-Gallup.
En el estudio se aprecia un notable descenso en los resultados cuando se trata de desempleados, cuya felicidad neta es de solo el 20 por ciento, y los jubilados, de un 34 por ciento. En cuanto a la edad, la encuesta estableció que aquellos entre 51 y 65 años ostentan menor felicidad neta: 33 por ciento. Los mayores de 65 (43 por ciento) y los menores de 30 (44 por ciento) son los más felices. JOSÉ ALBERTO MOJICA PATIÑO / El Tiempo de Bogota