Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 2 de mayo de 2010

En Miami, el caso atrapa a la comunidad venezolana

La colonia venezolana en esta ciudad y sus alrededores se multiplicó varias veces desde la llegada de Hugo Chávez al poder de su país.
Y, en esa población, hay dos certezas. Una, que el caso de las jugosas comisiones que se cobraba a empresarios argentinos para exportar al país caribeño sea, posiblemente, "el episodio de coima más grande que se destape en la historia reciente". Millones de dólares, dicen, como si estuvieran seguros.
Y, con igual certeza, se afirma allí que es "imposible" que en los gobiernos de Caracas y de Buenos Aires no supieran de qué se trataba la maniobra. "¡Cómo no van a saber! Si todas las operaciones de ese tipo están hechas con el mismo objetivo: cobrar la comisión. Es imposible que las dos partes no estén involucradas", dicen.

Lo dicen con tanta convicción que, ante la expresión de incredulidad de quien pregunta, explican: "Lo primero que hay que entender es que el objetivo central de todo el diseño de la operación es cobrar por izquierda, al extremo de que pasa a ser secundario el hecho de que la mercadería involucrada llegue a destino a término, en buen estado o, incluso, que se ajuste a las necesidades".
Algunos, temerosos, hablan con la condición del anonimato. Otros, como el ex presidente de Fedecámaras -la cámara de sectores productivos venezolanos-, Carlos Fernández, ya no se asustan.

Hace 15 años que vive en Miami, tras haberse "escapado" de Venezuela, donde estuvo preso durante el gobierno de Chávez y donde "le pondrán cargos" apenas pise otra vez. "Los niveles de corrupción a los que ha llegado Venezuela son inimaginables. Todo está pensado para la comisión. Y el gobierno argentino no puede ignorar de qué se trata", sostiene.

Mientras ellos hablan, la gente de Palmat International guarda silencio. Junto con Madero Trading, con sede en Buenos Aires, Palmat es la empresa del argentino-venezolano Roberto Jorge Wellisch elegida por ambos gobiernos para cobrar los suculentos porcentajes.

Nadie en las oficinas del empresario en esta ciudad quiso atender la consulta de LA NACION y fueron vanos también los intentos de contactar a Eduardo Antón, quien encabeza el directorio de la firma. No hubo, en ese caso, persona alguna que atendiera la puerta en el despacho que posee en el último piso de un pequeño edificio comercial.

Los venezolanos críticos de Chávez se definen como "del exilio". Ellos, al igual que quienes no tienen mayor cosa contra el líder bolivariano, siguen la evolución del caso por Internet, a través de lo que publica la prensa argentina.
Hasta ahora, la prensa local ha hecho moderado caso de la cuestión, pero empieza a interesarse. El Nuevo Herald habló de un escándalo de corrupción con derivaciones en Miami -a partir de las oficinas de Palmat International- y otro tanto ha hecho la cadena de televisión CNN en español.

Cuando hablan al respecto, salen a la luz los antecedentes. Los vuelos a Caracas, la valija con los billetes voladores de Guido Alejandro Antonini Wilson y la participación en el caso del ex funcionario de concesiones viales Claudio Uberti, un hombre cercano al ministro Julio De Vido, y con llegada directa al ex presidente Néstor Kirchner.
Sólo que ahora los movimientos de dinero que investiga el juez federal Julián Ercolini superan, en mucho, los 800.000 dólares que iban en aquel famoso maletín. Silvia Pisani / Corresponsal en EE.UU. / La Nacion

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