La muerte del gerente de la empresa Río Zaza, Roberto Baudrand; las protestas de las damas de Blanco, la huelga de Fariñas y la cruzada anticorrupción molestan a los Castro
El Gobierno de Cuba comenzó una auditoría en unas 750 empresas, 20% del total del país, en una ofensiva contra la corrupción, lanzada por el presidente Raúl Castro, informó la contralora general, Gladys Bejerano.
Un total de 3.895 auditores, técnicos y estudiantes de economía recorren desde el lunes las empresas de diferentes sectores económicos, a fin de detectar problemas de mala gestión, negligencia o irregularidades.La auditoría, que se realizará durante un mes, es, según el Gobierno, la mayor ofensiva anticorrupción de las últimas décadas, para lo cual Raúl Castro inició un proceso de reforzamiento del papel de la Fiscalía, la Contraloría y los tribunales de Justicia.
Las investigaciones abarcan a altos funcionarios cubanos y a varios empresarios chilenos de la productora de alimentos Río Zaza, propiedad mixta de Cuba y un ejecutivo chileno.
El gerente de esta empresa, Roberto Baudrand, apareció muerto hace una semana en su apartamento de La Habana por una insuficiencia respiratoria combinada con el consumo de fármacos y alcohol, según la autopsia del gobierno cubano.
El periodista opositor Guillermo Fariñas mantendrá su huelga de hambre, que cumple 57 días hoy, pese a la petición de la Iglesia Católica para que desista, según confirmó el propio disidente a la agencia de noticias AFP.
"Con mucho respeto aceptamos lo que dice el cardenal Jaime Ortega y sus obispos (...) pero yo me fortalezco y continúo mi huelga de hambre", agregó.
IGLESIA CONCILIA
En una entrevista con la publicación católica Palabra Nuev a, monseñor Ortega dijo que la Iglesia tiene la misma "disposición conciliadora" que mantuvo en el caso del preso huelguista Orlando Zapata: "pedirle que abandone la huelga de hambre", subrayó.
Tras la muerte de Zapata, a consecuencias de una huelga de 85 días, los obispos pidieron a las autoridades de la isla tomar "las medidas adecuadas para que situaciones como éstas no se repitan". También solicitaron que hagan lo necesario para que "se creen las condiciones de diálogo y entendimiento idóneo".
"Respetamos la opinión del Cardenal y los obispos cubanos, pero consideramos que ellos deben cargar la mano un poco más, en exigirle al Gobierno en nombre del pueblo católico, del pueblo cristiano que representan", expresó Fariñas.
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