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Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.
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jueves, 3 de julio de 2025

La información para entender las clasificaciones por ingresos de los países del Grupo Banco Mundial para el ejercicio de 2026



Cada año, el Grupo Banco Mundial clasifica las economías del mundo [1] en cuatro grupos de ingresos: bajo, mediano bajo, mediano alto y alto. Estas clasificaciones, que se actualizan todos los años el 1 de julio, se basan en el ingreso nacional bruto (INB) per cápita del año anterior, expresado en dólares estadounidenses [2] y calculado con el método Atlas (i).

La importancia de la clasificación por ingresos

La clasificación por ingresos no solo refleja el nivel de desarrollo de un país, sino que también puede influir en su trayectoria de desarrollo. Además, afecta la elegibilidad para recibir asistencia oficial para el desarrollo y financiamiento en condiciones concesionarias.

Evolución de la clasificación por ingresos

Desde finales de la década de 1980, la clasificación de los países en categorías de ingresos ha cambiado. El número de países de ingreso bajo ha disminuido constantemente, mientras que el número de países de ingreso alto ha aumentado.

Esta evolución refleja acontecimientos económicos mundiales más generales, como el crecimiento sostenido en muchos países en desarrollo, la mayor integración en la economía mundial, y los efectos de las reformas normativas y el apoyo de los organismos internacionales. En 1987, el 30 % de los países informantes fueron clasificados como países de ingreso bajo y el 25 % como países de ingreso alto. En 2024, estos coeficientes cambiaron a 12 % (ingreso bajo) y 40 % (ingreso alto).

Progresión regional

Estas modificaciones en la clasificación por ingresos varían significativamente de una región a otra:

*Asia oriental y el Pacífico: En 1987, el 26 % de los países eran de ingreso bajo; para 2024 solo el 3 % permaneció en esta categoría.

*Europa y Asia central: Tanto en 1987 como en 2024, no hubo países en la categoría de ingreso bajo, y los países de ingreso alto disminuyeron levemente del 71 % al 69 %.

*América Latina y el Caribe: Los países de ingreso bajo se redujeron de 2 en 1987 a 0 en 2024, mientras que los de ingreso alto aumentaron del 9 % al 46 %.

*Oriente Medio y Norte de África [3]: los países de ingreso bajo aumentaron de 2 a 3, y los de ingreso alto, al 35 %.

*Asia meridional: Todos los países pasaron de la categoría de ingreso bajo en 1987 a la de ingreso mediano bajo y mediano alto para 2024.

*África subsahariana: Los países de ingreso bajo disminuyeron del 75 % al 45 %, y uno de ellos alcanzó la categoría de ingreso alto.

Estas composiciones cambiantes se representan visualmente en el diagrama a continuación, que muestra las clasificaciones de los países por región y a lo largo del tiempo desde 1987.

Cambios en la clasificación para el ejercicio de 2026

Las nuevas clasificaciones de los países según el nivel de ingresos para el ejercicio de 2026, basadas en el INB per cápita del Atrlas de 2024, están disponibles en esta página (i). Estas revelan cambios debido a modificaciones en el INB per cápita calculado con el método Atlas y los umbrales de clasificación, que se ajustan anualmente según la inflación utilizando el deflactor de los derechos especiales de giro (DEG) (i). A menudo, los umbrales suben con este ajuste; sin embargo, en ocasiones, incluso este año, los umbrales han bajado ligeramente debido a la apreciación del dólar estadounidense frente a otras monedas.

Cambios destacados de los países

Costa Rica pasó de la categoría de “ingreso mediano alto” a la categoría de “ingreso alto”. La economía costarricense ha experimentado un crecimiento fuerte y constante recientemente, con una tasa de crecimiento promedio de 4,7 % en los últimos tres años. En 2023, el INB per cápita de Costa Rica calculado con el método Atlas se acercaba al umbral de ingreso mediano alto. La tasa de crecimiento del 4,3 % registrada en 2024, impulsada por la fuerte demanda interna (consumo privado e inversión), fue suficiente para empujar a Costa Rica a la categoría de “ingreso alto” el presente año.

Este año, Cabo Verde y Samoa pasaron de la categoría de “ingreso mediano bajo” a la categoría de “ingreso mediano alto”:

*En 2024, el PIB de Cabo Verde creció un 7,3 %, un aumento de 2 puntos en comparación con 2023. Este crecimiento fue impulsado principalmente por las industrias relacionadas con el turismo (+16,5 %), mientras que el deflactor del PIB se desaceleró del 4,1 % en 2023 al 1,7 % en 2024. En particular, la División de Población de las Naciones Unidas revisó a la baja los niveles de población (-12,8 % para 2023), lo que explica el aumento general del 16,8 % observado en el INB per cápita calculado con el método Atlas.

*La economía de Samoa creció un 9,4 % en 2024, gracias a la recuperación del sector turístico, los esfuerzos de reconstrucción en curso y las fuertes remesas que impulsaron el consumo. El INB nominal aumentó un 14,8 %. La población creció ligeramente (0,6 %), mientras que el tipo de cambio se mantuvo estable. En consecuencia, el INB per cápita de Samoa calculado con el método Atlas aumentó a USD 4650, lo que le permitió llegar a la categoría de ingreso mediano alto.

Namibia fue el único país cuya clasificación descendió este año, pasando de la categoría de “ingreso mediano alto” a la categoría de “ingreso mediano bajo”. En 2024, el PIB de Namibia creció un 3,7 %, lo que representa una desaceleración de 0,7 puntos con respecto a 2023. La inflación (basada en el deflactor del PIB) disminuyó del 6,6 % en 2023 al 3,3 % en 2024. Uno de los principales factores que impulsaron la disminución del PIB fue la fuerte desaceleración de la explotación de minas y canteras, cuyo crecimiento pasó del +19,3 % en 2023 al -1,2 % en 2024 debido a la escasa demanda de diamantes. La División de Población de las Naciones Unidas ajustó al alza los datos de población (+13,8 % para 2023), lo que provocó una disminución del 12,9 % en el INB per cápita calculado con el método Atlas.

Recomendaciones para los responsables de formular políticas

Las clasificaciones de ingresos del Grupo Banco Mundial proporcionan información valiosa sobre las tendencias económicas mundiales y los avances en materia de desarrollo. A medida que los países sigan evolucionando económicamente, estas clasificaciones seguirán siendo cruciales para configurar las políticas y estrategias de desarrollo. Los responsables de formular políticas deben tener en cuenta estas clasificaciones a la hora de diseñar las estrategias y políticas económicas. Comprender los factores que influyen en la clasificación por ingresos puede orientar los esfuerzos dirigidos a estimular el crecimiento económico, ayudar a controlar la inflación y mejorar la integración en la economía mundial.

Más información

Para encontrar información detallada sobre el modo en que el Banco Mundial clasifica a los países, visite esta página (i). En grupos de países y financiamiento (i) se proporciona una lista completa de las economías clasificadas por ingreso, región y situación crediticia, además de enlaces para acceder a las clasificaciones de los años anteriores. En los cuadros de las clasificaciones se incluyen todos los países miembros del Banco Mundial, junto con todas las otras economías cuyas poblaciones son superiores a los 30 000 habitantes. Estas clasificaciones reflejan las mejores cifras disponibles del INB para 2024, que pueden revisarse a medida que los países publiquen estimaciones finales de mayor calidad.

Los datos del INB (i), INB per cápita (i), PIB (i), PIB según la paridad del poder adquisitivo (PPA) (i) y población (i) correspondientes a 2024 se encuentran disponibles en el catálogo de datos de libre acceso del Banco Mundial. Tenga presente que estos datos son estimaciones preliminares y pueden ser objeto de revisiones. Para obtener más información, escriba a data@worldbank.org.

[1] El término “país”, usado en forma intercambiable con “economía”, no implica independencia política, sino que se refiere a cualquier territorio respecto del cual las autoridades informen estadísticas sociales o económicas por separado.

[2] En los países donde se utilizan tipos de cambio duales o múltiples, el tipo de cambio para convertir unidades de moneda local a dólares estadounidenses es un promedio de estos tipos de cambio, siempre que se disponga de los datos necesarios.

[3] En publicaciones anteriores, Afganistán y Pakistán habían sido incluidos en el grupo de Asia meridional; ahora se incluyen en el grupo de Oriente Medio y Norte de África, y los totales regionales han sido actualizados para la duración de la serie cronológica.

Banco Mundial

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domingo, 22 de junio de 2025

Hay que ser más transparente con las deudas de los países y China es el mayor comprador de deuda silenciosa y opaca



El Banco Mundial pide a sus países miembros más transparencia en los datos de la deuda pública, ante el repunte de «acuerdos opacos», sobre todo en naciones en vías de desarrollo, según se desprende del más reciente informe de la organización publicado este jueves.

El BM exige más transparencia en la deuda de los países, ante el aumento de los acuerdos bopacos.

El BM señaló en su estudio ‘Transparencia Radical de la Deuda’, una actualización de la versión publicada en 2021, que pese a que ha crecido el número de países de bajos ingresos que publican datos de su deuda desde 2020, solo un 25 % informa de los más recientes.

«El auge de mecanismos de financiación complejos y a menudo opacos, como colocaciones privadas, canjes con bancos centrales y operaciones de deuda colateralizadas, ha complicado aún más la rendición de cuentas», afirmó la entidad.

El director gerente del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, sostuvo que los más recientes datos ponen de manifiesto «el círculo vicioso que puede generar la falta de transparencia».

«Cuando sale a la luz deuda oculta, se seca el financiamiento y empeoran las condiciones. Los países recurren entonces a acuerdos opacos y colateralizados», añadió Van Trotsenburg.

En países como Zambia, Ghana o Mozambique el descubrimiento de deudas previamente no reveladas «trastocó drásticamente la trayectoria de su desarrollo», según explicó el Banco en informes anteriores.

Uno de los países que ha participado en este tipo de compra de deuda silenciosa ha sido China.

Algunos de los países más pobres y más vulnerables del mundo tienen una deuda récord con Pekín, cercana a los 22.000 millones de dólares (19.388 millones de euros), de acuerdo con datos de este año del laboratorio de ideas australiano Lowy Institute.

El gigante asiático ha concedido numerosos préstamos a naciones en vías de desarrollo en su estrategia de la Nueva Ruta de la Seda.

Sin embargo, el Banco no solo hace referencia a los préstamos chinos, sino que también habla de grupos privados como prestatarios, acreedores e instituciones financieras internacionales.

Con el objetivo de revertir esta situación, el informe recomienda «un cambio fundamental» en cómo los países deudores así como los acreedores informan y divulgan la deuda.

«La transparencia de la deuda no es solo un tema técnico: es una política pública estratégica que genera confianza, reduce los costos de endeudamiento y atrae inversiones», declaró Pablo Saavedra, vicepresidente del Banco Mundial para la Prosperidad.

Entre las medidas «urgentes» que recomienda el informe se encuentran reformas legales y regulatorias que exijan transparencia en los contratos de préstamo, así como auditorías más frecuentes y una mejor supervisión nacional.

«El progreso adicional dependerá de una mayor participación tanto de deudores como de acreedores en los esfuerzos de transparencia, así como de la mejora de los mecanismos y plataformas internacionales», concluyó el BM.

EFE

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jueves, 12 de junio de 2025

Banco Mundial: La economía del mundo se encamina a la peor racha desde 2008 sin considerar las recesiones



Perspectivas económicas mundiales . La economía global enfrenta obstáculos comerciales.

La economía mundial enfrenta importantes retos derivados en gran parte del aumento de las tensiones comerciales y la mayor incertidumbre global sobre políticas. En el caso de los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED), las moderadas perspectivas limitan su capacidad para impulsar la creación de empleo y reducir la pobreza extrema. Este contexto complicado se ve agravado por una moderación de la inversión extranjera directa a los MEED. La  cooperación mundial es necesaria para restablecer un entorno comercial internacional más estable y ampliar el apoyo a los países vulnerables, incluyendo aquellos que se encuentran en situaciones de fragilidad y conflicto. Tomar acción sobre políticas internas también es importante para contener los riesgos de inflación y reforzar la resiliencia fiscal. Para estimular la creación de empleo y el crecimiento a largo plazo, las reformas deben centrarse en mejorar la calidad institucional, atraer inversión privada y fortalecer el capital humano y los mercados laborales.

El crecimiento mundial se está desacelerando tras un marcado aumento de las barreras comerciales y una mayor incertidumbre sobre las políticas. Se prevé que el crecimiento se debilitará hasta llegar al 2,3 % en 2025 —una importante rebaja con respecto a pronósticos anteriores—, y solo se espera una leve recuperación en 2026-27. El crecimiento podría ser aún menor si aumentan las restricciones comerciales o si persiste la incertidumbre en materia de políticas. Otros riesgos a la baja son un crecimiento menor al esperado en las principales economías, el empeoramiento de los conflictos y fenómenos meteorológicos extremos. Se necesitan esfuerzos de políticas multilaterales para fomentar un entorno más previsible y transparente para resolver las tensiones comerciales. Los responsables de la formulación de políticas deben seguir manteniendo la inflación estable y fortaleciendo los balances fiscales, al tiempo que emprenden reformas que mejoren la calidad institucional, estimulan la inversión privada y mejoran el capital humano y el funcionamiento del mercado laboral.

PIB real (%)Revisión*
202220232024e2025f2026f2027f2025f2026f
Mundo3.32.82.82.32.42.6-0.4-0.3
Economías avanzadas2.91.71.71.21.41.5-0.5-0.4
Economías emergentes y en desarrollo3.84.44.23.83.83.9-0.3-0.2
   Asia oriental y el Pacífico3.65.25.04.54.04.0-0.1-0.1
   Europa y Asia central1.53.63.62.42.52.7-0.1-0.2
   América Latina y el Caribe4.02.42.32.32.42.6-0.2-0.2
   Oriente Medio y Norte de África5.41.61.92.73.74.1-0.7-0.4
   Asia meridional6.07.46.05.86.16.2-0.4-0.1
   África al sur del Sahara3.92.93.53.74.14.3-0.4-0.2
Diferencias en puntos porcentuales con respecto a las proyecciones de enero de 2025.
Descargue los datos en formato Excel

 

Todas las regiones de los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED) enfrentan un panorama desafiente en medio del aumento de las tensiones comerciales y la mayor incertidumbre global, y las proyecciones de crecimiento para 2025 se redujeron en todas las regiones en comparación con las proyecciones de enero. Se espera que el crecimiento disminuirá en Asia oriental y el Pacífico, así como en Europa y Asia central —dos regiones que dependen mucho del comercio internacional— y, en menor medida, en Asia meridional. Se prevee que el crecimiento de América Latina y el Caribe será el más bajo entre las regiones de los MEED durante el período del pronóstico, a medida que la actividad se ve frenada por las elevadas barreras comerciales y las debilidades estructurales de larga data. En las regiones con un gran número de exportadores de productos básicos —como Oriente Medio y Norte de África y África subsahariana— se anticipa que el crecimiento se verá afectado por el debilitamiento de las perspectivas de la demanda externa de productos básicos.

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miércoles, 30 de abril de 2025

Banco Mundial pronostica: Materias primas volverán a precios de la era pre-COVID


El Banco Mundial anticipa un retorno a la estabilidad, pronosticando que los precios de los recursos esenciales descenderán hasta los niveles que prevalecían antes del shock global provocado por la pandemia de COVID-19.


El Banco Mundial pronosticó este martes que el empeoramiento del crecimiento mundial, debido en parte a las turbulencias registradas en el comercio, hará que los precios mundiales de las materias primas caigan un 12% en 2025 y otro 5% en 2026, hasta alcanzar los niveles más bajos de la década de 2020 en términos reales.

Según Reuters, el último informe del organismo, denomiando Commodity Markets Outlook, muestra que, ajustados a la inflación, los precios de las materias primas caerían a su promedio de 2015-2019 en los próximos dos años, marcando el fin de un auge de precios impulsado por la crisis económica del COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022.

El descenso podría moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados de los nuevos y pronunciados aranceles estadounidenses y las crecientes barreras comerciales a escala mundial, pero también podría tener consecuencias negativas para las economías en desarrollo que exportan materias primas.

«Los precios más altos de las materias primas han sido una bendición para muchas economías en desarrollo, dos tercios de las cuales son exportadoras de materias primas», dijo el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, en un comunicado.

«Pero ahora estamos asistiendo a la mayor volatilidad de precios en más de 50 años. La combinación de alta volatilidad de precios y precios bajos augura problemas».

Dijo que estos países deben liberalizar el comercio cuando sea posible, restablecer la disciplina fiscal y crear un entorno más favorable a las empresas para atraer capital privado.

El aumento de los precios de la energía añadió más de dos puntos porcentuales a la inflación mundial en 2022, pero el descenso de los precios en 2023 y 2024 ha contribuido a moderar la inflación, según el informe del Banco Mundial.

De acuerdo con el informe, se espera que los precios de la energía caigan un 17% hasta su nivel más bajo en cinco años, antes de descender otro 6% en 2026.

Prevé que los precios del crudo Brent se sitúen en una media de 64 dólares el barril en 2025 —un descenso de 17 dólares respecto a 2024— y de sólo 60 dólares el barril en 2026, en un contexto de abundante oferta y caída de la demanda, debido en parte a la rápida adopción de vehículos eléctricos en China, el mayor mercado automovilístico del mundo. El Brent cotizaba a 64,80 dólares el barril a primera hora del martes.

Otras predicciones del Banco Mundial

Se espera que los precios del carbón caigan un 27% en 2025 y un 5% más en 2026, a medida que se ralentice el crecimiento del consumo de carbón para la generación de electricidad en las economías en desarrollo.

También se espera que los precios de los alimentos bajen un 7% en 2025 y un 1% más en 2026, pero esto no contribuirá a reducir la inseguridad alimentaria en algunos de los países más vulnerables, ya que la ayuda humanitaria se reduce y los conflictos armados alimentan el hambre aguda.

El informe del Banco Mundial también pronostica que es probable que los precios del oro marquen un nuevo récord en 2025, ya que los inversores buscan refugios seguros para el capital en medio de la creciente incertidumbre, no obstante, dicho precio se estabilizará en 2026.

https://www.bancaynegocios.com/

domingo, 27 de abril de 2025

Ajay Banga presidente del Banco Mundial instó a los países en desarrollo a buscar acuerdos comerciales lo más antes posible con Estados Unidos



Los aranceles del presidentre Donald Trump han sacudido los mercados financieros, aumentando la volatilidad y asustado a inversores y consumidores.

El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, dio esta declaración durante una entrevista.

Los países en desarrollo deberían buscar acuerdos comerciales con Estados Unidos lo más rápido posible para limitar los efectos de los aranceles impuestos por Donald Trump, declaró ayer el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga.

“Precisan negociar sistemas comerciales con Estados Unidos lo antes posible”, declaró Banga durante una entrevista en Washington con la AFP. “Si se demoran, esto perjudica a todos”.

Ajay Banga fue entrevistado al margen de las reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que este año se han llevado a cabo bajo una nube de incertidumbre sobre la política de aranceles del presidente Donald Trump.

El Banco ha estado aconsejando a los países en desarrollo que consigan un acuerdo rápidamente con Estados Unidos y luego centren su atención en reducir las barreras comerciales y aumentar los flujos regionales de mercancías, dijo Banga.

Desde su regreso al cargo en enero, el presidente estadounidense ha impuesto un arancel “base” del 10% a la mayoría de los países, con tarifas mucho más altas para China, y específicas del 25% en sectores como el acero, el aluminio y los automóviles no fabricados en Estados Unidos.

EFE

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viernes, 25 de abril de 2025

Argentina encabezará el crecimiento regional en 2025, según el Banco Mundial


jueves, 24 de abril de 2025

Banco Mundial: América Latina y el Caribe deben repensar sus estrategias económicas ante la incertidumbre global



En medio de la creciente volatilidad económica mundial, los países de América Latina y el Caribe deben adaptar sus estrategias económicas para afrontar la creciente incertidumbre, de acuerdo con un anticipo del Reporte Económico de América Latina y el Caribe (LACER, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial.

El informe pronostica un crecimiento del 2,1 por ciento en 2025 y del 2,4 por ciento en 2026, lo que la convierte en la región de menor crecimiento a nivel global. La baja inversión, el endeudamiento elevado y un entorno externo cambiante constituyen importantes obstáculos para el desarrollo de la región.

“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”, afirmó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. “Los países deben recalibrar sus estrategias e impulsar reformas audaces y prácticas que impulsen la productividad y la competitividad, a la vez que abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza para garantizar la creación de empleo y mejores oportunidades para las empresas y los ciudadanos”.

Panorama regional
A pesar de ciertos avances en el control de la inflación, los déficits fiscales siguen siendo preocupantes, y se prevé que la proporción de deuda sobre PIB alcance el 63,3 por ciento en 2024, frente al 59,4 por ciento de 2019.

La rápida evolución del entorno económico mundial añade presión, ya que la inflación persistente en las economías avanzadas podría retrasar los recortes de las tasas de interés y limitar las opciones en materia de política monetaria. La preocupación por las restricciones comerciales globales genera incertidumbre en torno a la relocalización de empresas (nearshoring) y el acceso a los mercados, lo que contribuye a un entorno económico y empresarial más cauteloso. La desaceleración del crecimiento en China y los recortes en la ayuda exterior para el desarrollo también contribuyen a este panorama.

“El acceso a la tecnología y el aprovechamiento de las economías de escala determinan que el comercio y la inversión extranjera directa (IED) sigan siendo esenciales para acelerar el crecimiento en América Latina y el Caribe, incluso en tiempos de incertidumbre. Diversificar los destinos comerciales, expandir las exportaciones de servicios y explorar nichos potenciales de nearshoring ofrecen buenas oportunidades, pero requerirán aumentar tanto la productividad como la agilidad. Esto, a su vez, requiere avanzar en reformas largamente esperadas en el ámbito internacional, en el entorno empresarial, el capital humano y la innovación”, afirmó William Maloney, Economista Jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

Fuente: Banco Mundial

https://primicias24.com/

sábado, 12 de abril de 2025

Informe del Banco Mundial sobre la expansión de la protección social en los últimos 10 años


Expansión histórica de la protección social en la última década.

Un nuevo informe del Banco Mundial revela los avances y desafíos actuales en el fortalecimiento de los sistemas de protección social y trabajo en los países de ingreso bajo y mediano. A partir de encuestas administrativas y de hogares, se muestra que en la última década, y en particular en respuesta a la pandemia de COVID-19, la cobertura de la protección social llegó a 4700 millones de personas en estos países, el nivel más alto de la historia.

Sin embargo, tres de cada cuatro personas de los países de ingreso bajo carecen de acceso a servicios sociales, según The State of Social Protection Report 2025: The 2 Billion-Person Challenge (Informe sobre el estado de la protección social 2025: El desafío de 2000 millones de personas) (i). A pesar de los avances significativos logrados en la expansión de los sistemas de protección social durante la última década, nada menos que 2000 millones de personas aún no tienen acceso a una cobertura adecuada. Con las tasas de crecimiento actuales, se necesitarán 18 años para llegar a todos aquellos que viven en la pobreza extrema.

La protección social va mucho más allá del apoyo directo en efectivo o en especie; abarca las políticas y los programas orientados a subsanar las brechas financieras, de habilidades y de información. Los tres pilares de la protección social —asistencia social, seguro social y programas relativos al mercado laboral— desempeñan un papel crucial a la hora de ayudar a los hogares y a los trabajadores a gestionar las crisis, salir de la pobreza, atravesar las transiciones y aprovechar las oportunidades de empleo.

“Cuando están bien diseñados, los programas de protección social empoderan a las personas, ya que las ayudan a salir de la pobreza y volverse autosuficientes. De esta manera, las familias no se ven obligadas a sacar a los niños de la escuela ni a vender activos productivos cuando se producen las crisis. Los programas también permiten que las mujeres pongan en marcha pequeños emprendimientos o que los jóvenes adquieran las habilidades necesarias para conseguir su primer empleo”, dijo Iffath Sharif, directora mundial de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial. “Estos programas ayudan a las personas a prosperar, lo que a su vez beneficia a sus comunidades y sus economías”.

Durante la pandemia de COVID-19, 1700 millones de personas de países en desarrollo recibieron respuestas de emergencia en materia de protección social, lo que demuestra la importancia de contar con sistemas de respuesta ante las crisis. Los países que ya poseían una sólida infraestructura de prestación de servicios antes de la pandemia respondieron con mayor eficacia; esto destaca la necesidad de realizar inversiones proactivas.

Sin embargo, en el informe se constata que los beneficios de la protección social se distribuyen de manera desigual. En una muestra de 27 países, las mujeres reciben, en promedio, 81 centavos por cada dólar recibido por los hombres. Las poblaciones desatendidas se concentran de manera desproporcionada en regiones frágiles, afectadas por conflictos y propensas al hambre de África, Asia meridional y Oriente Medio.

Según el informe, los servicios sociales y los programas de empleo pueden mejorar significativamente las oportunidades laborales para las personas pobres. Los programas de obras públicas, seguro de desempleo y servicios de inserción laboral pueden reforzar de forma considerable los ingresos de este grupo. Sin embargo, no se suele aprovechar todo su potencial debido a la falta de financiamiento adecuado y de un diseño adaptado a las necesidades.

En el informe se describen tres medidas de política que los Gobiernos pueden adoptar, siempre que se las adecúe al contexto, la capacidad y las restricciones fiscales de cada país:

*Ampliar la cobertura invirtiendo recursos limitados, especialmente en países de ingreso bajo, en infraestructura (como bases de datos), pagos digitales y sistemas de gestión de casos, para apoyar con eficacia a los necesitados.

*Adaptar el apoyo para ayudar a las personas, en particular en los países de ingreso mediano, a pasar de la supervivencia a la autosuficiencia.

*Crear sistemas para responder a las conmociones reforzando los datos, los pagos y las herramientas de alerta temprana, de modo de proporcionar apoyo oportuno y estabilidad laboral durante las crisis.

Para contribuir a financiar estas recomendaciones, en el informe se señala que un mejor uso de los recursos actuales podría marcar una gran diferencia. Por ejemplo, si se reorientaran las transferencias monetarias de los ricos a los pobres, se podría cubrir casi la mitad del costo de brindar protección social al 20 % más pobre de la población.

En un mundo que experimenta cambios rápidos, el costo de la inacción no solo será mayor que el costo de la inversión: también se medirá a través de las oportunidades perdidas, el aumento de las desigualdades y la menor resiliencia para las generaciones venideras.

Para descargar el informe completo, véase:State of Social Protection Report 2025: The 2 Billion-Person Challenge.

Para obtener más datos, consulte el Atlas de Indicadores de Protección Social relativos a la Resiliencia y la Equidad (ASPIRE) (i) del Banco Mundial.

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miércoles, 19 de marzo de 2025

La paradoja de la innovación en América Latina: entre el crecimiento tímido y el potencial desbordante


tecnología

Una panadería no suele ser el primer lugar en el que se piensa al hablar de innovación. Si bien muchas grandes ideas comienzan con un dulce, el arte de hacer y vender pan y otras delicias suele percibirse como una industria tradicional, limitada a las fronteras de cada barrio. Pero María Almenara, una pastelería fundada en 2007 en Lima, desafía esa idea: con 22 tiendas en todo el país, más de 500 empleados y una cartera de clientes que incluye gigantes internacionales como Starbucks, se ha convertido en un referente de crecimiento y modernización.

“Hoy, en un solo día, facturamos lo mismo que en nuestro primer año de operaciones”, comenta Carlos Armando de la Flor, cofundador de María Almenara. “Somos un faro de innovación en una industria tradicional. Con otra mentalidad, procesos de transformación y buenas prácticas, se puede convertir un negocio pequeño en algo de impacto”, afirma.

El rápido crecimiento de empresas como María Almenara es lo que necesitan las economías de América Latina y el Caribe para dejar atrás la “mediocridad resiliente” de las últimas décadas. Aunque se prevé que la región crezca un 2,6% en 2025, según datos del Banco Mundial, esta cifra la ubica entre las tasas más bajas del mundo, lo que pone de relieve los persistentes problemas estructurales que, a su vez, elevan las barreras a la innovación.

“Se cree que los rendimientos de la adopción de tecnologías son extremadamente altos, pero los países parecen invertir poco, lo que implica que esta vía para el crecimiento de la productividad todavía no ha sido bien explotada”, explica William Maloney, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “La región ejemplifica la paradoja de la innovación”, añade.

Los datos lo confirman: la inversión en I+D (investigación y desarrollo) en la región es de solo el 0,62% del PIB, cuatro veces menos que el promedio global. La tasa de retorno, es decir, la ganancia respecto a la inversión en el tiempo, es de alrededor del 55% en Estados Unidos, pero en países de la región podría ser aún mucho más alta. Sin embargo, pese a este alto retorno, los casos de éxito en América Latina, como el de María Almenara, siguen siendo la excepción y no la norma.

Un inconveniente nada nuevo

“El problema tiene bases históricas mucho más profundas”, explica Maloney, quien actualmente trabaja en los detalles finales de un informe sobre esta temática. Las simulaciones realizadas por el equipo del Banco Mundial sugieren que el 83% de la divergencia entre los países de la región y economías avanzadas como Japón, Suecia o España puede explicarse por la adopción lenta y parcial de nuevas tecnologías. “En 1860, los países de la región estaban en la misma situación que España, Suecia o Japón. Sin embargo, el estancamiento posterior duró más de un siglo”, asegura Maloney.

Esto afecta no solo a negocios como las panaderías, sino también a industrias que, en el pasado, fueron clave en la región. “La industria del cobre en Chile casi se extinguió al principio del siglo XX, y fue solo la introducción de nuevas tecnologías norteamericanas lo que permitió evitar su colapso”, comenta Maloney. “Sin embargo, mientras que los países de la región no utilizaban los nuevos procesos para continuar sus exportaciones, la innovación daba lugar en Japón al nacimiento de Hitachi, Fujitsu y Sumitomo, tres enormes gigantes tecnológicos, mientras que en EE UU se consolidaban los cimientos de la industria manufacturera”.

La lección, según destaca el próximo informe, es que el crecimiento de una nación no depende tanto de qué produce, sino de cómo lo produce.

Disrupción a la vuelta de la esquina

Una mayor competencia también afecta a las firmas locales, lo que requiere fortalecer las empresas y adoptar una nueva visión para ganar mercado.

“Nosotros nos vemos como una intersección entre salud mental, entretenimiento y conveniencia. Eso nos lleva a desafiarnos permanentemente”, señala De la Flor respecto a los dulces y delicias que producen. Este emprendedor tiene claro que la disrupción no llegará necesariamente de otros jugadores tradicionales. “Yo no le tengo miedo a otra pastelería, sino, por ejemplo, a Rappi (una plataforma de pedidos a domicilio que opera en más de 250 ciudades), que puede traer la innovación desde fuera de la industria y quedarse con los clientes”, advierte.

Sin embargo, no todas las empresas eligen adaptarse ante la competencia. Por ejemplo, la automotriz estadounidense Ford comenzó a producir en Argentina su icónico sedán Falcón en 1962, alcanzando su mayor nivel de ventas en 1980, diez años después de que el modelo fuera descontinuado en Estados Unidos. La producción finalmente se detuvo en 1992, cuando el aumento de la competencia ofreció a los consumidores tecnología y rendimiento más actualizados. La competencia es clave para estimular la innovación.

Las empresas tienen que tener la capacidad de responder a la competencia —saber como identificar, adoptar, e implementar nuevas tecnologías. En países como el Reino Unido y Francia, donde las firmas enfrentan un mercado más competitivo, la mitad de las empresas optan por innovar, mientras que en Chile solo lo hace el 10%. “La agenda para aumentar la competencia debe ir de la mano con la mejora de las capacidades de las empresas para responder”, destaca la investigación.

Políticas públicas

Estar preparados para hacer de la innovación un pilar del crecimiento requerirá una actitud abierta hacia la economía global, emprendedores capaces de reconocer oportunidades y aprovecharlas, y un sistema financiero que permita diversificar el riesgo, aseguran los expertos del Banco Mundial. “Los tres elementos son necesarios. Sin competencia, no hay impulso para ir más allá de los Ford Falcon de la región”, subraya Maloney, aunque destaca que los desafíos también requieren el apoyo de políticas públicas eficientes.

“El ser humano necesita incentivos”, confirma De la Flor, cuya empresa procesa más de 150.000 transacciones digitales y en tiendas físicas cada mes. Para este empresario, la clave está en apostar por una mentalidad digital que permita resolver problemas e iterar hasta encontrar soluciones.

Esta concepción es extrapolable a todas las actividades económicas, presentes y futuras. “El despegue de América Latina no depende de un solo sector o de la creación de nuevas industrias, sino de mejorar la eficiencia en distintas dimensiones. Esto requiere aumentar la demanda de innovación, fortalecer el capital humano y mejorar la calidad del apoyo que reciben las empresas”, concluye Marcela Meléndez, economista en jefe adjunta para la región del Banco Mundial.

Desde una pastelería en Lima hasta la adopción de vehículos eléctricos, la clave para el crecimiento de América Latina no está solo en qué se produce, sino en cómo se produce. La innovación requiere valentía, inversión y un ecosistema que premie la transformación. Mientras algunos sectores todavía miran con escepticismo los cambios, otros ya están demostrando que es posible crear empresas competitivas a nivel global. Quizás la pregunta no sea si la región puede innovar, sino cuánto tiempo tardará en asumirlo como una prioridad.

Publicado originalmente en El País

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