Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

29.12.25

LA JOYA DEL ÁVILA Por Douglas Zabala

 


El Hotel Humboldt, esa joya arquitectónica incrustada en la falda del Waraira Repano, es mucho más que una estructura de concreto y vidrio: es un símbolo congelado en el tiempo, un testigo silencioso de una Venezuela en plena ebullición y contradicción.

 

Su inauguración el 29 de diciembre de 1956 por el entonces presidente Marcos Pérez Jiménez no fue un acto aislado, sino el emblema de un proyecto nacional ambicioso y autoritario.

 

Para entender su significado, debemos mirar el país de mediados de los años cincuenta. Venezuela vivía una bonanza sin precedentes gracias al petróleo. Pérez Jiménez, al frente de una dictadura militar, canalizó esas ingentes rentas hacia una transformación física acelerada de Caracas. Bajo el lema del “Nuevo Ideal Nacional”, la capital se llenó de autopistas y superbloques como el 2 de diciembre, hoy 23 de Enero.

 

El Humboldt era la pieza culminante de este sueño: un Hotel de lujo inaccesible en las nubes, accesible solo por teleférico desde Maripérez o por carretera desde Caracas. No se construía para satisfacer una demanda hotelera convencional; se erigía como una demostración de capacidad técnica y un faro de la “Venezuela potencia” que el régimen pregonaba.

 

El diseño vanguardista del arquitecto Tomás José Sanabria, con su torre cilíndrica de 14 pisos que parece brotar de la montaña, era una declaración de principios. Representaba la fusión de la ingeniería audaz con el paisaje sublime, un domo de progreso sobre la naturaleza.  El nombre de Humboldt, fue en homenaje al berlinés Alexander Von Humboldt, quien a su paso por Venezuela nos dejó su profunda herencia histórica.

 

 

Sin embargo, el brillo del cristal en la cima del Ávila proyectaba una sombra larga. Mientras se inauguraba este símbolo de opulencia, el régimen mantenía una férrea represión política, con censura, exilios y una temible policía política conocida como Seguridad Nacional.

 

El Hotel Humboldt es la joya del Ávila, tallada con la ambición, el hierro y el petróleo de una Venezuela que a espalda del dictador se acercaba a la democracia.

Abuela le mete treinta pasas a la hallaca de nieto que no la llama nunca | El Chigüire Bipolar

 

Abuela le mete treinta pasas a la hallaca de nieto que no la llama nunca

Doña Carolina del Valle puede parecer una tierna abuelita margariteña que jamás guardaría rencor, sin embargo, la falta de cariño y llamadas por parte de su nieto Gonzalo Tabares ha cavado poco a poco un Gran Cañón de resentimiento que desbocó en un acto de violencia sin parangón: le sirvió una hallaca rellena con 30 hallacas, un nudo muy ajustado en el pabilo y nada de guiso.

Tras analizar los hechos la Policía Navideña del Bollo (PNB), determinó que se trataba de un acto de violencia intrafamiliar, puesto que a nadie le gustan tanto las pasas, por lo que Doña Carolina fue detenida en una operación “Tun Tun, ¿Quién Es?”. Sin embargo, Tabares también fue detenido y despojado de su título de nieto por acusaciones de negligencia, y será presentado ante tribunales para que justifique por qué no tiene tiempo de llamar a su abuela pero sí de ver todos los episodios de Mi Prima Ciela en un solo domingo.

Doña Carolina se declaró culpable, en un video difundido por ella misma en historias de Whatsapp anuncia: “Sí, lo hice y no me arrepiento, intenté darle una hallaca de pura pasa al mal agradecido de mi nieto, ¿y qué? Nunca me llamaba, se robaba mis pastillas para dormir y me felicitaba en mis cumpleaños por SMS. Ese desgraciado ni siquiera merecía esa hallaca, le hubiera dado mil tortas negras y ensalada de gallina con ketchup si hubiera tenido la oportunidad, ¡Dios no te bendiga, pánfilo!” concluyó antes de ser llevada a una prisión de máxima seguridad en Arkham City.