De acuerdo con denuncias de sindicatos de la industria, alrededor de 60 trabajadores petroleros del país han sido detenidos en recientes semanas por organismos de inteligencia del Estado, sin que sus familiares sepan el porqué de los arrestos ni hacia donde han sido trasladados sus allegados.

José Bodas Lugo, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) y miembro de la Corriente Unitaria Revolucionaria Autónoma (C-Cura), alzó su voz para denunciar la grave situación que atraviesan los operadores de la industria petrolera en el país.

Bodas indicó que al menos 35 personas en el estado Anzoátegui y 25 en el complejo refinador de Paraguaná, Falcón, habrían sido arrestadas sin órdenes judiciales.

“Es inaceptable que se violen los derechos humanos de estos trabajadores. Exigimos al gobierno que informe a sus familiares sobre su paradero y situación, y que cese el hostigamiento contra el sector”, afirmó Bodas en un video que compartió en redes sociales.

En el caso de los trabajadores del estado Falcón, familiares denuncian que a los detenidos los sacaron de sus casas con violencia por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). En su mayoría los emplea Pdvsa y laboran en el Complejo Refinador de Paraguaná, instalación que recientemente recibió la visita de la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, en medio de las denuncias de los arrestos.

De los de Anzoátegui, solo se sabe que las autoridades regionales instaron a sus familiares que buscaran respuesta en Caracas sobre el lugar al que los trasladaron.

Malas condiciones de trabajo

Según Bodas, los trabajadores petroleros perciben “salarios de hambre” que no cubren sus necesidades básicas, lo que genera zozobra y afecta la productividad. Detalló que los beneficios actuales, como una tarjeta de alimentación, un bono de transporte de 25 dólares y un beneficio de 150 dólares para el Centro de Abastecimiento (Catpeg), son insuficientes, especialmente porque los productos tienen «precios inflados».

Los trabajadores, según él, desconocen los términos de contratos como el de la nómina mayor y exigen un proceso democrático para negociar mejoras, incluyendo la retroactividad de prestaciones y aumentos salariales que permitan recuperar el poder adquisitivo.

“Los trabajadores petroleros merecen respeto y condiciones dignas. No descansaremos hasta que se escuchen nuestras demandas y se garantice justicia”, concluyó Bodas al llamar a la unidad del sector para enfrentar estas adversidades. La situación del sector refleja el deterioro de la industria que alguna vez fue el motor económico de Venezuela, en medio de una crisis que combina precariedad laboral, represión y falta de diálogo social», agregó.

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