Aun con todas las limitaciones y sobresaltos de la época; el derecho a votar en Venezuela, surge en el siglo XIX bajo el gobierno de José Antonio Páez. Esa prerrogativa del ciudadano a dirimir sus diferencias a través del sufragio y, no por las armas o con invasiones militares foráneas, por primera vez aparece en la Constitución de 1830.
Así lo estableció en su Artículo 13: “Todos los venezolanos pueden elegir y ser elegidos para los destinos públicos, si están en el goce de los derechos de ciudadano, si tienen la aptitud necesaria, y concurren en ellos los demás requisitos que prescriben la Constitución y las Leyes”.
Votar siempre ha sido un objetivo en nuestras luchas políticas; y así se verá reflejado en la Constitución de 1857 en su artículo 11: “Todos los venezolanos que están en el goce de los derechos de ciudadano pueden elegir y ser elegidos para desempeñar los destinos públicos”.
En 1881 con Guzmán Blanco, se refuerza la institución del voto. La nueva Constitución, en su Título III. Artículo 14 señala: “La libertad de sufragio para las elecciones populares se ejercerá, sin más restricción que la de ser menor de dieciocho años”.
El derecho al voto quedará plasmado en la Constitución de 1947 en su Artículo 79: “La soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce mediante el sufragio y por órgano de los Poderes Públicos. Nuestra soberanía reside en el ciudadano y solo ellos pueden dirimir nuestras diferencias de forma pacífica y democrática”.
La Constitución de 1961 viene a reforzar los derechos políticos del venezolano. En su artículo 113 señala: “La legislación electoral asegurará la libertad y el secreto del voto, y consagrará el derecho de representación proporcional de las minorías”.
Por último, en nuestra Constitución Nacional vigente, el Capítulo IV De los Derechos Políticos y del Referendo Popular, en su artículo 63 reivindica la institución del voto, cuando señala: “El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”.
En Venezuela el derecho a votar y exigir que se respete la voluntad del soberano sigue siendo una meta a cumplir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario