Desmotivados, agotados y empobrecidos. A menos de 10 días de que oficialmente termine el año escolar 2024-2025, así manifiestan sentirse los docentes venezolanos en este fin de curso.

No es para menos, la falta de voluntad de parte del Ministerio de Educación ha logrado que maestros y maestras del país, especialmente los que trabajan en el sector público, consideren que este periodo académico no haya sido el mejor para ellos y sí “muy accidentado” y “desastroso”.

En palabras de una de sus dirigentes gremiales, Carmen Teresa Márquez, este año lectivo que según el Ministerio debe culminar el 18 de julio en las aulas y administrativamente el 30 de julio, va a cerrar con «números rojos» debido a problemas estructurales, salariales y de deserción, tanto de estudiantes como de docentes. La dirigente sostiene que la crisis educativa, que lleva años profundizándose, se agravó en este período, siendo uno de los más críticos desde 2014.

“Hay que mirar este tema con base en las exigencias de las federaciones del país para hablar de calidad de la enseñanza. Hay mucha desmotivación en todas las áreas, y los afectados son los estudiantes”, señaló Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros en una reciente declaración.

A eso, agrega la docente y dirigente gremial, se suma la suspensión de salarios a más de 5.000 de sus colegas, que este año vieron sus ingresos mermados porque MinEducación, sin un procedimiento legal, decidiera dejar sin sueldos a trabajadores de la enseñanza que por alguna razón u otros no cumplieron con horas de trabajo, incluyendo quienes debido precisamente a los bajos sueldos optaron por asistir a las aulas en horarios «mosaico» o se quedaron en casa para atender a familiares enfermos.

«Pedimos al Ministerio la restitución de esos salarios. Así como pedimos que el bono vacacional que está por pagarse sea de dos meses anclado al valor del bono de guerra, que equivale a unos 250 dólares, y no fijado a nuestro sueldo, que apenas sería de 1.000 bolívares, con los que un maestro no compra nada», agregó.

El desastre educativo de 2024-2025

Sin tomar en consideración lo académico, pues aún no se entregan notas finales y es muy temprano para hablar de cómo rindieron los estudiantes este año, los dirigentes magisteriales insisten en que este año a punto de terminar no fue el mejor.

El período académico, iniciado el 30 de septiembre de 2024, estuvo marcado por muchas protestas y reclamos salariales, en las que los docentes exigieron sueldos dignos de entre 300 y 600 dólares mensuales, frente a los actuales 7 a 20 dólares que ganan, que representan un déficit del 96,5% respecto a la canasta alimentaria.

La deserción escolar y docente agravó la crisis. Cerca de 3 millones de estudiantes, un tercio de la población en edad escolar, están fuera del sistema debido a la pobreza y la migración. Además, el 80% de los más de 370,000 docentes activos han abandonado las aulas desde 2017, y el déficit de maestros alcanza el 40%, según la FVM.

Esto obligó a implementar un “horario mosaico” que redujo las clases a 2 o 3 días por semana, lo que dejó a los estudiantes con apenas 15 horas de instrucción mensual frente a las 30-35 horas semanales establecidas por ley.

Los docentes alertaron que alrededor de 30% de los estudiantes pasan de grado sin competencias básicas, resultado de la baja carga horaria y la falta de recursos. “Es un sistema que no forma, solo pasa a los alumnos para maquillar estadísticas”, denunció Gricelda Sánchez, vocera de la FVM.

“Hay que mirar este tema con base en las exigencias de las federaciones del país para hablar de calidad de la enseñanza. Hay mucha desmotivación en todas las áreas, y los afectados son los estudiantes”, señaló Márquez.