Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 22 de abril de 2025

A pocos días del 1 de Mayo la dignidad no puede esperar, dijo Gustavo Mujica



A las puertas de un nuevo Día Internacional del Trabajador, Venezuela se encuentra nuevamente sumida en una tormenta económica marcada por el aumento acelerado del dólar, una inflación persistente, y la continuidad de salarios mínimos que son, en la práctica, inexistentes.

El contexto no puede ser más dramático: pensionados que apenas sobreviven con 130 bolívares al mes; trabajadores activos y jubilados cuyos ingresos promedian 500 bolívares, en un país donde la canasta básica supera los 3.800 bolívares según estimaciones independientes. A esto se suma la ausencia de un aumento salarial estructural desde hace más de tres años. La consecuencia es clara: una población que vive con ingresos absolutamente desconectados de la realidad del mercado, atrapada entre la precariedad y la resignación.

Pero esta situación no es producto exclusivo de las sanciones ni de las crisis externas. Venezuela, a diferencia de muchos países del mundo, ha contado durante más de un siglo con uno de los recursos más codiciados del planeta “el petróleo”. Sin embargo, esa riqueza fue sistemáticamente desaprovechada por la ausencia de visión, planificación y gestión institucional.

Mientras países como Noruega diseñaron mecanismos inteligentes para transformar los ingresos petroleros en bienestar sostenible —creando fondos soberanos que hoy garantizan pensiones, salud, educación y futuro—, en Venezuela se apostó por el gasto inmediato, el subsidio populista y la dependencia estatal, sin construir cimientos sólidos para el desarrollo. Tuvimos el recurso, pero no la estrategia. Hoy, ni tenemos el recurso como antes (por la caída en la producción), ni una estructura económica que sostenga a las mayorías.

Por eso, este 1° de mayo no puede ser una fecha simbólica más. Es un llamado urgente a la reflexión y unidad nacional. Una jornada para exigir, desde todos los sectores sociales y productivos, un aumento general de salarios, una revisión realista de la política económica, y sobre todo, una gestión transparente y eficiente de los recursos del país.

No hay democracia estable sin justicia económica. No hay paz duradera sin dignidad laboral. Y no hay desarrollo posible sin voluntad política de corregir el rumbo.

Esta convocatoria es por la vida. Por el respeto al trabajo. Por el futuro de nuestros hijos. Porque la dignidad no puede esperar.

Comité Ejecutivo Nacional Izquierda Democrática

https://www.costadelsolfm.org/

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