La minera Gold Reserve, que cotiza en Toronto y tiene sede en Bermudas, presentó una oferta de 7.380 millones de dólares mediante su filial Dalinar Energy Corporation para adquirir acciones de PDV Holding, matriz de la refinería venezolana Citgo Petroleum, con sede en Houston.
La propuesta fue seleccionada como ganadora preliminar de la subasta organizada por un tribunal de Delaware para pagar reclamaciones derivadas de expropiaciones y deudas impagas de Venezuela, según el funcionario judicial Robert Pincus, que supervisa la subasta, en un documento judicial citado por Reuters.
La oferta de Dalinar duplica los 3.700 millones de dólares que ofreció en marzo Red Tree Investments, brazo de Contrarian Funds, superando también la primera oferta de 7.300 millones que Elliott Investment Management presentó el año pasado, pero que fue rechazada por la mayoría de los acreedores.
Compensaciones y el largo litigio por Citgo
De aprobarse por el juez Leonard Stark, el monto permitiría cubrir demandas de 11 de los 15 acreedores principales de Citgo que desde 2017 litigan para recuperar miles de millones. Entre ellos figuran ConocoPhillips, Crystallex, Rusoro, Koch, OI Glass y Siemens.
La propia Gold Reserve, cuyas minas fueron expropiadas en Venezuela, espera recibir 1.180 millones de dólares.
Sin embargo, la oferta no contempla el pago inmediato a los tenedores del bono venezolano 2020, en default, que está garantizado con acciones de Citgo, lo que según Pincus “representa un grado de riesgo” y podría retrasar el reparto del dinero.
Otras ofertas quedaron por fuera o no cumplieron requisitos
El proceso atrajo nuevas pujas de última hora, entre ellas una liderada por Vitol que superaba los 10.000 millones de dólares, y otra de Black Lion Capital Advisors por 8.000 millones en efectivo, pero no todas cumplieron los estrictos requisitos de la subasta.
El tribunal convocó para el 18 de agosto la audiencia final para decidir si aprueba la venta y escuchar eventuales objeciones.
Citgo Petroleum, considerada el activo extranjero más valioso de Venezuela y la séptima refinería más grande de Estados Unidos, rompió relaciones con Pdvsa tras las sanciones de 2019 y actualmente está controlada por juntas supervisoras designadas por la oposición.
El gobierno de Nicolás Maduro calificó la subasta como un “robo a la propiedad soberana”, mientras que cualquier comprador final necesitará también la autorización del Departamento del Tesoro de EE UU, que mantiene sanciones sobre Venezuela.
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