Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 19 de diciembre de 2020

VENEZUELA / USA 2021 – Parte I


Antecedentes

Parece necesario que para que se reconstruyan unas relaciones Venezuela-USA que faciliten el regreso de Venezuela a un camino de bienestar es que haya una combinación de conversaciones, presiones y paciencia.

2015

En marzo 2015, el presidente Barack Obama declaró a Venezuela una "amenaza para la seguridad nacional" de Estados Unidos y firmó una orden ejecutiva en la que declaraba una "emergencia nacional" por la amenaza "inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional y a la política exterior causada por la situación en Venezuela.



En el comunicado difundido entonces se leía: "Estamos comprometidos por hacer avanzar el respeto por los derechos humanos, al proteger las instituciones democráticas y el sistema financiero de EE. UU. de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela".

El decreto establecía sanciones contra funcionarios específicos, acusándolos de violar derechos humanos y cometer actos de corrupción. La justificación formal era que los sancionados eran considerados una "amenaza" para el sistema financiero estadounidense y, en consecuencia, eran un problema para la seguridad nacional.

En ese momento se dijo que las sanciones no apuntaban ni contra el pueblo ni contra la economía venezolana, ni tendrían un efecto directo en el sector petrolero venezolano. También se dijo entonces que declarar a un país una amenaza a la seguridad nacional era normalmente el primer paso para iniciar una política de sanciones.

La respuesta de Venezuela fue inmediata. Caracas llamó a consulta a su encargado de negocios en Washington. (Para entonces las relaciones entre ambos países se mantenían a nivel de encargados de negocios, desde diciembre de 2010 cuando el embajador venezolano en Washington perdiera su condición, después de que Caracas no aceptara al nuevo embajador postulado por Obama).

En la Asamblea Nacional de Venezuela, por su parte, la medida de declaración de emergencia era vista como la antesala de un ataque militar al país.

El gobierno venezolano organizó de inmediato una campaña para indicar que Venezuela no era una amenaza para los Estados Unidos.



En la práctica, el fondo del asunto era que las sanciones habían sido impuestas por lo que el gobierno americano interpretaba como serias violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Lo de la amenaza a al sistema financiero y a la seguridad nacional era la argumentación legal necesaria para justificar esas medidas.

Obama, Cuba y Venezuela

En diciembre de 2014 los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, anunciaron un proceso de acercamiento que culminó con la primera visita a la isla de un presidente americano dese 1928. Así se iniciaba el proceso de reanudación de unas relaciones que habían estado marcadas por más de 50 años de hostilidad diplomática.

Luego se conoció que ese acuerdo fue negociado en secreto durante meses y que fue facilitado por el Vaticano y por Canadá. Las discusiones abordaron, entre otros asuntos, la flexibilización de las restricciones de viaje, de las restricciones a las remesas y la reapertura de las embajadas de Estados Unidos en La Habana y de Cuba en Washington, ambas cerradas desde 1961.

Como resultados concretos, se establecieron cientos de vuelos comerciales entre ambos países, se restableció el servicio de correos, se retiró a Cuba de la lista de los países terroristas y se puso fin a la política de "pies secos, pies mojados" que daba condiciones especiales a los cubanos que lograran ingresar a los Estados Unidos.

Aquí podemos hacer nuestras primeras lecturas. No tiene mucho sentido que una diplomacia que había demostrado esa capacidad de negociar exitosamente con La Habana –cuya agilidad en el ámbito de acción de su cancillería tiene fama mundial– no estuviera al mismo tiempo desarrollando una estrategia similar en Venezuela. De hecho, las declaraciones de los distintos personeros de las varias entidades americanas que se referían a Venezuela siempre daban la impresión de estar bien coordinadas. Si bien, aunque en el resto del mundo es frecuente la percepción de que Estados Unidos ve a los demás países a través de un lente muy norteamericano, el tratamiento que el gobierno de Obama estaba dando a la situación venezolana parecía –sin juicios de valor– siempre consistente.

2017 – 2020

Independientemente de todos los detalles de las sanciones que el gobierno de Donald Trump ha impuesto a Venezuela, el término "consistente" no parece ser uno que se pueda usar para describir las relaciones Venezuela-USA en estos últimos 4 años.



En mayo de 2017, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a los miembros de la Sala Constitucional por considerar que habían usurpado las funciones de la Asamblea Nacional. En julio y agosto de ese mismo año, el Departamento del Tesoro, congeló todos los activos del presidente de la república y de varios miembros de la Asamblea Nacional Constituyente.

En marzo de 2018, el presidente Donald Trump firmó una orden que prohíbe realizar transacciones con cualquier tipo de moneda digital emitida por el gobierno de Venezuela. Eventualmente, quedaron prohibidas las relaciones comerciales entre estadounidenses y residentes con el Estado venezolano y una lista de empresas sancionadas. Desde entonces la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de Specially Designated Nationals And Blocked Persons List, ha ido creciendo continuamente.



El 23 de enero de 2019, Nicolás Maduro, anunció el rompimiento unilateral de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. El 28 de enero el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro cancelaron las órdenes de compra a PDVSA y cedieron el control CITGO y de cuentas bancarias al Gobierno de Transición. En abril Estados Unidos anunció sanciones contra las embarcaciones que PDVSA utilizaba para transportar petróleo venezolano a Cuba.

Todas esas sanciones, en la práctica, paralizaron las relaciones comerciales de Venezuela con el que había sido tradicionalmente su mayor socio comercial, por tradición y cercanía logística.

Halcones y micrófonos

Halcones, invasiones … y desorden, es lo que ha parecido ser. La "diplomacia de micrófonos" ha sido severamente criticada –justamente se podría decir– de manera histórica. En esta era de redes sociales, la "diplomacia de 140 caracteres" presenta riegos exponencialmente mucho más graves. Más aún si se ejerce descoordinadamente.

En el caso de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela en estos últimos años, ni la coordinación ni la consistencia, parecen haber sido la norma. Lo que percibe un simple espectador es que las desavenencias entre la cancillería, el comando sur, los asesores del presidente, los emisarios especiales y las distintas dependencias norteamericanas que han logrado llegar a los medios, dibujan un cuadro que no parece tener una ruta clara, una línea sólida de dirección.

Lo que imaginamos que pasó

Durante un tiempo, hasta el 2016, debe haber habido acercamientos muy confidenciales entre representantes del gobierno americano y del gobierno y la oposición venezolana. Imaginamos que la tarea no se pudo completar porque, aún ante una posición única por parte de los norteamericanos, en cada uno de los bandos venezolanos, en el gobierno y en la oposición, había múltiples corrientes con intereses encontrados que impidieron que se llegara a un acuerdo. Imaginamos también que nadie creía que iba a ser un asunto fácil –basta ver lo que tomó el acuerdo entre Colombia y la guerrilla–.

Después del 2016 la cosa cambió. Se terminó por acabar la conversadera y se impuso una posición de buscar una solución para ya, con "todas las opciones sobre la mesa". Comenzó una época de duras sanciones, que han contribuido con el retroceso de Venezuela a comienzos del siglo pasado –y cuidado si más atrás– y que le han dado al gobierno una justificación, que seguramente agradece, para los problemas del país.

Y es que esas sanciones y bloqueos económicos han sido tradicionalmente ineficaces en lograr cambios de gobiernos. Cuba, Irán, Corea, Siria, han sido ejemplos notorios. Tan aparentemente ineficaces que Irán, bloqueado y sancionado, se ha convertido en una de las palancas en las que Venezuela se apoya.

En este período lo que parece haber habido fue un conjunto de intentos fallidos de comunicación entre los dos gobiernos que no llegó a nada. Porque el gobierno americano pareció utilizar tres o cuatro interlocutores que no se veían coordinados; porque la oposición no parecía tener planes y estrategias realistas –o más bien, quizás, muchos planes y estrategias–; y porque el gobierno venezolano pareciera que no logró diseñar un diálogo con planteamientos concretos.

2021

Lo que sí parece necesario para que se reconstruyan unas relaciones Venezuela-USA que faciliten el regreso de Venezuela a un camino de bienestar es que haya una combinación de conversaciones, presiones y paciencia. Mucha paciencia.

1 comentario:

  1. Lo que sí parece necesario para que se reconstruyan unas relaciones Venezuela-USA que faciliten el regreso de Venezuela a un camino de bienestar es que haya una combinación de conversaciones, presiones y paciencia. Mucha paciencia.

    ResponderBorrar