La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (Ifrc) pidió este viernes 18 de diciembre, en el Día Internacional del Migrante, que se otorgue un trato digno hacia ellos y que sus derechos se vean protegidos, especialmente ante el COVID-19 y la “difícil situación de violencia” que se vive en parte de México y Centroamérica.
“En este contexto, es necesario lograr una respuesta eficaz y coordinada donde las propias personas migrantes, la sociedad civil, las autoridades de todos los países implicados y la comunidad internacional trabajen de la mano para garantizar que quienes migran reciban un trato digno y vean protegidos sus derechos”, consideró la organización en un boletín.
La coordinadora regional de migración del Comité Internacional de la Cruz Roja para México y América Central, Lorena Guzmán, recordó que migrar “es una decisión difícil” y que las personas se ven forzadas a ello “como último recurso” ante la situación sanitaria, de violencia o climática que se vive en la región.
“Comunidades, estados, organizaciones, individuos: todas y todos podemos contribuir a que su camino sea seguro y sus condiciones dignas”, recalcó Guzmán.
“Quienes migran se exponen cada vez a más riesgos, como la posibilidad de sufrir daños físicos, emocionales o patrimoniales, cuando su camino debería ser seguro, digno y con acceso a servicios humanitarios”, expuso José Félix Rodríguez, coordinador de Migración de la Ifrc en las Américas.
Para Rodríguez, la respuesta al fenómeno migratorio “debe ser integral y atender las necesidades de grupos propensos a una mayor vulnerabilidad, como las personas afectadas por la violencia, las mujeres, niños, niñas y jóvenes, las poblaciones indígenas y las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero”.
Para concienciar sobre las dificultades que enfrentan los migrantes y alentar la protección de sus derechos, Cruz Roja lanzó la campaña “Migrar no es un juego“, con un vídeo que muestra a niños y niñas participando en un juego de mesa que simula un desplazamiento migratorio.
Las escenas de los niños, guiados por una psicóloga, se mezclan con testimonios reales de migrantes centroamericanos en un material que, según el boletín, “busca captar las reacciones del grupo al enfrentarse a diferentes riesgos en situaciones de disparidad, para mostrar que migrar no es un juego y que las diferentes decisiones que las personas pueden tomar ante las circunstancias pueden marcar una diferencia”.
Con información de EFE
Foto: Banca y Negocio
Las escenas de los niños, guiados por una psicóloga, se mezclan con testimonios reales de migrantes centroamericanos en un material que, según el boletín, “busca captar las reacciones del grupo al enfrentarse a diferentes riesgos en situaciones de disparidad, para mostrar que migrar no es un juego y que las diferentes decisiones que las personas pueden tomar ante las circunstancias pueden marcar una diferencia”.
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