Con el ostentoso nombre de Plan para la Recuperación Económica Nacional, el Presidente anunció un conjunto de medidas que van desde la posposición de la reconversión monetaria, hasta paliativos para encarar la crisis de transporte.
Son medidas aisladas que distan mucho de ser un verdadero Programa de Reformas Económicas. Más que una reconversión monetaria, lo que Venezuela necesita es un Programa de Estabilización Económica bien diseñado y ejecutado, que parta de un diagnóstico acertado y contenga las medidas correctas que deben ser aplicadas en una secuencia lógica y a un ritmo adecuado para poder superar los graves problemas de escasez, hiperinflación, colapso de la producción petrolera y peso de la deuda externa. Pero en el gobierno nadie está trabajando en un programa integral de reformas económicas, por lo que solo pueden esperarse medidas aisladas e incoherentes como las que fueron anunciadas.
A continuación nuestro análisis sobre la lógica que subyace en cada una de estas medidas y del impacto que pudieran tener sobre la economía nacional.
Reconversión monetaria
Fue pospuesta por tercera vez para el 20 de agosto y ahora tendrá cinco ceros menos. Es más fácil agrupar las cifras de 3 en 3, por lo que quitarle 5 ceros en lugar de 6 hará más engorrosa la conversión de las cantidades. Pero no se trata simplemente de quitarle ceros al bolívar, sino quitárselos a la hiperinflación.
Lamentablemente no se anunciaron medidas concretas para erradicar los factores generadores y propagadores del alza de los precios. Maduro se limitó a presentar la nueva familia de monedas y billetes que va desde la moneda de 0,50 céntimos, hasta el billete de 500 bolívares soberanos.
Con la nueva reconversión, un pasaje urbano de 20 mil bolívares se reconvertirá en 0,20 céntimos, pero resulta que la moneda de menor denominación es de 0,50 céntimos. ¿Cómo se dará el vuelto al usuario de servicio? La única manera es subir el pasaje más barato a 0,50 céntimos, equivalente a 50.000 bolívares. Este sencillo ejemplo nos revela que estamos a las puertas de un caos monetario, de un colapso de los medios de pago.
Las medidas anunciadas son una huida hacia adelante. Al no contemplar acciones para la reactivación agrícola e industrial ni corregir el déficit de las empresas estatales a través de la liberación cambiaria y de las tarifas de servicios públicos, esta brecha se seguirá financiando con emisiones de dinero inflacionario. En diciembre se le habrá puesto otra vez cinco ceros a todos los billetes y seguramente en enero el efímero bolívar soberano será sustituido por una nueva familia de billetes que serán los petros.
Anclaje del bolívar soberano al petro
El anclaje de bolívar soberano con el petro carece de sentido porque el petro no es una divisa de aceptación internacional. Este anclaje tendría alguna razón si se activan dos formas de medir los precios: una en petros y otra en bolívares soberanos.
El petro haría las veces de una Unidad Tributaria. El precio no cambia en petros aunque si cambie su equivalente en bolívares. Esto tendría un impacto parcial en las expectativas inflacionarias, toda vez que los precios medidos en petros se mantendrían constantes y la inflación se registraría solo en bolívares soberanos, que seguirán siendo emitidos de manera desmesurada por el BCV para financiar el déficit de Pdvsa, Corpoelec, Hidros, Metro y demás empresas públicas
Reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios
El objetivo es permitir la inversión en moneda extranjera dentro de Venezuela y eliminar barreras para el libre flujo de divisas en el país.
Esta reforma tiene sentido si apunta a la legalización del mercado paralelo y a permitir que las operaciones de compra venta de inmuebles, vehículos y otros bienes y servicios se puedan hacer en dólares u otra moneda extranjera. Incluso si se autoriza el pago en divisas de nóminas y servicios profesionales.
Las inversiones extranjeras están paralizadas porque a los inversionistas se les obliga a cambiar sus divisas a las bajas tasas que se imponen en las subastas del Dicom, las cuales se quedan siempre muy por debajo de la mayor postura en las subastas y de la cotización del dólar paralelo. Por eso los bolívares que obtienen los inversionistas no les rinden para pagar la nómina y demás costos nacionales.
Si se permite la inversión directa en moneda extranjera y el libre flujo de divisas para el pago de nóminas y operaciones de compra-venta, la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios se puede traducir en nuevas fuentes de divisas a través de la inversión extranjera, la repatriación de capitales de origen venezolano depositados en el exterior, y el aumento de las exportaciones no petroleras privadas.
Leer mas: https://www.panorama.com.ve/opinion/Analisis-de-las-medidas-anunciadas-por--Maduro-por-Victor-Alvarez-20180727-0069.html
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