Estás asesinando a la Revolución que el Comandante Chávez nos confió, te has rodeado de tu círculo íntimo, y crees que puedes hacer con este país y con nuestro legado lo que te venga en gana. En una mezcla de prepotencia, ignorancia, incapacidad, cinismo y mucha irresponsabilidad, han llevado a nuestro Pueblo a una situación inimaginable de sufrimiento y humillación. Un retroceso tremendo. El Comandante Chávez no nos pidió que apoyáramos lo que está pasando, jamás lo hubiese hecho.
El Comandante habló de la Patria, de su futuro luminoso, no de ésto que está sucediendo. El chantaje y manipulación del que tanto usas tiene que llegar a su fín, has abusado de su nombre y su imagen, tratas de parecerte a él, no puedes. Si nuestro Comandante estuviese entre nosotros, y bajara del Cuartel de la Montaña, hiciese cola para la comida, o estuviese en las calles de Caracas, viera a los niños en los basureros, ¿qué haría?, ¿con qué cara le responderías? Tienes que rendir cuenta de este desastre.
Hace ya miles de años un hombre pequeño y lleno de ambiciones pasó a cuchillo a miles de niños para mantenerse en el poder, por el temor, el miedo al futuro luminoso que vendría con el niño redentor, fue capaz de cometer un crimen horrendo, degollar el futuro para lograr su propósito.
Hoy día la Revolución Bolivariana, esa criatura, niña aún, es sacrificada en aras del poder, de mantener los privilegios, la prepotencia y la ceguera de Herodes. Triste espectáculo el que se observa en nuestra querida Patria.
Una profunda desesperanza y falta de fé en el futuro se ha instalado en el corazón de nuestro Pueblo, el Pueblo de Chávez, el de Bolívar, ese que cruzó Los Andes, ese del 13 de abril, de la derrota del Sabotaje Petrolero, ahora en las calles exigiendo un pernil, una caja de cartón con algunos productos extranjeros de supervivencia, acorralado con un carnet para obtener una dádiva, algo. Ese pueblo victorioso, ahora convertido en un pueblo de bachaqueros, de sálvense quién pueda, desmoralizado. Ese Pueblo que sigue votando por Chávez, por lo que le indique la Revolución, un esfuerzo más, una batalla mas, otro sacrificio, por Chávez, por su legado por su memoria. Un Pueblo paciente que no merece vivir lo que está viviendo.
¡La economía es un caos! ¿Hasta cuándo tanta improvisación? ¿Quién se beneficia de todo ésto? ¿Quiénes se han hecho millonarios a tu sombra? ¿Te los nombro? Ya basta de echarle la culpa a otros, primero la guerra económica, luego las sanciones, ahora resulta culpa de PDVSA.
La empresa y los miles y miles de trabajadores, hombres y mujeres honestos, patriotas, la empresa creada por Chávez, la nueva PDVSA, la de Chávez, la que mantuvo siempre a esta Revolución a flote, la que sostuvo la batalla contra la pobreza y la exclusión, la que rescató la soberanía y el petróleo, la que Chávez felicitaba y defendía, la que cumplía con eficiencia todas las tareas, de todo tipo, de nuestra Revolución, ahora, resulta que tú dices que es corrupta, ahora es enemiga, ahora resulta que es la responsable de todo lo que está pasando, de todo este desastre, en un escándalo tras otro. Me pregunto, ¿cuándo vas a sumir tu responsabilidad? ¿Cuándo vas a decir, “me equivoqué”, “me retiro”, o al menos un “voy a rectificar” ?, ¿es que este Pueblo no merece un poco de honestidad? No, parece que tu círculo íntimo y tú están dispuestos a hacer lo que sea para mantenerse en el poder.
En términos económicos, con una inflación nunca vista en nuestra historia, la inflación sí existe, ¿sabes?, manda a alguien a hacer mercado y que te cuente, pregunta a los que viven de su salario, la devaluación a niveles de colapso, un diferencial cambiario que te has empeñado en mantener y que ha hecho millonarios a tu entorno y tus amigos, a la oligarquía de siempre, la que te aplaude, la que manejan tus medios de comunicación, tus empresas amigas, “los apoyos”.
Un salario de vergüenza que no alcanza para nada, sin ahorros, los hijos de la Revolución, los que crecieron con Chávez, los que creyeron o nó en él, no importa, los jóvenes, el futuro, salen por miles del país, los más afortunados, los profesionales, a empezar de nuevo, ahora como migrantes, los más de ellos que salen del país, dejan las familias y todo para ser humillados, explotados, prostituídos, sólo porque no ven posibilidades en nuestra patria, porque los matan, porque no tienen trabajo, porque no les alcanza.
Nuestra población llevada al límite para conseguir alimentos o medicinas. Haciendo maromas, reduciendo todo, limitados, desaprendiendo lo que aprendieron con la Revolución: comer proteínas, alimentos de calidad. Los enfermos crónicos, condenados a seguir con sus padecimientos o a fallecer porque no hay manera de tener acceso constante a los medicamentos, al sistema de salud colapsado. No me vayan a decir que son cuentos de los escuálidos. No, sé dé casos cercanos.
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