Tras ser considerada por años como inoperante, la OPEP demostró con sus recortes que sus miembros pueden ponerse de acuerdo. PHOTO: HEINZ-PETER BADER/REUTERS
Medir el éxito de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo nunca ha sido más difícil.
Los operadores de petróleo dicen que no sólo están analizando las cifras más recientes de la OPEP, que indican que el cartel está cumpliendo su promesa de eliminar casi 1,2 millones de barriles al día del mercado global. Además de eso, están atentos a las señales de crecimiento en la producción petrolera estadounidense, a los niveles de inventario de petróleo y a la limitación del bombeo de crudo por otros grandes productores como Rusia.
La complicada ecuación ha ayudado a poner un tope sobre los precios del petróleo y a mantenerlos dentro de una banda de unos US$5, entre US$51 y US$56 por barril, después un alza de 20% tras el acuerdo de la OPEP el 30 de noviembre.
La última evidencia de esto llegó el lunes, cuando la OPEP —famosa por no cumplir sus propios acuerdos— publicó un informe optimista con cifras que mostraban un cumplimiento casi total. Los precios del petróleo, no obstante, cayeron, con una baja de 2% del Brent, a US$55,59 el barril.
La principal razón de la caída de los precios, según operadores y analistas, es que los aumentos de la producción ya estaban incorporados en el acuerdo de la OPEP, lo que afectó la capacidad del cartel de forzar a los operadores a reducir los vastos suministros de petróleo almacenado en tanques alrededor del mundo.
En 2009, cuando la OPEP señaló que recortaría más de 4 millones de barriles al día para estabilizar los precios durante la crisis financiera, hubo sólo una excepción: Irak. Esta vez, el acuerdo del cartel eximió a dos grandes productores, Nigeria y Libia, y permitió a Irán aumentar ligeramente su producción.
BNP Paribas estima que la tasa de cumplimiento de la OPEP, incluyendo la producción de Nigeria y Libia, es de 77%. Si la producción nigeriana sigue en alza, esa cifra podría caer a 63%, aproximadamente el mismo nivel que en 2009, según el banco francés. La Administración de Información de Energía de Estados Unidos sugiere que los recortes de la OPEP, al incluir Nigeria y Libia, equivalen a cerca de 75% de lo prometido.
Otra variable es la producción de países que no pertenecen a la OPEP. Rusia y otros 10 países se comprometieron a reducir un total de 558.000 barriles al día este año, pero el acuerdo incluía pocos detalles, lo que dificulta calcular su cumplimiento, dicen operadores.
Rusia, el mayor productor mundial, recortó 100.000 barriles al día en enero, informó la Agencia Internacional de Energía la semana pasada, pero la reducción fue en relación a récords postsoviéticos y fue inferior a los 300.000 barriles diarios que había acordado. Goldman Sachs estima que el cumplimiento total de la OPEP y 11 países ajenos a la agrupación, que acordaron en diciembre reducir su producción en conjunto, es de alrededor de 85%.
“Es un juego de números”, dice Doug King, director de inversión de RCMA Asset Management y gestor de su fondo de cobertura Merchant Commodity, que tiene US$230 millones en activos. “Pese a los buenos sonidos de la OPEP, hay exenciones importantes y realmente no sabemos lo que está sucediendo en Rusia”, agrega.
Otro factor que juega en contra del acuerdo de la OPEP son los productores de petróleo de esquisto de EE.UU., que están aprovechando el repunte de los precios de los últimos dos meses para reanudar la producción. La OPEP duplicó el lunes su estimación del crecimiento de la producción en 2017 de los países que no pertenecen al cartel, atribuyéndolo a “un alza de las actividades de perforación y la inversión en EE.UU.”.
“El pánico es que (los recortes de la OPEP) le estén dando un salvavidas a la producción de esquisto”, dice Helima Croft, estratega jefe de commodities del banco canadiense RBC Capital Markets.
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