Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Un poder peligroso. SIMON GARCIA.

Una sociedad no puede coexistir con un gobierno que además de ocasionar un daño constante y creciente al país, conforma un aparato para cumplir dos propósitos: controlar todo totalmente y dedicarse a imponer su eternización. Un poder sin elecciones ni parlamento.

Los día que corren son importantes para que el gobierno se termine de desenmascarar ante quienes aún lo siguen por motivos justos, ante la Comisión de acompañantes y ante las instancias internacionales. El gobierno responde el gesto de la MUD hacia el vaticano lanzando granadas contra el diálogo y con el desesperado propósito de debilitar y dividir a la MUD: con una mano aplica la represión y el terrorismo de Estado contra Voluntad Popular y con la otra alienta intrigas contra UNT. Mientras tanto sigue la confiscación en la economía y el robo a saco de los dólares de los venezolanos.

Durante mucho tiempo la MUD ha insistido en acusar a Maduro de ser contrario al diálogo, que el gobierno acude a él para engañar a ingenuos seguidores mientras espera que pase lo que considerada como su mala tarde. Pero en 48 horas el lenguaje y la conducta práctica del gobierno ha convencido a mayor número de personas y sectores sobre la veracidad de las declaraciones de la oposición.

Este aprendizaje colectivo fue también ayudado porque la MUD, asumiendo con coraje la responsabilidad que le corresponde a una dirección comprometida con acumular victorias, confrontó el grito de marchar a Miraflores. Defendió su estrategia de seguir una ruta escalonada del enfrentamiento a los actos inconstitucionales de Maduro y le concedió un espacio al diálogo.

Seguramente le ocasionó una pérdida de popularidad dentro de un efecto chinchorro. Primero llegan las emociones y las pasiones, después la reflexión sobre la conveniencia de seguir un plan con un encadenamiento de acciones, con una estimación de las consecuencias y una claridad sobre los objetivos que se persiguen. Las consignas que inflaman son un lance, un entrompe incierto, un tope a todo que puede resultar suicida. Los que luchan contra una dictadura, siguiendo a Dios, no deberían jugar a los dados.

La ventaja de las posiciones radicales es su simpleza. Prometen conquistar de un solo golpe todo lo que la gente quiere. Nada de paradas, ni de alcanzar objetivos parciales, ni de proteger a la gente de golpes o derrotas que pueden ser evitados. El asalto al cielo, en el pensamiento ardiente e inflamado de voluntarismo, se gana no con una escalera, sino sobreponiendo bolas.

Los políticos que triunfan tienen bien puesto el cerebro y las esféricas, pero el primero gobierna a las segundas incluso en el momento en el que estas resultan decisivas para vencer. No construyen populismos.

El radicalismo es una deficiencia política. Lenin lo comparó, cuando lo combatió, con una enfermedad infantil. En el campo diverso de la oposición al régimen hay dirigentes meritorios y respetables que padecen esta dolencia. Son necesarios y hay que persuadirlos en una confrontación solidaria, que atienda la prioridad de fortalecer y ampliar la Unidad. La diferencia no es un delito.

No hay que olvidar que compartimos el objetivo común de dar, desde donde se actúe, lo mejor de cada quien para quitarnos de encima el peligroso más poderoso de todos: el poder de una dictadura.

El conjunto de la MUD ha dado, con motivo de la divergencia de VP, un ejemplo categórico de cuanto todos valoran la Unidad.

@garciasim

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