
Un juez federal de Delaware dio luz verde el martes a la compra de Citgo Petroleum Corp., la sexta mayor refinadora de Estados Unidos y joya de la corona de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), por parte de Amber Energy Inc., filial del fondo de inversión estadounidense Elliott Investment Management.
El monto acordado es de 5.890 millones de dólares, muy por debajo de las valoraciones que oscilan entre 13.000 y 18.000 millones de dólares.
La operación, que aún requiere la aprobación final de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro, se espera que se concrete durante el primer semestre de 2026. De cerrarse, pondría fin a casi 20 años de propiedad venezolana sobre Citgo y representaría la mayor expropiación indirecta de activos de un Estado en la historia reciente de Estados Unidos.
¿Qué implica esto para Venezuela y Pdvsa?
Pérdida definitiva del principal activo externo Citgo era la única filial extranjera rentable que aún controlaba Pdvsa. Generaba entre 700 y 1.200 millones de dólares anuales en flujo de caja libre y era la principal fuente de divisas líquidas para el gobierno de Nicolás Maduro a través de remesas y créditos de combustible. Con su venta, Venezuela pierde para siempre la posibilidad de recuperar este activo.
Corte total del suministro de gasolina subsidiada desde EE.UU. Citgo enviaba mensualmente entre 80.000 y 120.000 barriles diarios de gasolina y diésel a Venezuela bajo esquemas de trueque o pago diferido. Esa válvula de oxígeno se cerrará definitivamente cuando Amber tome el control.
Impacto financiero inmediato Los US$5.890 millones no irán al Tesoro venezolano ni a PDVSA. Serán distribuidos entre un grupo de acreedores (Crystallex, ConocoPhillips, tenedores del bono PDVSA 2020, entre otros). El gobierno de Maduro calcula que, incluso sumando intereses, aún quedarán pendientes más de US$15.000 millones en reclamaciones que podrían perseguir otros activos venezolanos en el exterior.
Golpe simbólico y político Citgo era vista en Caracas como el último bastión de soberanía petrolera fuera del país. Su pérdida refuerza la narrativa oficial de “robo imperialista” y debilita la posición negociadora de Maduro frente a la comunidad internacional.
Efecto en Pdvsa La estatal venezolana queda reducida a una empresa operadora exclusivamente dentro del territorio nacional, con producción en mínimos históricos (menos de 900.000 b/d) y sin capacidad de refinación en el exterior. Pierde acceso directo al mercado estadounidense, el más grande y rentable del mundo para sus crudos pesados.
Aunque no ha habido una posición oficial al respecto, hace unos meses el Ministerio del Petróleo y la Asamblea Nacional han calificado el problema de Citgo como “el mayor despojo de la historia republicana”.
Por su parte, Amber Energy aseguró que mantendrá la marca Citgo, invertirá en modernización de refinerías (Lemont, Lake Charles y Corpus Christi) y no planea despidos masivos inmediatos.
Con esta venta se cierra un capítulo de dos décadas en las que Citgo pasó de ser el brazo comercial más exitoso de Pdvsa a convertirse en la principal garantía ejecutable de las deudas impagadas del Estado venezolano.
El abogado y exembajador del gobierno interino en Canadá Orlando Viera-Blanco indicó que la decisión del juez Stark es apelable ante la Corte III de Apelaciones de Delaware. Si este tribunal confirma la sentencia, aún podría recurrirse ante la Corte Suprema de Estados Unidos, reseñó el medio Tal Cual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario