Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 19 de agosto de 2025

El misterio de la Chevron en Venezuela un acuerdo que no se logra descifrar



El juego ambiguo de Donald Trump con Venezuela del canje de presos a la amenaza militar. Y se desconoce las condiciones en la que se establecieron el retorno de la Chevron a Venezuela.

Después del intercambio de prisioneros entre Venezuela y Estados Unidos hace unas semanas y de la autorización de la petrolera Chevron para volver a operar en el país vecino, parecía que la confrontación política entre Caracas en Washington, aunque lejos de estabilizarse, al menos había desescalado. Sin embargo, está sucediendo todo lo contrario.

La designación del ‘cartel de los Soles’ como organización terrorista, seguido del aumento a 50 millones de dólares de la recompensa por la captura de Nicolás Maduro y la acusación de las autoridades estadounidenses de que es el mandatario venezolano quien lidera ese cartel, dieron un matiz diferente a la relación.

Incluso, a eso se suma la declaración de la fiscal estadounidense, Pam Bondi, quien esta semana afirmó que incautaron 700 millones de dólares en bienes asociados a Maduro en la República Dominicana y Florida.

La andana de Washington, sin embargo, no paró ahí. A todo ello hay que sumarle el envío en el mar Caribe de tropas estadounidenses para combatir el narcotráfico. Esto último, de hecho, es lo que más ha incomodado al chavismo. El ejército estadounidense habría desplegado más de 4.000 infantes de marina, según la cadena de noticias CNN.

Se trata del Grupo Anfibio Listo para el Combate de Iwo Jima (ARG) y la 22 Unidad Expedicionaria de Marines del Comando Sur de los Estados Unidos. Un submarino de ataque de propulsión nuclear, un avión de reconocimiento P8 Poseidón adicional, varios destructores y un crucero con misiles guiados también serán asignados al Comando Sur de Estados Unidos como parte de la misión, reseña CNN.

Pero este movimiento no es nuevo. Lo que se repite, de hecho, es que ocurre por segunda vez luego de una acusación directa de Washington en contra de Maduro. En 2020, el Comando Sur también navegó el mar Caribe.

Lo hizo después de que el Departamento de Justicia acusó por narcotráfico al presidente venezolano. En ese momento, desplegó una operación para interceptar cargamentos de narcóticos en esa ruta marítima.

El chavismo considera que estas acciones contra la droga nada tienen que ver con Venezuela, pero que, aun así, los estadounidenses encontrarían una respuesta del chavismo si quisieran entrar en suelo venezolano.

Estamos desplegados en todo el Caribe que nos corresponde a nosotros, nuestro mar, territorio venezolano. La respuesta es esta, para ser considerado cartel debe producir, procesar y debe ser tránsito (…). El informe de Naciones Unidas dice que en Venezuela no hay ningún tipo de droga, entonces ¿cómo hablan de cartel? El único cartel de droga que opera a la luz de todo el mundo es la DEA, respondió Diosdado Cabello, ministro del Interior y por quien Estados Unidos ofrece 25 millones de dólares por su captura.

Para Marco Rubio, secretario de Estado y uno de los articuladores de la escalada en contra del chavismo, el ‘cartel de los Soles’ es una de las organizaciones más amplias del hemisferio y aun así no se le ha prestado suficiente atención. Por ello, el régimen de Maduro no es un gobierno, es una organización criminal, sentenció este jueves.

Esa afirmación va en la misma línea discursiva de la opositora venezolana en la clandestinidad María Corina Machado, quien insiste en que Maduro es el jefe de la organización criminal y de la banda el ‘Tren de Aragua’.

Este es un paso importante porque ciertamente Maduro no solo ha destruido la vida de millones de venezolanos, sino que está desestabilizando fuertemente la región y representa una amenaza real para la seguridad nacional y para la vida del pueblo estadounidense, dijo Machado refiriéndose al aumento de la recompensa.

Sin embargo, hay algo de confusión en la ya acostumbrada forma de Donald Trump de abordar la política exterior. Y en el caso de Venezuela también, debido a los mensajes ambiguos con respecto a Caracas.

El deseo de Trump de mantener a todos felices –y mantenerlos adivinando– se refleja en la política hacia Venezuela, le dice a EL TIEMPO Michael Shifter, exdirector del Diálogo Interamericano y profesor de la Universidad George Washington.

Shifter considera que el ecosistema estadounidense está compuesto por una facción dura de los antimaduro, que se evidencia cuando Rubio dice que Maduro es un presidente ilegítimo y lo etiqueta como un narcoterrorista, y otra más pragmática que termina realizando canjes de presos con Caracas y otorgando la licencia a Chevron, velando por los intereses empresariales estadounidenses.

Aunque es tentador centrarse en el aspecto radical o transaccional del enfoque de Trump hacia Venezuela, es prudente tener en cuenta todas sus contradicciones que probablemente continuarán, acota Shifter.

Otros análisis consideran que efectivamente sí hay un nuevo cerco contra Maduro, pero lo que busca es algo más práctico: abrir el juego político en Venezuela.

Estas acciones de Estados Unidos creo que están dirigidas a producir un cambio de conducta por parte del gobierno de Nicolás Maduro y obligarlo a forzar una negociación política de tal manera que se rompa el punto muerto que ha habido desde el 28 de julio, dice a EL TIEMPO el politólogo Daniel Arias.

Para Arias, si no se logra destrabar ese juego, aumentaría el costo político y económico para Caracas, debido a que las acusaciones de envolver a todo el gobierno dentro de la trama delictiva hacen prácticamente imposible la inversión internacional.

Esa presión se basaría en crear una amenaza creíble para lograr la repetición de elecciones. Al menos así lo considera Andrés Izarra, exministro de Hugo Chávez. Izarra, en el exilio, cree que no se trata de pensar en una invasión de Estados Unidos a Venezuela, sino de presionar por condiciones para que los venezolanos resolvamos el conflicto político apelando a la voluntad del pueblo, escribió en su cuenta de X.

Precisamente hace unos días, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, insistió en que los venezolanos deben resolver sus conflictos, considerando que la gente en ese país tiene que alzarse y reclamar su libertad (…). No podemos ir por el mundo cambiando gobiernos a nuestro antojo.

Mientras se adivina qué es lo que busca Trump con Venezuela, lo que sí no es un rompecabezas es el reto que tienen los países vecinos. Esta situación es tan grave que obliga a todos los países de América Latina a asumir una posición en blanco y negro, o apoyan la tesis de la administración Trump o la niegan, insistió el politólogo Daniel Arias.

Para el académico, quienes tendrán una decisión más difícil son los gobiernos de Colombia, México y Brasil, de por sí afines a Maduro, pero que no quieren sufrir sanciones y retaliaciones estadounidenses.

Estos países tendrán que decidir qué tesis apoyar y si se mantienen en el discurso de la no intervención en los asuntos soberanos, ya que puede haber duras consecuencias financieras.

El Tiempo de Bogotá

Donald Trumpo le permitió a la Chevron reanudar operaciones petroleras en Venezuela

Nicolás Maduro durante una conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores, en Caracas, Venezuela, informó la reanudación de la concesión a Chevron de la licencia para producir petróleo en el país.

Chevron tiene 102 años en Venezuela, y yo quiero que tenga 100 años más, y trabajar sin problema, celebró el mandatario venezolano.

El regreso de Chevron a la nación sudamericana ocurre tras un inédito intercambio de prisioneros con la mediación del presidente salvadoreño y es percibido como una postura más flexible del presidente Trump hacia el régimen de Maduro.

De acuerdo con la agencia Reuters, Washington está preparando nuevas autorizaciones a socios clave de la estatal venezolana PDVSA, que incluyen también a empresas europeas, para permitirles operar con ciertas limitaciones en la nación sancionada.

Chevron es una de las principales compañías petroleras privadas de Venezuela. Nuestra presencia en el país comenzó con actividades de exploración en 1923 y el descubrimiento del campo Boscán en 1946.

El suministro de energía requiere trabajar con socios confiables que prosperan cuando nosotros lo hacemos. Chevron trabaja en colaboración con filiales de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa petrolera nacional de Venezuela, en cinco proyectos de producción terrestres y marítimos en el occidente y oriente de Venezuela, cumpliendo con las leyes y regulaciones aplicables.

Costa del Sol

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