Algunos países europeos empiezan a ceder a la presión de Donald Trump sobre su gasto en defensa.
Desde que el magnate republicano regresó al poder ha insistido en que sus aliados de la OTAN deben subir su gasto militar del actual 2% de su PIB al 5%.
Un objetivo que la Casa Blanca ha ido subrayando con el pasar de los días, como lo hizo este 19 de junio, cuando la secretaria de prensa estadounidense, Karoline Leavitt, aseguró que el presidente “ha dejado muy claras sus prioridades” con los aliados europeos, “incluida España”.
Un día después, este viernes, Noruega anunció que cumplirá con el objetivo de la Alianza de destinar el 5% de su producto interior bruto para la defensa de la organización, tal y como confirmó el premier del país nórdico, Jonas Gahr Støre.
"El mundo se ha vuelto más peligroso y más impredecible. Europa debe tomar mayor responsabilidad por su propia seguridad, debemos hacer más para asegurar nuestro país y contribuir a nuestra seguridad común con nuestros aliados de la OTAN", afirmó Støre,
Otra nación que parece estar de acuerdo con el aumento del presupuesto en defensa es Alemania. También este viernes, el portavoz del Gobierno alemán, Stefan Kornelius, aseguró que “para los Estados miembros de la OTAN es indiscutible que se requieren considerables inversiones adicionales para la capacidad de defensa de Europa", sumándose al tono noruego de hacer más para la seguridad del viejo continente.
Todas estas declaraciones tienen lugar en vísperas de la cumbre de la OTAN, que se celebrará el próximo 24 de junio en La Haya, donde se espera que el gasto colectivo en defensa sea uno de los temas que encabecen la agenda del encuentro.
Kornelius indicó que en ese encuentro se tratará de llegar a un “entendimiento” para encaminarse a un “aumento gradual del gasto en defensa hasta el 3,5%, así como en inversiones relacionadas con la seguridad del 1,5%”.
España reafirma “apoyo leal” a la OTAN, pese a rechazar aumento del gasto
Aunque Alemania y Noruega ven con buenos ojos el aumento de gasto en defensa, otros países como Italia, Francia y España han cuestionado la propuesta de la Casa Blanca.
Por ejemplo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, envió una carta dirigida a secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el jueves 19 de junio, en la que plasmaba las dudas que generaba el eventual aumento al interior de su país, planteando así dos opciones: “una fórmula más flexible” o excluir a su nación de dicha obligación.
"Comprometerse con un objetivo del 5 % no solo sería irrazonable, sino también contraproducente, ya que alejaría aún más a España del gasto óptimo y obstaculizaría los esfuerzos en curso de la UE para fortalecer su ecosistema de seguridad y defensa", rezaba la misiva firmada por el mandatario español.
Con todo y eso, pese a las reticencias, la secretaria de Estado de Defensa de España, Amparo Valcarce, garantizó este viernes el “apoyo leal” de su país a la OTAN “con los recursos necesarios” y sobre todo con las “capacidades operativas” que pone a disposición de la Alianza.
Al tiempo, Valcarce enfatizó en que España “ha duplicado en los últimos años su inversión en defensa y lo ha hecho elevando el gasto del 0,93 del PIB que tenía en 2018 al 1,43 en 2024, con la previsión de alcanzar este año el 2 %".
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Las naciones bálticas y otros países europeos se unen frente a la “flota en la sombra” rusa
En otro frente de la defensa del Viejo Continente, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico informó este viernes que su país –junto con las naciones bálticas, nórdicas y otros Estados europeos– se comprometió a tomar medidas coordinadas con sus aliados para contrarrestar la llamada “flota en la sombra” de Rusia, que opera en los mares Báltico y del Norte.
“Si los buques no enarbolan una bandera válida en el Mar Báltico y el Mar del Norte, tomaremos las medidas adecuadas dentro del Derecho internacional”, cita el comunicado conjunto de Reino Unido y los otros países firmantes.
La declaración fue emitida luego de una reunión de representantes de Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Polonia, Suecia y Reino Unido.
Dinamarca despliega "saildrones" estadounidenses en el Mar Báltico
A propósito de la defensa del Báltico, esta semana se conoció que Dinamarca está desplegando drones flotantes en esa zona marítima frente a la amenaza de posibles ataques procedentes de Rusia.
Se trata de naves no tripuladas conocidas como “saildrones”, que se asemejan a veleros y están diseñados únicamente para recopilar datos. Estos artefactos recopilan información mediante múltiples sensores, cámaras y radares para obtener una imagen más detallada de la actividad marítima que la que puede recopilar un satélite, gracias a su inteligencia artificial.
Con todo y eso, el uso de Saildrone ha causado controversia en el país danés por lo que representa su operación en términos de seguridad digital, particularmente con Estados Unidos, y por el deseo de Trump de apoderarse de Groenlandia, la isla que forma parte aún de Dinamarca, tal y como cita ‘The Guardian’.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales
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