ENDER ARENAS | La certidumbre de lo peor

Cuando niño, mi abuela Ana, solía decir frente a las penurias del día a día cuando ya me alistaba para ir a la escuela “Rómulo Gallegos”: “No te preocupéis, todo va a estar bien” a esa frase llegué a adjetivarla como la más mentirosa de todas las frases dichas en el mundo a pesar de que yo tenía la convicción de que mi abuela nunca mentía y ella probablemente que no la inventó la decía solo con el objetivo de que yo fuera a la escuela sin reclamar porque iba sin almuerzo.

Nunca he olvidado la frase y cada vez que la escucho, ahora en otros labios, me preocupa porque todavía tengo la convicción que se dice para que nos resignemos a un futuro que indudablemente lejos de acogernos es un futuro que se nos escapa.

“Todo va estar bien” empieza a ser una frase hueca para los venezolanos, quienes además de la certeza de la muerte la otra certeza que tienen es que las cosas van a estar peor si el chavismo sigue gobernando.

Al presidente Maduro le ha dado por decir de otra manera esa frase, como si no se hubiese enterado que la magia de la economía venezolana (petróleo más un país estructurado durante cuarenta años de democracia) se acabo y que los actos de magia del último mago de la republica no hizo otra cosa que producir pequeños actos de ilusionismo como fue aquella promesa de hacer transitar al país por sucesivas edades de prosperidad, primero de plata y luego la de oro, y termino convirtiéndose en una suerte de Rey Midas, pero al revés.

Así que tanto Maduro como sus más allegados se han puesto a ofrecer, más bien a vender, prosperidad, igual, que cuando Chávez ofrecía y vendía edades de metales preciosos.

Hace apenas un año y medio, Maduro, les pidió a los venezolanos que le dieran la Constituyente y él a cambio le daría la rebaja de todos los precios, para que todo volviera a “estar bien”, “así lo digo y así lo declaro”, grito en cadena nacional esa otra frase que repite a menudo, como si lo que él dice se pudiera convertir en cosa inmediatamente. Acto seguido, una vez que obtuvo la Constituyente, como si hubiese dicho un conjuro al revés arbadacarba, los precios se dispararon, el dólar se disparo, todo subió mientras Delcy Rodríguez se juramentaba como presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente.

“Todo va a estar bien” nos dicen los voceros del régimen, esta vez a lo mejor por cansancio Maduro le dio la palabra a Jorge Rodríguez y este ni corto ni perezoso le ofreció a los venezolanos que “después de las elecciones y Maduro triunfe vendrá la prosperidad”, otra vez la edad de oro, otra vez el “no te preocupéis todo va a estar bien”. A mi abuela nunca le creí, a pesar de que sentía que me lo decía la más dulce de las mujeres de la familia. Cuando se la oigo a los voceros del régimen, especialmente, en la voz de Maduro, solo me deja la certeza de que todo irá peor.

@RojasyArenas

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