Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 26 de febrero de 2018

“Cuando todo es ausencia” Jesús Salom C. / Vicerrector Administrativo de LUZ

La universidad ha de hacer acopio de su espíritu crítico y plural, democrático, de justicia social y de solidaridad humana para explorar y ensayar un nuevo paradigma acorde con los cambios que demandan los desafíos del futuro

La universidad autónoma, como el país, tienen ante sí una encrucijada. Un cruce de caminos que demanda adoptar medidas para la adecuación de las instituciones universitarias a los nuevos escenarios que plantea la turbulenta situación político-económica y social-cultural en esta crítica etapa de la historia nacional.

En medio del caos y de una debilitada cohesión social, la gente no encuentra una forma efectiva de expresar el descontento ni hay el apresto suficiente en las organizaciones de la sociedad civil para canalizarlo ¿Qué puede hacer cada quien para superar este “conflicto esencial de la vida humana”? (María Zambrano).

Tiempo atrás escribí que LUZ tiene planteado el dilema de erigirse en el faro del Catatumbo que poetizó Marcial Hernández (1917) o resignarse al triste papel de ser una desolada “torre de marfil” que no está a la altura de la compleja realidad. La tarea no es fácil, dada la situación institucional, pero es un camino que no tiene vuelta atrás.

La universidad ha de hacer acopio de su espíritu crítico y plural, democrático, de justicia social y de solidaridad humana para explorar y ensayar un nuevo paradigma acorde con los cambios que demandan los desafíos del futuro y es muy difícil afrontar con un modelo que luce agotado. Ejercer con propiedad su papel rector y colaborar en la orientación de la vida del país.

Vista la situación actual, la universidad tiene que aprovechar los recursos institucionales con que cuenta para iniciar un proceso de diálogo con la diversidad de actores sociales y políticos con dos objetivos concretos: establecer un frente común que busque soluciones alternativas a la problemática que afecta a las comunidades, mediante el establecimiento de consensos que surjan de la participación reflexiva de sus integrantes. El otro, buscar en este frente apoyo para su imprescindible proceso de transformación organizacional que soporte los nuevos roles de la universidad.

El Zulia es una región con inmensos problemas pero, aunque disminuidos, cuenta con ingentes recursos de todo tipo. Más allá de la interferencia del factor político ¿Por qué no organizarnos para crear estrategias que atiendan a los principales problemas de la región, incluidos los universitarios, dejando para el Gobierno central las respuestas que por su complejidad requieran de su participación?

Establecer una organización de este tipo requerirá tender puentes con el ejecutivo nacional, regional y local para crearle viabilidad a las demandas de la región que no sea posible resolver regionalmente, sobre la base de proyectos definidos. Este bloque estadal no admite dilación ni el diálogo tampoco.

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