Unas reflexiones, Rafael Piña Pérez / Economista

Varias lecturas son evidentes en este proceso de las elecciones a gobernadores de estado. En primer lugar, cabe destacar que tenemos un sistema perverso totalmente controlado por la dictadura castro madurista, sin que exista representación de las agrupaciones políticas, que es aplicable solamente a los partidos opositores, por cuanto el Gobierno no necesita esa representación en tanto lo es todo en el proceso, desde la conformación del padrón electoral hasta la utilización de unas máquinas manipulables que no garantizan la transparencia del voto.

En lo interno toda la organización del CNE es controlada por el PSUV sistematización, totalización, automatización. Este control se ejerce a través de cuatro rectoras pertenecientes al partido de Gobierno, que no actúan solas, es todo un aparataje bien manejado por el alto Gobierno con asesoría interna y externa, especializada en fraudes electorales.

¿Cómo se ha llegado a ese control total del sistema electoral? Ante todo es de apuntar que desde el inicio del régimen chavista, se propusieron ir controlando progresivamente a medida de las circunstancias los procesos electorales. En las elecciones parlamentarias de 2005, la oposición cometió el error de no participar y desde entonces el Gobierno tiene cuatro directivos en el CNE, terminando de ejercer el control total del ente electoral.

En segundo lugar la oposición cometió el error de no participar en la elección de cuadros tipo cubano para designar a una espuria ANC que no fue convocada por el pueblo, además de ser sectorial y no universal como lo establece la Constitución. Estando adentro del proceso la oposición puede lograr una cantidad aunque no significativa de diputados. Estando afuera se despachan fácilmente y se dan el vuelto.

Hubo muchas irregularidades en esta elección de gobernadores: cierre de centros, traslados a última hora sin informar a los votantes, no se utilizó la tinta indeleble, la empresa que sustituyó a Smarmatic se contrató sin licitación, dejando dudas sobre su competencia, se utilizaron excesivos recursos financieros y bienes del Estado para apoyar a los candidatos del Gobierno y, mucho más.

Finalmente la delincuencia electoral con su rapacería impuso la minoría (20%) sobre la mayoría (80%). Anuncian en la madrugada del miércoles 18 entre gallos y medianoche el triunfo del candidato oficialista en Bolívar, Andrés tiene todas las actas que demuestran su triunfo. No permitamos que se salgan con la suya en las presidenciales de 2018. Este régimen se hunde y ha entrado en picada libre, por tantos desafueros en su desastrosa conducción en lo económico, social y político.

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