Un país confundido, un gobierno atrapado, Darwin Chavez

Buena parte de los venezolanos se acostó a descansar en medio de una enorme confusión la noche del 15 de octubre, pero se despertó con una incertidumbre mucho mayor. La dirigencia opositora está en una peor condición, porque los arrolló un tren que no vieron venir y ni siquiera saben el color del tren que los aporreó.

Y la confusión es normal tomando en cuenta las condiciones del país y la irremediable pérdida de apoyo popular del gobierno. Materialmente era y sigue siendo imposible que en medio de la peor crisis económica y social de la historia del país, el gobierno lograra por medios lícitos una recuperación electoral de tal magnitud.

Claramente hubo un “golpe electoral” que fue puesto en marcha en fases. No sabemos si hubo una planificación real, pero los resultados son satisfactorios para los fines del oficialismo de perpetuarse en el poder. Lo sucedido es material para quienes se enfrascan, desde la oposición, en glorificar las virtudes del régimen para perturbar a los venezolanos y enredar a la Mesa de la Unidad Democrática.

Sin ese “golpe electoral” hubiese sido imposible que el gobierno lograra esos resultados. En una contienda limpia y legal, hubiesen perdido todo o casi todo. No puede ser de otra forma en un país que literalmente está desarmándose producto de la crisis económica y social.

Pero ese “golpe electoral” es sólo una ayuda temporal en la grave situación nacional que padece el oficialismo.

Acaso el “golpe electoral” revierte el rechazo al gobierno y el pesimismo que afecta a los venezolanos.

Acaso el “golpe electoral” acabará con la escasez de alimentos y medicinas.

Acaso el “golpe electoral” permitirá por fin controlar la inflación.

Acaso el “golpe electoral” alejará a miles de venezolanos de la basura que les permite saciar el hambre.

Acaso el “golpe electoral” alejará la imposición de nuevas sanciones contra el gobierno e importantes figuras del oficialismo.

No, porque es un gobierno atrapado. Atrapado por una ideología que es una camisa de fuerza. Atrapado por la crisis y el deterioro del país. Atrapado por la presión de la comunidad internacional. Atrapado por sus propios demonios internos. Atrapado por los delitos cometidos por muchos de sus miembros.

El “golpe electoral” en vez de amainar el conflicto político, más bien lo aviva y abre las puertas a quienes creen que el camino no es electoral, sino violento.

Ese “golpe electoral” es un grave error del gobierno. Es un alivio muy temporal a sus preocupaciones.

El “golpe electoral” sólo les ayuda a ganar tiempo.

Mientras el país pierde un tiempo valioso.

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