Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 23 de abril de 2017

La verduga, Julio Portillo / Historiador

Un canciller no se improvisa. Un Ministerio de Relaciones Exteriores no puede entregársele a cualquiera. La diplomacia es una ciencia y un arte. Hace 207 años, a propósito de los sucesos del 19 de abril de 1810 nació la educación para la diplomacia en Venezuela. En las instrucciones dadas por Juan Germán Roscio a Bolívar, Bello y López Méndez, integrantes de la Misión a Londres, está la génesis del primer intento por la formación de los diplomáticos venezolanos.

En la historia de la diplomacia desde los griegos, romanos, edad media, la diplomacia de los papas, la árabe, rusa, china, francesa, prusiana, inglesa y portuguesa no encontramos ningún jefe de Estado que le haya encomendado a algún canciller el oficio de verdugo. Porque esta es una persona que ejecuta la pena de muerte, que castiga sin piedad. En la última reunión del Alba en La Habana en un discurso lleno de cólera y odio, Maduro bautizó a la canciller, Delcy Rodríguez como “la verduga de Almagro”.

Vale decir, “qué nos puede pasar que ya no nos haya pasado”. O como ha escrito Antonio Sánchez García, vivimos unos días “de regreso a la barbarie”. Pero ni Maduro ni la verduga Rodríguez, son Venezuela. Ellos representan una diplomacia de infamias, enredos, mentiras, engaño, doblez, intimidación, esa es la política exterior de un gobierno con respaldos a fuerza de sobornos, regalitos a países y mercenarios.

El discurso de Maduro estuvo cargado de imprudencias y de nombrar “la soga en la casa del ahorcado”. Defender a Lula y a Dilma, cuando justamente Marcelo Odebrecht declaraba en un juicio en Brasil, los dineros de la corrupción que le había dado a estos mandatarios y a una fundación del presidente obrero.

Calificar a Luis Almagro, secretario general de la OEA, diplomático de carrera, excanciller de Uruguay, con los peores epítetos, cuando 21 países americanos en Washington lo estaban respaldando y a la vez cuando el expresidente izquierdista uruguayo, José Mujica, salía en su defensa contra Maduro. Llamar a los países latinoamericanos que suscribieron el informe de Almagro vendidos al imperialismo, cuando muchos de ellos tienen tratados de comercio con Venezuela.

Definitivamente la diplomacia venezolana está en manos del bandolerismo. Es conducida por funcionarios improvisados, militarotes retirados, izquierdistas con reconcomio, algunas mujeres de dudosa reputación profesional.

La respuesta de Almagro a Maduro no se hizo esperar y después de lo ocurrido en Venezuela en los últimos días no podía ser la más certera. Dijo Almagro: “Maduro tiene las manos manchadas de sangre”.

http://www.laverdad.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario