Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 28 de abril de 2017

El humor en tiempos de cólera | José Rosario Delgado


En estos tristes tiempos de cólera, es decir, de rabia, enojo, enfado, ira, arrechera, etcétera, mucha gente se enfurece porque actores y comediantes han incursionado con éxito artístico y económico en el teatro ante la seriedad de la situación que nos agobia por efectos del gobierno que sufrimos y padecemos y que impide la realización de tales actividades de entretenimiento y diversión en la radio o la televisión, porque hasta eso nos confiscó la fulana y flatulenta revolución.

Sin embargo, por más que el gobierno hace todo lo imposible para mantenernos exasperados, encorajinados, furibundos, fúricos, arrechos, jamás podrá expropiarnos la risa ni el buen humor que nos caracteriza a los venezolanos en todo tiempo y en cada momento, lo que nos permite afrontar con gallardía y entusiasmo todos los golpes que el régimen le asesta a nuestra integridad de hombres y mujeres ganados y formados para luchar y vivir en libertad y en democracia.

Y justamente eso es lo que encoleriza al gobierno y a su contumaz funcionariado que, mientras más nos arrollan y atropellan con sus malas políticas, torpes medidas y baboso lenguaje, amén de gases lacrimógenos, del plomo y planazos de los bolivarianos organismos de "seguridad", más nosotros les salimos al paso con la manifestación y la protesta de calle y de otros canales sin perder la sindéresis ni la serenidad que también son virtudes acendradas en el ser venezolano.

Tanto enfurece al gobierno el humor de los venezolanos que unos supuestos "humoristas", bien tarifados y mejor blindados en privilegios y prerrogativas oficiales, ponen la cómica intentando hacerse reír ellos mismos, utilizando ventajistamente los espacios impresos, radioeléctricos, audiovisuales y electrónicos que dispone el Estado, y que nos pertenecen a todos nosotros, pero que siguen secuestrados por ellos y para ellos, la oligarquía (*) que detenta el poder, el cogollo gubernamental.

De modo que cuando actores y comediantes montan obras teatrales entretenidas unas y emocionantes otras, pero ejemplarizantes todas, buscan no sólo compenetrarse con el pueblo que siempre los ha seguido, sino que hacen el trabajo para el cual están formados y les permite obtener el sustento para ellos y sus familias, que no por risueñas y divertidas sufren menos amarguras y tristezas que nosotros, los espectadores.

El Humor en serio que nos trae Laureano Márquez, el Retuiteo que nos da Gregorio Salazar, la mamadera de Claudio Nazoa y la jodedera de Emilio Lovera, por citar a algunos, nos secan las amargas lágrimas que todos los días nos hacen brotar el gobierno y sus secuaces que a troche y moche, a sangre y fuego, todos los días, con sus tropelías y guindados de sus cadenas para evitar la inevitable e irreversible caída que ya comenzó y que está en pleno desarrollo, en vivo, en cadena nacional y para toda Venezuela.

Mientras el pésimo gobierno se burla de nosotros matándonos de hambre y de necesidades, los humoristas venezolanos nos traen amenos ratos que de una manera u otra nos liberan del estrés y de las energías negativas producidas por la situación, las colas y las calenteras que cada bobada que este gobierno, hazmerreír del mundo, produce en nuestros cuerpos y en nuestras mentes…

(*) Hay que buscar la palabra "oligarquía" en cualquier diccionario para entender a quién se refiere el régimen comunista cuando nos tilda de oligarcas.

http://digaloahidigital.com/

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