A este respecto, recuerdo una serie de ideas que en mis tiempos de bachillerato me enseñaron; el hecho de ser demócrata está basado en vivir en un país en democracia; que se respete la libertad de cada ciudadano, que se respeten los derechos humanos en todas sus dimensiones y que cumplamos con nuestros deberes como ciudadanos.
La Democracia no cae del cielo, para que tengamos democracia debe haber paz y convivencia. Para que haya democracia el gobierno debe comenzar por respetar todas las leyes y no elegirlas a su conveniencia, la democracia en nuestro país se fortalece con nuestras acciones e interacciones de cada día, no por los grandes movimientos de la historia. Si debiera de tomar una acción personal para educar sobre la democracia, comenzaría por no querer convencer a las personas de ser demócratas, sino enseñarle los valores de la misma, para que cada ciudadano aprenda a convivir con ella, sobre todo, en nuestro país que durante los últimos 17 años, se han vulnerado los principios democráticos en todas sus manifestaciones.
Asimismo, recuerdo que cuando estaba en el colegio tuve dos clases sobre democracia, estaba en 5to o 6to grado de primaria, años después, en bachillerato, tuve alrededor de tres clases sobre el sistema político venezolano, en el ciclo diversificado tuve un año entero de Cátedra Bolivariana y otro año de "Instrucción Premilitar". En ese entonces, experimenté como manejar un fusil antes de tener razonamiento para elegir a mis gobernantes; en esa época, estudié más sobre el culto a Bolívar y un falso sentimiento nacional, de lo cual debo destacar, que lo único que aprendí fue acerca de cómo proteger mis derechos humanos y civiles.
También recuerdo, que en mis años de bachillerato, cuando quería hacer preguntas o intervenciones sobre la política, los profesores siempre me evadían esa inquietud. Hablar de política en mi Liceo era un tabú, y lo sigue siendo, incluso mucho antes de la llegada del presidente Chávez al poder, era un tabú hablar de política; y así ha sido en los últimos 17 años. Por estas razones, en nada me sorprende la condición de apatía del venezolano, ante el peligro que sobrelleva el orden democrático en nuestra Venezuela y las constantes violaciones a nuestra carta Magna.
Un colega dirigente político zuliano, muy querido, me dijo un día que "nuestra generación, la generación de los jóvenes del 2016 será la generación que va a lograr cambios imprescindibles en Venezuela", y está totalmente en lo cierto, nosotros los Jóvenes de este Gran País debemos reconocer el futuro que disfrutaremos en el país que levantemos, seremos nosotros los ciudadanos que decidiremos como vivir cada día.
Un Primo que tuvo que irse del país, como muchos ciudadanos venezolanos, me dijo que en otros países se comportan como en el ámbito mundial, no es por su gobierno ni por sus gobernantes, sino por la obediencia a las normas y a las leyes, con tal de crear una armonía social. Déjenme decirles, que esto se llama: DEMOCRACIA.
Es por ello, que nosotros los jóvenes debemos comenzar por educar y formar a los ciudadanos, sin distinción de credos, razas, religión o tendencias políticas, entre otros, para que quienes construyan nuestro futuro no sean solo a quienes elijamos como nuestros gobernantes, sino una nueva generación de hombres y mujeres de bien, jóvenes comprometidos con la democracia Social, para construir juntos y en unidad, el País que todos Queremos.
Recordemos que nunca es demasiado tarde para aprender el valor de la justicia, de la solidaridad, de la libertad, del respeto, de la paz y sobre todo del Valor de la Democracia. Debemos cambiar la educación en este contexto, para poder ser capaces de curar las heridas que nos ha dejado la historia durante las últimas dos décadas y debemos empezar a plantar las semillas de una Venezuela en la que todos sepamos vivir sin dictadura, sin autocracia y sin discriminación, una Venezuela de Paz, de Libertad y De Progreso.
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