La economía nacional no tiene más opción. Solo el financiamiento internacional podría transformar la situación nacida de la dependencia de la renta petrolera que hoy aporta 80% menos divisas al país. Pero no es un camino fácil. A esta fecha no hay un solo proyecto en el que se involucre a Venezuela en la banca multilateral.
Ni en la Corporación Interamericana de Inversiones, ni en el Banco Mundial hay carteras abiertas para empresas del país. “Esto significa que hay todo un trabajo por construir”, alertó el economista Víctor Rodríguez.
Es momento de que el sector industrial eleve las propuestas al Ejecutivo. “Llegó la hora de avanzar. Deben valerse de todos los mecanismos financieros para mejorar”. Rodríguez pidió al sector privado del país organizarse de una manera coherente y asumir su compromiso histórico, ser un actor protagónico en el desarrollo económico nacional. “Este gremio debe dejar a un lado la política y la desinversión, no debe esperar el cambio de Gobierno para poder actuar, deben dar soluciones”.
Error del festín petrolero
La costumbre fue un error. El festín petrolero en el país impidió una preparación para los tiempos de escasez. “Eso no se puede repetir”, insistió el economista. “Cuando se recibe la caudalosa renta petrolera tenemos un espejismo de progreso, pero una vez que colapsan los precios aparecen todos estos problemas de escasez, acaparamiento, especulación e inflación que atormentan a la población porque no nos hemos preparado para encarar las crisis”.
El especialista fue tajante: el discurso empresarial tiene que cambiar. En lugar de seguir pidiendo divisas porque no hay, se debe exigir la definición de una tasa de cambio para activar otras fuentes de ingresos distintas al petróleo.
Una vez lograda la unificación cambiaria se podrá trabajar en función de conseguir dólares a través de la inversión extranjera, las exportaciones no petroleras, la repatriación de capitales de origen venezolano depositados en el exterior, y la activación del turismo internacional.
Álvarez apuntó durante su conferencia en el I Encuentro Internacional de Innovación, Tecnología y Negocios (Intercom 2016), organizado por la Cámara de Comercio de Valencia, que la manufactura nacional trabaja a 45%.
“55% de la capacidad industrial no está operando, el país está desaprovechando esa ventaja que tenemos para aumentar la producción y resolver los problemas, con una serie de incentivos monetarios, financieros, fiscales y de suministro de materia prima”, dijo.
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