Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Hillary Clinton necesita leer sobre los Castro - MARY ANASTASIA O’GRADY

La precandidata presidencial en EE.UU. Hillary Clinton pronunció un discurso sobre Cuba el viernes en Miami. Reuters

Estar a la izquierda de Bernie Sanders, senador por el estado de Vermont y socialista declarado, no es una labor fácil. Pero el discurso de Hillary Clinton el viernes en Miami fue un esfuerzo destacado. ¿Qué podría ser más tranquilizador para el ala extrema del Partido Demócrata (es decir, los votantes de las elecciones primarias) que un candidato que usa los argumentos de Fidel y Raúl Castro para explicar el aislamiento y la miseria de Cuba?

El problema para el resto del electorado es lo que el discurso dice sobre el juicio de Clinton respecto de la política exterior. Su mensaje no permite confiar que tenga una estrategia para lidiar con la intransigente dictadura de Castro.

Las cosas no van bien para Clinton. Gallup informó el 24 de julio que el apoyo a Sanders se había duplicado desde marzo a 24%, mientras que la de Hillary Clinton había caído cinco puntos a 43% desde abril. La pérdida de impulso la obliga a ser creativa. Usar el argumento de Cuba es una forma de recuperar a la extrema izquierda y atraer donaciones para la campaña de empresarios sin principios y ansiosos por hacer negocios con el régimen de la isla.

El llamado de Clinton al Congreso de Estados Unidos para que levante el embargo “de una vez por todas” no es nuevo ni único: la precandidata apoyó esa idea hace un año durante una intervención ante el centro de estudios Council on Foreign Relations. Es una perspectiva que muchos estadounidenses de diferentes posiciones políticas comparten, incluyendo a los libertarios que creen que Washington no debería tener el poder para dictar a dónde se puede viajar, como tampoco debería financiar el Banco Interamericano de Desarrollo, el cual sin duda desea agregar a los deshonestos Castro a su lista de “clientes”.

Pero cuando Clinton dijo el viernes que EE.UU. debe “decidir entre el compromiso y el embargo, entre acoger nuevas ideas o regresar al punto muerto de la Guerra Fría”, estaba aplicando el mismo razonamiento que el gobierno del presidente Barack Obama usa para argumentar que EE.UU. necesita aceptar el acuerdo nuclear con Irán o de lo contrario ir a la guerra. Esa es una falsa dicotomía que no aplica ni para la política hacia Cuba, ni para lidiar con Teherán.

Clinton hizo un llamado para que el líder de las mayorías de la Cámara de Representantes de EE.UU., John Boehner, y el del Senado, Mitch McConnell, “respondan a las súplicas del pueblo cubano”. Los cubanos “desean una relación más cercana con EE.UU.”, dijo. Desean “leer nuestros libros, navegar nuestra red, aprender de nuestra gente. Desean llevar a su país al Siglo XXI”.

El régimen cubano no podría haber escrito una mejor narrativa de “culpen a EE.UU.” por el aislamiento de la isla. Si las encuestas sugieren que los estadounidenses lo están creyendo, es debido a que la dictadura ha hecho un buen trabajo de diseminar la propaganda en universidades estadounidenses y en los medios. Clinton, después de servir como secretaria de Estado por cuatro años, debería saber cómo son las cosas.

El embargo no bloquea la exportación de libros a Cuba ya que el material informativo está eximido. Los cubanos no pueden leer “nuestros” libros debido a que Cuba controla el material de lectura que entra al país y envía a la cárcel por “peligrosidad” a cualquiera que encuentra con textos no aprobados.

Leer mas en: http://lat.wsj.com/articles/SB11120473556046283797404581147012632374514

8 comentarios:

  1. En un reciente discurso, Clinton abogó por el levantamiento del embargo a la isla impuesto por el presidente John F. Kennedy en 1962, argumentando que la reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba debería impulsar necesariamente una serie de cambios en una política que ha estado congelada por más de medio siglo.

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  2. Los hechos en la relación entre Estados Unidos y Cuba han cambiado y aunque la normalización de las relaciones tomará su tiempo, el proceso parece irreversible. Con América Latina también han cambiado las cosas. Hoy, la credibilidad de Estados Unidos ha sufrido serios reveses y como señala un informe reciente del prestigiado Diálogo Interamericano, “la mayoría de los países en América Latina sigue viendo a Estados Unidos con cautela y desconfianza, aún cuando de forma pragmática procuran tener una relación cordial con Washington”. Pero el hecho sustancial es que Latinoamérica se ha independizado de EE UU y la influencia de este país en el hemisferio ha disminuido sustancialmente.

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  3. Guantánamo. La base es una reliquia imperialista que data de 1901 que ya no cumple una función estratégica, “su utilidad como instalación militar ya no es esencial en la era moderna con nuestra flota de portaaviones, submarinos nucleares y drones, además, contamos con bases en Florida y en Puerto Rico”, ha declarado el Almirante James Stavridis, ex comandante supremo de la OTAN. Guantánamo es el único lugar en el mundo en el que el ejército estadounidense ocupa por la fuerza una base militar contra los deseos del país anfitrión. En la actualidad, además de la prisión, el ejército estadounidense utiliza la base para actividades contra traficantes de drogas y de personas, dos tareas cuya continuidad podría ser negociada con el gobierno cubano una vez que el territorio fuera devuelto a Cuba. Respecto a la prisión que aloja a 116 prisioneros sin derechos, sin garantías sin procesos legales legítimos es un verdadero oprobio a la reputación de un país que se ufana de proteger los derechos humanos y de respetar el estado de derecho.

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  4. Hillary aboga por el cambio en Estados Unidos, las voces cubanas que claman por el cambio en el sistema político y económico de la isla siguen siendo silenciadas por un régimen anacrónico y represivo. Ahora que los hechos han cambiado ya es hora también de que las cosas cambien en Cuba. No por un mandato imperial dictado desde fuera sino como un imperativo colectivo desde dentro. A los cubanos y a nadie más que a los cubanos les corresponde promover el cambio. Y los cambios habidos y los que quedan por hacer no impiden que los países de América Latina, que son tan rápidos para criticar a Estados Unidos, tengan el valor suficiente para criticar el sistema político anti democrático en Cuba. Criticar lo criticable no es intervenir en los asuntos de otro país, es nombrar a las cosas por su nombre.

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  5. Una nueva encuesta del Wall Street Journal/NBC News encendió ayer las alarmas entre los demócratas: Hillary Clinton, la candidata favorita a la nominación del partido para las elecciones presidenciales de 2016, pierde terreno, especialmente en un sector que se creía ya tenía dominado: las mujeres blancas.

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  6. Clinton, sin embargo, aún lidera la campaña del partido por más de 30 puntos y tiene mejores números, en cuanto a popularidad, que los principales candidatos republicanos (37% frente a 26%), según la encuesta realizada en julio.

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  7. Los nuevos videos propagandísticos llegan en medio de lo que podría ser otra amenaza para Hillary: las especulaciones sobre que el actual Vicepresidente, Joe Biden, pretende desafiarla en la lucha por la candidatura demócrata, una idea que surgió luego que se diera a conocer que el fallecido hijo de Biden le pidió que se postulara.

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  8. ¿Trump y Palin? Para muchos estadounidenses sería una fórmula de ensueño; para otros, representaría una alianza impía, comentó The Times. De cualquier forma, existen cada vez más señales de que dos de las fuerzas más coloridas de la reciente historia política de Estados Unidos -el magnate multimillonario de los bienes raíces y candidato a la nominación republicana, Donald Trump, y la ex candidata a Vicepresidenta y ex gobernadora de Alaska Sarah Palin- estarían dispuestos a saltar juntos hacia la Casa Blanca. Aunque no hay nada oficial aún, él ha dicho que le encantaría darle un lugar en su gabinete. Palin podría reforzar el apoyo a Trump en el flanco derecho del Partido Republicano.

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