A todos les digo entre mis argumentos que el costo de salida de ellos es muy alto. Para ser honesto, ese término “costo de salida” se lo escuché por primera vez a la profesora Lucrecia Morales y lo adopté porque es una frase que permite contextualizar cualquier análisis sobre lo que ocurre y pudiera ocurrir en Venezuela.
El “costo de salida” para los líderes del cogollo rojo es doblemente alto y muy negativo. Paso a explicar.
El primero alto “costo de salida” implica que por sus actuaciones en estos 16 años ellos no podrán tener una carrera política si abandonan el poder, porque las secuelas del odio y la persecución que ellos desataron en estos largos años, ahora se les revertirá. Hasta ahora han sido verdugos y victimarios, pero al salir del poder ellos pudieran ser las víctimas de todo lo que han sembrado.
Les recuerdo que en varias ocasiones me han leído decir que una de mis grandes preocupaciones sobre el presente y el futuro de Venezuela tienen que ver con el odio que hay en la calle y que por ahora está reprimido. Ese “costo de salida” nacional es muy elevado para los miembros de la “Nomenklatura” roja y ellos lo saben. La situación política venezolana es atípica porque no hay alternabilidad y al no existir esa alternancia en el poder, quienes han usado y abusado de éste no pueden hacer política sin tener ese poder.
Ahora bien, hay un “costo de salida” internacional y es que los miembros del “politburó” rojo en su mayoría serán casi que parias internacionales que pudieran ser perseguidos por los delitos que supuestamente han cometido como: violaciones a los derechos humanos, corrupción, legitimación de capitales y narcotráfico. A la mayoría de ellos, civiles y militares, se les acabó su movilidad internacional porque el largo brazo de la justicia los puede atrapar al pisar cualquier aeropuerto en cualquier país y eso les limita al máximo la posibilidad de buscar refugio internacional, a menos que se metan a “cantantes” de la justicia.
Pero, siempre hay un pero de mayores dimensiones, hay un “costo de salida” mucho más peligroso para ellos en la actualidad y es que los militares ante una convulsión social generalizada como secuela de la crisis, piensen en su “costo de salida” particular y para mantenerse a salvo en Venezuela y no ser enjuiciados internacionalmente por delitos contra los derechos humanos, prefieran facilitar y guiar una transición negociada que permita intentar sacar al país del caos y comenzar a corregir las distorsiones que han creado la crisis.
Para la “Nomenklatura” roja es una prioridad mantenerse en el poder, porque sin el poder, no tendrán ni presente, ni futuro. Así de grave está la crisis venezolana ¿Entendieron el “costo de salida”?
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