Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 29 de enero de 2015

La renta petrolera como botín de guerra ANÍBAL RODRÍGUEZ SILVA


Durante los últimos 15 años el chavismo ha ido construyendo una épica según la cual en 1998 unos ángeles se rebelaron, cayeron en el espacio geográfico conocido como Venezuela para con votos y fuego inaugurar una revolución. La épica supone una guerra en la cual hay un vencedor y un vencido, un enemigo: la burguesía venezolana. Desde los romanos se entiende que el bando ganador se queda con los bienes de los vencidos, eso incluye todo tipo de bienes: tierras, casas y hasta las propias personas que pasaban a ser esclavos. La magnanimidad del comandante en jefe de los ejércitos vencedores tenía la potestad de liberar a los enemigos vencidos, venderlos como esclavos y lo que es más importante, repartir los bienes entre los soldados victoriosos. Las propiedades adquiridas después de la guerra, el botín de guerra, pasaban a ser bienes colectivos, "res in patrimonio populi" reza un antiguo dicho romano. A lo que nosotros agregaríamos: "el que parte y comparte le toca la mejor parte".

Creo que esta noción de los bienes del Estado como botín de guerra o el botín de guerra como bien del Estado, se encuentra como centro neurálgico de la nación venezolana desde su misma fundación como república en el lejano 1830. Recordemos que el propio Bolívar nos legara una ley de distribución de tierra entre los soldados del ejército independentista. Es decir, la tierra como botín de guerra.

Con la aparición del petróleo en las primeras décadas del siglo XX la tierra deja de ser el bien más preciado del botín de guerra. A partir de ahora, las elites en el poder se interesan más que en su laboriosidad en la renta que genera el producto que se encuentra en sus entrañas: el petróleo.

Los últimos 15 años de gobierno chavista confirman lo que aquí exponemos, la elite en el poder, podríamos decir, la nueva oligarquía ha gobernado teniendo a la renta petrolera como su botín de guerra. Las declaraciones del flamante vicepresidente Jorge Arreaza lo confirman: "Chávez logró que nosotros nos reapropiáramos de la renta petrolera. No la vamos a soltar más nunca, nosotros jamás le vamos a entregar el poder a la oligarquía" Aquí el botín de guerra deja de ser un bien colectivo para pasar a ser de un grupo, de una elite, de la nueva oligarquía que los últimos años ha gobernado. Ese bien es distribuido, no a través de una ley, sino, según el parecer de quienes gobiernan. La renta petrolera, entonces, no es del pópulo venezolano, sino de Los Chávez, la familia Maduro, Diosdado y todos los que se llevaron veinte mil millones de dólares en los dos años anteriores. Pero, por otra parte, si estamos en un Estado liberal que se define por las elecciones libres, pluralismo y alternancia en el poder, no es posible decir que no se entregará el poder jamás.

Eso solo lo deciden los electores.

Las medidas económicas anunciadas por el presidente Maduro la noche del 21 de enero ponen la guinda en el pastel. Se trata de mantener el control de la renta petrolera hasta última instancia. Al garantizar el control político a través de la distribución en migajas de la renta petrolera, la oligarquía en el poder considera que es una forma de garantizar el control político sobre los ciudadanos.

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