La única derrota electoral que el eterno se llevó a la tumba, fue precisamente la recibida en su intento por reformar la Constitución, la misma que le había servido de discurso renovador y como alternativa a todos los intentos fallidos realizados por la fatigosa Comisión para la Reforma del Estado, en los tiempos de la agónica cuarta república. De allí que venir a echar por tierra la primera victoria opositora en el periodo chavista, genera dudas tan descomunales como el llamado mismo a Constituyente, tan sólo con el fin de salir ¡ya! de Maduro.
Nadie niega que distinta a las acciones de calle, responsables de haber provocado los lamentables hechos conocidos y la caída en prisión de Leopoldo y sus Alcaldes, esta si sea una salida constitucional. Al respecto el Art. 347 de la bicha, establece que el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario y que en ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente, con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución. Ahora bien, ¿será políticamente pertinente esta salida?
Una de las razones fundamentales de mi distanciamiento, al igual que un sector importante de la izquierda venezolana, del proyecto reformador impulsado por Chávez, fue su clara intención de pretender moldear la carta magna, al peor estilo de las obsoletas Constituciones de países donde el socialismo estatista, había demostrado su incapacidad para garantizar la libertad y el desarrollo de sus sociedades, y de forma particular la normativa jurídica imperante en la Isla de Fidel, donde el derecho a ejercer la disidencia política y la iniciativa privada es letra muerta.
En el supuesto de lograr el objetivo político de hacer que más de tres millones de electores estampen sus firmas y se dispare el hecho constituyente, de inmediato surge la duda sobre cuales artículos serán revocados y cuales serán ratificados; porque en fin de cuenta, la nuestra tal como fue aprobada y ratificada por la mayoría de la población, es una de las más desarrolladas y avanzadas, según opinión de destacados constitucionalistas de Venezuela y el continente. ¿Cuales derechos y garantías correrán peligro de desaparecer en este intento de revisión general?
El acto constituyente no sólo se acciona a través de la norma Constitucional, él puede surgir en cualquier momento desde el mismo seno de la sociedad. Una rebelión de las masas hastiada del statu quo, pudiese convocar al pueblo a constituyente y refundar el viejo Estado. ¿En la a coyuntura actual, objetivamente habrá madurado en la conciencia de la población, la necesidad de provocar un cambio radical al actual estado de cosas, por muy criticas que ellas sean? Ya la convocatoria a la salida dio señales de lo enrevesado que están las condiciones subjetivas.
Los antecedentes históricos en Venezuela nos recuerdan que todas las iniciativas de Asambleas Constituyentes, han surgido desde el mismo Estado. Incluso nuestra última convocatoria la impulsó el ausente a través de su primer decreto presidencial. La salida constituyente pudiera convertirse en la centrifuga confucionista a donde irían a parar todos los esfuerzos que en el 2015 le hará mucha falta al campo opositor, para intentar conquistar una mayoría en la Asamblea Nacional, y poder así, ejercer un efectivo control sobre el resto de los poderes públicos constituidos.
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