Víctimas de la grave crisis económica, respaldan un pronto cambio en el gobierno a través de las rutas establecidas en la Constitución
Hay conexiones innegables –de acuerdo con el Banco Mundial– entre la amplitud de la porción de ciudadanos que pertenecen a la clase media y los índices de desarrollo socioeconómico como la liberalización del comercio y del mercado crediticio, el descenso en el índice de corrupción y, sobre todo, el aumento del índice de calidad de la democracia. La tesis indica que los individuos que poseen más instrucción académica están mejor capacitados para hacer contraloría de quienes los gobiernan.
Las cifras del Venebarómetro corresponden con esta teoría. Durante abril, la pulsación del instrumento –desarrollado por la firma Croes, Gutiérrez y Asociados– recogió que 52% de las personas en el estrato C rechaza el socialismo como doctrina y respaldan un pronto cambio en el gobierno a través de las rutas establecidas en la Constitución.
Al profesor Benigno Alarcón, quien dirige el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, no le sorprende que la clase media se esté alejando del modelo de gobierno actual, porque la propuesta del oficialismo siempre tuvo a las clases D y E en su mira política. "La razón por la que cala más dentro de estos sectores es porque siempre fue una propuesta reivindicativa. Esa propuesta ahora parece estar perdiendo terreno porque la gente no está viendo los resultados que les ofrecieron", advierte.
El deseo de cambio de gobierno a través de mecanismos constitucionales que alcanza niveles mayoritarios entre la clase media tiene su raíz en la crisis política de los últimos meses, según Alarcón. "Esa crisis confluye con la crisis económica. La gente quiere ver un cambio de liderazgo a través de los mecanismos constitucionales y rechazan cualquier tipo de medida violenta", asegura
Quienes se expresaron en la encuesta buscan medidas de salida ante la crisis porque han perdido confianza y no aseguran que el Gobierno actual pueda aplicar medidas que ayuden a subsanar los problemas económicos y políticos que atraviesa el país.
"La crisis está alcanzando a las personas en sus propias casas, en sus neveras, porque hay escasez, inflación, inseguridad. Esa petición casi urgente de tener un cambio en el lapso más breve posible viene de ahí", asegura el profesor.
Aunque políticamente no hay escenario de medición previsible hasta finales de 2015 en las elecciones parlamentarias, Alarcón explica que el elector de clase media está más aliado a la oposición y el gobierno tiene poco que buscar allí. "Lo que resta para ambas tendencias es recabar votantes en los sectores D y E".
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