Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 6 de septiembre de 2012

De simulacro en simulacro / Por Douglas Zabala



Acaba de realizarse el simulacro convocado por el CNE y  de acuerdo a lo pautado por el ente comicial y al decir de sus resultados, fue todo un éxito.  Ahora  bien, donde el balance no está arrojando el mismo resultado, fue en las proyecciones realizadas por el PSUV, quienes  al calor de una maquinaria electoral,  guisada a toda llama con los petrodólares sustraídos de la Pdvsa de todos, no lograron las metas propuestas.  Mucha comida, muchísimas camionetas y carros oficiales.  Muchísimos empleados públicos, arrastrados hasta sus puntos rojos, bajo la mirada penetrante de su patrón, pero con un pequeño inconveniente: poca gente movilizada en el festín derrochador.

 Estos resultados nada halagadores para quienes dirigen la campaña oficialista, no podían ser de otra  manera.  Ellos andan de simulacro en simulacro.   Por mucho tiempo habían hecho el simulacro de la nueva PDVSA;  hasta que la  falta de mantenimiento y la impericia les explotó en la cara, con las trágicas consecuencias ya conocidas, para asombro de un  mundo que veía a una Amuay como de las refinerías más importantes del planeta.  Así mismo, el que nunca en sus últimos 13 años de gobierno había hablado de las desgracias que han vivido más de 150 mil familias victimas  de la violencia, hoy  descaradamente nos monta el simulacro, de que no ha habido un momento de su vida, donde no haya atendido este flagelo.

 Así como se le va el agua entre los dedos, se le está yendo cada vez más, la posibilidad real al candidato oficialista de cumplir su aspiración reeleccionista;  la misma que logró a través de sus retorcidas maneras de imponerle a los venezolanos su legalidad revolucionaria,  porque a fin de cuentas, después que había sido derrotado en su frustrada reforma constitucional y valido del liderazgo que hasta ese momento no había comenzado a erosionársele, enmendó la constitución para imponernos este trance de tener que soportar  después de 14 años , la pretensión  de venir por otra media docena de años, para seguir haciendo el simulacro que gobierna pá los pobres.

“Voy a ganar, esto va a ocurrir. Esto es irreversible. Estamos subiendo”,  ha alardeado  quien a pocos días de su derrota electoral, se ha transformado en un verdadero simulacro,  ante la impotencia de no poder  parar la avalancha de gente, que anda jalando por todos los rincones y pueblos,  aquel que ha anunciando que de nuevo hay un camino.  Ya nadie  va a parar  una decisión que esta en la calle.  No la va a parar, ni la atosigante campaña estatal, vendiéndoles a los venezolanos al gran simulador como si fuese el corazón de la patria;  ni las ofensas, ni el chantaje y mucho menos el  miedo, que sin simulacro alguno, y en medio de su desesperación, lanza  a cada rato, el agotado, exhausto y molido candidato reeleccionista.

Quien si va a ganar  de forma abrumadora es Capriles Radonski;  y su victoria viene dada no tanto por lo que digan los eximpoll del último simulacro, ni los recientes sondeos de las empresas encuestadoras.  Capriles va a ganar porque logró levantar de nuevo una esperanza de cambio y futuro, ante las expectativas frustradas por un gobierno, que perdió la oportunidad histórica de haberle abierto las puertas al siglo XXI,  y no retrocederlo de simulacro en simulacro, torpemente  a los días del socialismo arruinante de la cuba fidelista del siglo XX.