Contrabando es la entrada, la salida y venta clandestina de mercancías prohibidas o sometidas a derechos en los que se defrauda a las autoridades locales. También se puede entender como la compra o venta de mercancías evadiendo los aranceles, es decir evadiendo los impuestos.
En la actualidad, y al haberse liberalizado la mayor parte de los mercados, el contrabando suele darse en productos regulados por monopolios estatales y haya una gran diferencia entre el precio económico real y el precio final de mercado del producto. Esta diferencia es la que origina el margen que convierte en atractivo el delito. Los casos más comunes son los hidrocarburos y el tabaco, así como el alcohol, aunque este en menor medida. La desaparición de los monopolios estatales y la apertura de fronteras a la práctica totalidad de los productos ha reducido la incidencia y relevancia de esta figura jurídica.
El contrabando es una de las prácticas humanas más antiguas, con el correr de los años fue cambiando pero jamás desapareció, el contrabando resulta ser una de las actividades ilegales más comunes y de la cual muchos logran enriquecerse hasta límites insospechados.
Con la instalación del chip, para supuestamente controlar el envío ilegal de gasolina y gasoil a Colombia, el gobierno nacional nos ha impuesto a los zulianos como consumidores y a los Wayúu como traficantes, en un verdadero calvario.
Un actor fundamental en este problema es el gobierno nacional por ser único accionista de PDVSA (la que importa o produce la gasolina), tener bajo su responsabilidad al Ministerio de Energía, las FANB incluida la GNB, el SENIAT. Pero resulta que somos los ciudadanos del Zulia y Táchira los que vamos a pagar la incapacidad del gobierno de Chavez de controlar que el contrabando de gasolina continue.
Los zulianos tenemos derecho de solicitar al presidente Chavez una investigación a “fondo”, como la exigida por el gobernador Pablo Pérez, queremos saber quienes verdaderamente están detrás de “esas mafias”. Exigimos también que participe la Asamble Nacional.
En la prensa colombiana y en la frontera se dice que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, los paramilitares y narcotraficantes están detrás de este negocio. Esto es un problema de todos pero se lo quieren cobrar a los venezolanos únicamente.
Quedará esperar el 7 de Octubre para que Henrique Capriles Radonski haga cierta su promesa de que llegado a la primera magistratura eliminará el Chip de la gasolina.
Gustavo Guillen