Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

1.3.12

El pueblo salió a la calle / FRANCISCO JOSÉ VIRTUOSO | EL UNIVERSAL

La democracia participativa tiene rostro en miles de organizaciones
 
El 27 de febrero de 1989 el pueblo salió a la calle y aún no ha regresado. Y es que todavía tiene sobradas razones para permanecer allí. Muchos sindicatos de empresas nacionalizadas llevan años exigiendo que se discutan sus contratos colectivos y se respeten los derechos laborales de los trabajadores. Tienen que hacer huelgas y hasta encadenarse para que les paguen sus prestaciones y cancelen sus deudas al Seguro Social.
 
Los damnificados de las lluvias de cada año se van sumando a una interminable lista de espera. De vez en cuando, cansados de tanto esperar, nos sorprenden tomando una de las avenidas principales de Caracas u otras ciudades para recordarnos que el problema de la vivienda popular sigue crudo y esperando solución. Es común levantarnos un día y encontrarnos con una huelga de médicos y enfermeras, de maestros, de transportistas públicos y pare de contar. En los últimos años, comunidades enteras de nuestros barrios reclaman garantías de seguridad ante el atropello de policías y malandros.
 
Hace 23 años el pueblo salió a la calle de forma masiva y espontánea porque dejó de creer en sus representantes, se cansó de esperar y perdió la confianza. Ha hecho el esfuerzo por seguir creyendo y esperando, pero las respuestas que consigue son insuficientes. La encuesta social realizada por el Centro Gumilla el año pasado constata que hay una gran insatisfacción popular con las políticas sociales vigentes. La gente sigue aspirando a mejorar su calidad de vida, a una educación que la capacite realmente y le brinde mayores oportunidades. Busca un empleo productivo que le permita disfrutar de un ingreso adecuado para enfrentar con autonomía sus aspiraciones de bienestar y progreso. Quiere vivir en paz y disfrutar del respeto que todos nos merecemos.
 
La ciudadanía ha aprendido la lección. Sólo asumiendo el protagonismo, ocupando el espacio público, participando directamente y expresándose de manera autónoma, es como puede ser escuchada y respetada por quienes detentan el poder. Ha encontrado también los cauces adecuados para hacer valer sus derechos y canalizar sus inquietudes a través de sus organizaciones.
 
La democracia participativa tiene rostro en miles de organizaciones, que bajo diferentes modalidades, logran articular intereses, denunciar atropellos, presionar en busca de soluciones y construir propuestas. Es por ello que en la UCAB, en la semana del 5 al 10 de marzo, se encontrarán muchas de ellas, para pensar el país y exigir participar activamente en su construcción. La invitación está abierta en www.eosvenezuela.info

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