Las vacaciones son necesarias, es más son indispensables para preservar la salud mental, sin embargo el año 2012 se presenta lleno de desafíos que exigen de todos nosotros ponernos en marcha cuanto antes mejor.
Por un lado atravesaremos un época difícil desde el punto de vista financiero. La economía mundial está sometida a fuertes vaivenes provenientes de Europa y de EE.UU. En un mundo globalizado ningún país puede considerarse a salvo de los desajustes en la economía mundial.
Por otro lado en Venezuela tendremos un año excepcionalmente importante porque está en juego la recuperación de la democracia y de unas instituciones políticas que han sido vapuleadas por el mal llamado proceso revolucionario.
El 12 de febrero, día de la juventud, será la primera prueba para ver si el país ha madurado y está en condiciones de recuperar una democracia funcional para todos los venezolanos. Eso solo se logrará si la mayoría de nosotros dejamos de lad o la comodidad, la indiferencia y el miedo y acudimos en masa a votar para seleccionar el representante de la alternativa democrática en las elecciones de octubre.
Nadie que desee o aspire a un cambio debe quedarse en casa. Hay que salir masivamente a ejercer la democracia si se quiere vivir en ella.
El triunfo en octubre va a depender mucho de lo que podamos demostrar en febrero. La libertad se conquista y requiere dedicación a tiempo completo. No es hora de medias tintas. Lo que está en juego es muy serio, son dos visiones antagónicas de lo que debe ser el gobierno. Por un lado el mesianismo populista y autoritario, por el otro el ejercicio pleno de la democracia, único sistema político en el que no cabe la exclusión de los ciudadanos con base en una determinada ideología o color político.
Los que creen que en democracia se vive mejor deben ser consecuentes con sus ideas y luchar por ellas. Nadie puede considerarse ajeno al destino del país, ya estos trece años han demostrado ampliamente hacia donde vamos.
La libertad, la igualdad y la justicia social son elementos inseparables de una nación que aspire darle oportunidades a todos sus pobladores. No tengamos miedo el triunfo depende del esfuerzo de cada uno de nosotros. Seamos responsables y dejemos de lado la modorra, la comodidad y la indiferencia, así si podremos decir con orgullo que Venezuela es para todos.
Analitica.com
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