Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

FIN DE MODELO / JUAN USLAR GATHMANN

Imagen: Tal Cual / AFP
Las economías de Europa, los EEUU y China muestran cambios, hacia arriba o hacia abajo, lo que puede que sea beneficioso para algunos países y probablemente menos para otros. América Latina, como un todo, tiene perspectivas positivas de crecimiento. Pero a todas éstas Venezuela parece desconectada del mundo; o sea que pareciera no importar mucho si hay o no hay cambios, aquí el pronóstico es negativo. 

Recuerda en algo a la Cuba fidelista. Nunca le fue bien económicamente, independientemente de lo que pasara en el mundo. Y le fue mucho peor cuando los rusos cambiaron de régimen. ¿Por qué? Nuestro origen fue la industria petrolera nacional; aunque no lo era. Una vez que la principal actividad económica nuestra fue la extractiva-rentística, lo cual sucedió hace más de setenta años, se empezó a notar el cambio en nuestra estructura económica y nuestra forma de funcionar como país. Dejamos de ser un país normal que depende de lo que produce su gente y sus empresas, para girar alrededor de lo que el petróleo (y el gobierno de turno) podía subsidiar. 

Se intentó sembrar el petróleo, pero no hubo nada que rindiera tanto como ese mineral. Tampoco voluntad. Poco a poco la economía se fue tornando artificial, y por esa razón cuando el equipo de CAP II pretendió volvernos competitivos a la fuerza, la respuesta fue vender empresas privadas a colombianos y mexicanos. 

Esta nueva promesa de relanzamiento económico entre Colombia y Venezuela nace sin mayores esperanzas. Del lado de allá, como debe ser, su gobierno se ocupa de sus empresas, las promueve y las protege; por lo que es de prever que al menos reciban lo que se les debe, y quizás aumenten las exportaciones hacia acá, aunque no tanto como antes pues ya encontraron nuevos mercados, lo cual les ha fortalecido como empresas y como país. En nuestro caso, no habrá mayor participación empresarial salvo de parte de los importadores; que podrán importar si les otorgan dólares. Pero de exportar, nada, pues ya no tenemos gran cosa que mandar para allá. O para ningún lado. Este es un ejemplo concreto de nuestra "insularidad"; carecemos de capacidad para beneficiarnos de nada bueno que ocurra en el mundo, ni siquiera con nuestro vecino mas complementario, ni siquiera si aumenta el petróleo. 

Ahora estamos llegando al final de este modelo ultra dependiente.

Tal Cual digital

No hay comentarios.:

Publicar un comentario