Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 26 de julio de 2010

Una doble elección / SIMÓN GARCÍA

La campaña se desenvolverá en un escenario de agresiva polarización.

La elección de septiembre está adquiriendo para muchos el cariz de causa personal. Han podido conectar el voto con su situación. Sin embargo, como tema público, es todavía un foco de atención semilatente. Su visibilidad y su presencia en la conversación de la calle son prudentes. ¿Temor o sabiduría popular? Aunque no se decida directamente sobre la conducción ejecutiva del país, es evidente que estos resultados electorales están fuertemente asociados a mantener o virar el rumbo hacia lo anunciado bajo un título que contiene dos aseveraciones falsas. Un socialismo del siglo XXI que ya no es una propuesta sino una imposición.

El objetivo de reconstituir una mayoría democrática no debe ignorar dos aspectos adosados a esta elección. Son elementos inducidos por el oficialismo, porque hoy ayudan a sus propósitos electorales y extraelectorales, cuyo reconocimiento no significa que su existencia se asuma pasivamente. Se trata del carácter bipolar y plebiscitario del proceso.

Es cierto que la campaña se desenvolverá en un escenario de agresiva polarización como requisito del plan para gobernar sin críticas, disidencias o resistencias. Su objetivo es desmoralizar, sembrar el temor, dividir, intimidar por diversos medios con el objetivo de subordinar al Estado y a la sociedad a una voluntad única y perpetua.

Actualmente este mecanismo alienta el voto en contra, lealtades a ciegas en un polo y radical exclusión del otro. Pero el enfoque que limita las candidaturas unitarias a una fórmula de la oposición también favorece la polarización y el distanciamiento del electorado mayor que no se identifica ni encuentra motivaciones en una fijación política que achica la pluralidad social y cultural del país.

Tendremos también una elección oculta acerca de la libertad, los derechos y la democracia. Tres aspectos que resumen los problemas concretos que afectan al país. La decisión de fondo avalará o no el sistema autoritario y la destrucción de los fundamentos culturales, económicos y humanos de Venezuela.

La concurrencia de quienes ya votaron en el Referendo significaría una ratificación del rechazo al rumbo que se está imponiendo. Ahora con más razones, vistas las consecuencias preliminares. El desafío consiste en comunicarse y situarse entre el electorado flotante, colocado al margen de la bipolaridad. Ese sector prueba que no toda la resistencia social se identifica con la oposición y que, incluso, buena parte de ella alberga desconfianzas, temores y rechazos hacia partidos opositores. La gente está cansada de diputados que no son ni representativos ni participativos ni eficientes ante los graves problemas cotidianos. Así que la otra decisión es escoger bien por cuál candidato se va a votar. simongar48@gmail.com

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